Sandra Pattison es Master en Estadística de la Universidad de Adelaida. Actualmente es responsable de los programas de trabajo estadístico del NCVER. Antes de asumir este papel administraba el área encargada del Programa Nacional de Encuestas al Sector de Educación Vocacional y de Capacitación.
Ha participado en diferentes proyectos para el ANTA (Autoridad Nacional Australiana de Capacitación), como los de provisión y análisis de datos para el Reporte Nacional Anual, el re-desarrollo del Servicio Informativo Nacional de Capacitación y el Proyecto Nacional de Elegibilidad por Competencias. Es experta en el Sistema de Estándar de Información Estadística de la Gerencia Vocacional de Educación y Capacitación Australiano (AVETMISS).
En los últimos 20 años, la relación entre las empresas y las instituciones de educación superior no fue la mejor y tuvo su peor momento en los años 90. Entonces el Gobierno lo que hizo fue desarrollar una entidad especial independiente para que se cerrara la brecha existente.
Se generaron una serie de proyectos para investigar la relación entre la educación técnica y la industria, que contribuyeron a que se mejorara la comunicación. Ahora existe un departamento del Gobierno que se ocupa de analizar los entrenamientos técnicos presentes en el país y se han creado diez grupos tutoriales expertos en campos como: alimentos y agricultura; servicios a la comunidad y salud; construcción y servicios relacionados con la propiedad; comunicaciones electrónicas, seguridad de gobierno y de la sociedad; innovación y negocios; recursos e infraestructura; servicios, transporte y logística; manufactura.
Estos diez grupos son los encargados de desarrollar las competencias necesarias y cubren áreas de entrenamiento a gran escala.
Existen dos modelos de observatorios. El primero tiene que ver con los entrenamientos técnicos y tecnológicos y la información es recogida por el Centro de Investigaciones de Educación Vocacional directamente. El segundo abarca las instituciones de educación superior universitarias. En éste, las universidades recogen la información a través de cuestionarios que envían a sus egresados y después de acopiados los remiten a un centro especializado que procesa las respuestas.
En cuanto las matrículas, los institutos tecnológicos envían su información al Departamento de Educación del país y las universidades a un centro de información aparte.
Esta información retorna a las diferentes instituciones para que revisen el grado de satisfacción de sus egresados con la educación que recibieron. A partir de los datos las instituciones pueden identificar los aspectos que deben mejorar
En el ámbito nacional se observa qué modificaciones es necesario implementar y si el Gobierno debe interceder con políticas públicas.
El mercado laboral en Australia en el momento es excelente. En lo que hay un poco de dificultad es en encontrar personas calificadas para los empleos. Por esa razón, en las áreas donde hay una baja oferta en cuanto a gente calificada el Gobierno está tratando de generar aprendizajes y prácticas para llenar dichos espacios. Son soluciones a largo plazo.
Conozca la presentación de Sandra Pattison en el Seminario Internacional sobre Pertinencia de la Educación
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