En los últimos diez años los programas de posgrado han aumentado en forma significativa en el país, con poco control. Si bien a todos se les exige el registro ante el ICFES, este requisito es importante y necesario, pero no suficiente.

Por esa razón, y con el ánimo de asegurar unos mínimos de calidad a los programas de posgrado, el Gobierno Nacional expidió el Decreto 916 de 2001 que unifica, complementa y profundiza los Estándares de Calidad para todas las maestrías y doctorados que existan y que se pretendan crear en el país.

Un eje fundamental de este decreto es el fomento a la investigación de alto nivel. Se trata de garantizar que todos los programas ofrecidos cuenten con unas condiciones mínimas de infraestructura, medios educativos, docentes idóneos, organización administrativa, autoevaluación institucional y externa, y en especial, que cuenten con grupos consolidados de investigación, políticas, programas y proyectos al respecto. Además, el decreto recoge la legislación que existía sobre el tema para hacer un solo documento guía para las universidades.

Las instituciones de educación superior que actualmente están ofreciendo programas de maestría o doctorado tendrán un año para sustentar sus programas ante la Comisión Nacional de Maestrías y Doctorados. Esta Comisión tardará máximo seis meses en el proceso de revisión. Aquellos programas que no cumplan con los estándares que dicta el decreto, no podrán recibir nuevos alumnos, aunque tendrán la obligación de seguir ofreciendo los programas a los estudiantes que ya están matriculados.

El Decreto fue concertado al interior del Consejo Nacional de Educación Superior -CESU, donde toman asiento representantes de la comunidad académica del país.

El texto completo del Decreto 916 de 2001 se encuentra en la Sección Normatividad

Las instituciones de educación superior que actualmente están ofreciendo programas de maestría o doctorado tendrán un año para sustentar sus programas ante la Comisión Nacional de Maestrías y Doctorados.