En síntesis, se trata de que los entes territoriales empiecen a ser específicos en sus apoyos para articular el Plan Nacional, el Sectorial y los Planes de Mejoramiento institucional. Esta es una labor conjunta del Ministerio de Educación, de las Secretarías y de las instituciones educativas.
Con las evaluaciones, el Ministerio obtiene una información de carácter nacional, que le permite analizar lo que se está haciendo en las instituciones. Si los estándares son nacionales y la evaluación es nacional, se esperaría que el mejoramiento se dé en razón de la pertinencia de los procesos de aprendizaje: lo que los estudiantes necesitan saber y saber hacer para ser competentes en un contexto determinado. Es decir, tener la certeza de que todo lo que se haga con el propósito de mejorar sea de impacto para el aprendizaje de los niños, teniendo en cuenta -a través de lo manifestado en los Planes de Mejoramiento y Sectoriales- las necesidades del contexto particular en cada región e institución.
Las Secretarías deben facilitar, permitir y apoyar el establecimiento de Planes de Mejoramiento y servir de soporte a los equipos de gestión de las instituciones, acompañando a aquellas con mayores debilidades, e incentivando y divulgando el trabajo de las que tienen mayores fortalezas. A su vez, el Ministerio acompaña permanentemente a las Secretarías y obtiene información necesaria para orientar acciones de mejoramiento (ver recuadro La evaluación y el seguimiento).
En este sentido, la política de evaluación es de mejoramiento permanente, porque brinda la posibilidad de mirar dónde estamos y cómo vamos a mejorar. Se trata de evaluar cómo estamos frente a los estándares establecidos; de fortalecer lo que está bien y corregir lo que está mal. En función de los resultados de la institución, se analizará el equipo, y en los equipos se revisarán los aportes individuales de directivos y docentes.
Todo lo anterior ayuda a que el Ministerio de Educación esté en capacidad de formular políticas que, en el campo de la calidad, muestren caminos y articulen acciones a ejes estratégicos, y posibiliten el apoyo a las Secretarías en asuntos específicos para alcanzar los logros propuestos. Asimismo, las Secretarías pueden tener claridad suficiente sobre qué programas necesitan las instituciones, y las instituciones pueden identificar debilidades y fortalezas, qué hacer para mejorar y conocer los recursos que requieren de sus Secretarías para hacerlo.
Articular y evaluar |