El rescate de lo local como eje de la enseñanza de las ciencias sociales en la Escuela Normal Superior del Distrito Especial Portuario de Turbo, Antioquia.

El reconocimiento de la historia local, la construcción de identidad territorial y el sentido de pertenencia son factores fundamentales para que los estudiantes de la Escuela Normal Superior del Distrito Especial Portuario de Turbo (Antioquia) hagan de las ciencias sociales un área que viven en su cotidianidad. Esta es la experiencia que ha venido desarrollando la profesora Glenis María Gómez Gómez, tanto con estudiantes del ciclo complementario como con los de educación básica y media.

La propuesta plantea a los estudiantes un viaje de lo conocido a lo desconocido. Las niñas, los niños y los jóvenes se acercan y reconstruyen, desde su historia personal, la historia local y de la región. En esta reconstrucción, la docente Glenis se preocupa por enfatizar el reconocimiento de las múltiples historias que se viven y desarrollan todos los días.

Tener como punto de partida las múltiples historias le ha implicado a la docente vincular lo local con lo regional y nacional. Este ejercicio obliga a articular lo teórico y lo práctico y tiene como finalidad, en un primer momento, la consolidación por parte de los estudiantes de su identidad y sentido de pertenencia al espacio que habitan. De esta manera, Turbo se convierte en el escenario en el que los estudiantes escriben su propia historia.

En palabras de la docente, "los estudiantes inician con el reconocimiento del espacio físico, por ejemplo, si hay ríos y montañas; luego conocen los personajes que fundaron el barrio, conocen las instituciones, identifican y localizan los puntos estratégicos. Después tienen que investigar en qué trabaja la comunidad, saber cuál es su procedencia. Con esta información, el estudiante es capaz de identificar las problemáticas del barrio y, asimismo, proponer alternativas de solución".

El acercamiento a las comunidades se lleva a cabo con instrumentos básicos para recopilar la información y referenciar las fuentes. La rigurosidad y el necesario empeño en el trabajo de capturar, seleccionar y clasificar la información es otra de las estrategias utilizadas para lograr que los estudiantes desarrollen habilidades para la investigación social.

Otro elemento en el que profundizan docente y estudiantes son las historias orales. Las salidas de campo se convierten en una estrategia adecuada para que cada uno de ellos se relacione de manera directa con los relatos orales de las personas mayores. El ejercicio tiene como intencionalidad convertir estos relatos en fuentes de información para lograr comprender las dinámicas y los procesos por los que ha pasado cada barrio, y en general el municipio. Pero al mismo tiempo, la escritura que realizan los estudiantes de estas historias orales busca preservarlas y reconocer la importancia que ellas tienen en la construcción y valoración de su identidad territorial.

"Conocer la historia es sentir lo que uno está viviendo"; "la historia la escribimos nosotros, a través de nuestras acciones, lo que yo realizo, esa es mi historia"; "la historia la escribimos nosotros mismos", son afirmaciones de los jóvenes de educación básica y media que están desarrollando actualmente el proyecto.

Luz Stella del Toro, estudiante del ciclo complementario y ahora docente de básica, recuerda cómo su experiencia investigativa la llevó a identificar "que muchas de las personas de los barrios no se conocen; aprendí a relacionarme más con los habitantes de mí barrio, a construir comunidad".

Y agrega Marco Elías Franco, docente de básica y quien fuera estudiante del ciclo en el desarrollo del programa: "este es un proyecto que se puede trabajar desde las diferentes áreas y, de este modo, se le apunta a un mismo propósito; es interesante cómo puede abordarse desde una perspectiva transversal, objetivo que en la Normal se venía realizando".

En este sentido, los procesos de investigación han significado para los estudiantes de educación básica y media un acercamiento a sus espacios vitales: su casa, su cuadra, su manzana, su barrio y el municipio en el que habitan. El objetivo con los estudiantes del ciclo complementario es que éstos futuros docentes se transformen en "protagonistas en los lugares donde van a ir a laborar, sean líderes de procesos. De lo que se trata es que el docente llegue al lugar y se preocupe por conocer la comunidad, respetando su construcción cultural", afirma Glenis Gómez.

Al materializarse en textos escritos que relatan y construyen la historia de cada uno de los barrios del área urbana de Turbo, cada una de las investigaciones es, en un segundo momento, elemento de trabajo para profundizar en el reconocimiento de las múltiples identidades que existen en el territorio. Es así como este "proceso de lectura y escritura del contexto" -como lo denomina la profesora-, se propone evitar la negación de las historias de otros espacios y exaltar que es en la diversidad donde se pueden construir escenarios de convivencia en los que todas y todos puedan desarrollar libremente su identidad territorial y sentido de pertenencia.

Y concluye la docente: "En el futuro, yo veo a mis estudiantes como líderes. Que a partir de estos procesos de investigación tengan criterio para decir verdades; que sean capaces de llegar a una comunidad, analizar y leer el contexto para identificar tanto lo positivo como las problemáticas y, así mismo, sean capaces de proponer soluciones".

(*) Asesor pedagógico Ministerio de Educación Nacional, Programa Nacional de Uso de Medios y TIC; enviado especial a Turbo.