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Actualizado: 08 de marzo de 2024

Garantizar los aprendizajes básicos para transformar la educación en América Latina y el Caribe

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Cuatro de cada cinco estudiantes de sexto grado en América Latina y el Caribe ahora no pueden leer un texto sencillo

• A pesar de los importantes esfuerzos realizados por los gobiernos, profesores y padres, los niños y niñas han perdido, en promedio, 1,5 años de aprendizaje durante la pandemia. Luego de dos años de cierre de escuelas en la región, los resultados del aprendizaje podrían haber retrocedido más de diez años.
• Los más jóvenes y los más pobres han sido los más afectados. Las evidencias preliminares de varios países muestran mayores pérdidas en la enseñanza primaria que en la secundaria y entre estudiantes en los niveles socioeconómicos más bajos.
• Las pérdidas de aprendizaje son tan grandes que muchos niños y niñas ahora corren el riesgo de abandonar la escuela.

Las pérdidas de aprendizaje colectivas perjudicarán a América Latina y el Caribe en el futuro, exacerbando las desigualdades y poniendo en peligro el crecimiento económico.

• Una generación de estudiantes, especialmente los más vulnerables -entre ellos los niños y niñas afrodescendientes, indígenas y con discapacidad-, no contará con las habilidades fundamentales en lectura y matemáticas que son la base sobre la que construyen su propio futuro, el de sus familias y el de sus comunidades.
• No garantizar los aprendizajes fundamentales para todos conducirá a peores resultados en el campo de la salud, mayor desempleo entre los jóvenes y niveles de pobreza más profundos.
• Esta generación podría perder hasta un 12 por ciento de sus ingresos a lo largo de su vida -lo que supone una pérdida colectiva de hasta 2,3 billones de dólares- si no se toman medidas urgentes para recuperar el aprendizaje en la región.[1]

Para recuperar el aprendizaje en América Latina y el Caribe, tenemos que volver a lo básico.

• Los gobiernos deben priorizar la enseñanza de los fundamentos del aprendizaje, cerrar la brecha en la inversión en el aprendizaje básico y comprometerse a reducir el número de niños y niñas que no pueden leer un texto sencillo.
• Los programas de recuperación temporales y a pequeña escala no solucionarán la crisis de aprendizaje. Y las soluciones a largo plazo y a gran escala requerirán la inversión en educación más ambiciosa de la historia de la región.
• Las soluciones ya existen e incluso en América Latina y el Caribe. Entre las iniciativas prometedoras de recuperación figuran programas de aceleración, tutorías y ampliación del horario lectivo.

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La recuperación empieza con un compromiso. Colombia se ha unido a un compromiso global para garantizar los aprendizajes fundamentales de los niños y niñas y ahora está liderando y convocando a otros países a unirse a la causa por la educación. Este esfuerzo suma a la declaración regional para proteger y recuperar el aprendizaje que el año pasado contó con la adhesión de los presidentes de Argentina, Chile, Ecuador y Honduras.

• El Compromiso de acción es un mecanismo oficial - impulsado por el Banco Mundial, UNICEF, UNESCO, BID y USAID - para que todos los países y la comunidad educativa mundial demuestren su compromiso de garantizar al más alto nivel político que todos los niños y niñas adquieran un aprendizaje básico, así como de aplicar las normas necesarias para alcanzar las metas del ODS 4.

• Con el liderazgo de Colombia, se convoca a todos los gobiernos de América Latina y el Caribe a comprometerse con la educación de los niños y niñas, invertir en ellos y ellas, y así garantizar un mejor futuro para toda la región.
• Esto implica en la región de América Latina y el Caribe:

• Colocar a la recuperación educativa en lo más alto de la agenda pública.
• Reintegrar a todos los niños y niñas que han abandonado la escuela y asegurar que permanezcan en ella.
• Recuperar el aprendizaje y asegurar el bienestar socioemocional de los niños y niñas.
• Valorar, apoyar y formar a las y los docentes