En La Institución Educativa Gabriela Mistral, de Belén de los Andaquíes (Caquetá), actores educativos trabajan los distintos componentes de una educación para la sexualidad y la construcción de ciudadanos íntegros, desde cada área del conocimiento, en un trabajo que se articula en todos los grados.

Con el proyecto El Nuevo Andaquí se ha despertado la identidad como institución y una dinámica de compromiso de estudiantes, docentes, directivos docentes y administrativos para que se den las condiciones de una sana construcción del individuo como sujeto de derechos. Así lo explica el rector Carlos Elías García Montes, para quien el trabajo realizado en los últimos dos años ha obligado a una reflexión detallada y no exenta de dificultades sobre los diferentes componentes de la sexualidad en la construcción de ciudadanía: las funciones afectiva, la comunicativa relacional, la identidad de género, los comportamientos culturales de género, la orientación sexual, la función reproductiva y la función erótica; todos ellos teniendo en cuenta los fines de la educación, los estándares y el desarrollo de las competencias.

"Hay que entender la sexualidad más allá de lo erótico", afirma el coordinador del colegio, José Ecneber Gallo Anturi, al señalar que la integralidad, presente en las diferentes temáticas de las asignaturas que se dictan desde grado 1º hasta grado 11º, es el punto central y común que se trata en las aulas. En la institución se tienen en cuenta vivencias, aspiraciones y puntos de vista, así como la concepción de vida de los estudiantes. Todos se trabajan de forma transversal.

Como ejemplo de esta visión e implementación, Gallo manifiesta que "si en ciencias sociales se habla de las culturas indígenas, se analiza la sexualidad y cómo se entiende en las etnias.". Igualmente, en lenguaje, "se abordan los asuntos referidos a la sexualidad que estén presentes, por ejemplo, en una lectura; entonces se lleva a cabo una reflexión, partiendo del conocimiento del estudiante".

Cómo implementar el proyecto
Los antecedentes del proyecto El Nuevo Andaquí se remontan a 1994 cuando comenzó en la Gabriel Mistral la cátedra de Educación Sexual, cuyos resultados "no fueron óptimos pues se trabajó como un área aparte, sin tener en cuenta su interrelación con otros campos del conocimiento y una pedagogía más activa".

En 2006, el Ministerio de Educación Nacional comenzó una capacitación piloto en varias Instituciones de Caquetá, a la que asistieron los docentes Rubiel Segundo Betancourt y Gregorio Vargas Correa, responsables de multiplicar la experiencia de los talleres con los demás maestros de la institución. Rápidamente, docentes y directivos se dieron cuenta de que el éxito del proyecto radicaba en incluirlo en todas las áreas del conocimiento, considerando las particularidades de la región y de la institución.

Una vez se asignaron responsabilidades para trabajar el tema de la Educación para la Sexualidad y la Construcción de Ciudadanía en el área de conocimiento que manejaba cada profesor, siete grupos de trabajo definieron los hilos conductores -temáticas y actividades por asignatura, relacionadas en todas las áreas-, según pertinencia para cada grado y teniendo en cuenta los estándares de competencias como referente. "Se ha involucrado a los 1.230 estudiantes, desde preescolar hasta grado 11°", asegura el rector, "y está por publicarse una cartilla sobre nuestra experiencia".

"Cada profesor determina la mejor manera de desarrollar los hilos conductores, de acuerdo con su metodología", explica el estudiante de grado 11°, Onofre Quintero Caviche. "En las mesas de trabajo, conformadas por docentes, estudiantes y directivos y en las que se da una relación muy equilibrada, se deciden los temas y planteamientos de la clase, que luego se socializan. Esto le da más sentido al contenido de la cartilla", añade. Así, en la cartilla se plasman las ideas de los participantes del proyecto y su implementación es, en buena parte, el desarrollo académico de la Institución.

El Nuevo Andaquí, de la Institución Educativa Gabriel Mistral, de Caquetá, ha facilitado la interacción respetuosa de estudiantes y docentes en pro del desarrollo de individuos con una conciencia y visión más integral de sus propias vidas.