Los niños y las niñas de la institución Gilberto Alzate Avendaño son cartógrafos de su municipio, en el Valle del Cauca. Elaboran mapas de conflictos, de potencialidades y actores y de soluciones. Su metodología ya se aplica en Cartago y Yopal.

En enero de 1999, la comunidad argelina fue afectada por un sismo: cuarenta y dos personas quedaron sepultadas por un alud. A raíz de la tragedia, el profesor Rafael Castaño participó en las mesas de trabajo del Fondo para la Reconstrucción del Eje Cafetero, donde conoció la cartografía social, metodología que lo cautivó. Por este motivo, la llevó al Gilberto Alzate Avendaño, donde trabaja, para incorporarla en las tres líneas que conforman el Proyecto Ambiental Escolar (PRAE): medio ambiente, valores y liderazgo, y comunicación. La institución educativa forma cerca de 800 líderes socioambientales con principios éticos que puedan transformar el medio de forma sostenible. Para ello se organizó la Coordinación para la gestión de proyectos sociales y ambientales. Castaño, docente de ciencias naturales y coordinador del PRAE, destaca que el proyecto "se originó por necesidades del entorno y del contexto en el cual se enmarca el PEI, y por las políticas y directrices que, en materia de educación ambiental, promueve el Ministerio".

Método y etapas

Los ambientes de aprendizaje: base de la cultura ambiental y el desarrollo de competencias ciudadanas y científicas, es el nombre del proyecto que consta de cuatro fases: diagnóstico; diseño, formulación y planeación; ejecución y evaluación, y socialización de los resultados.

En la fase diagnóstica se aplica la Cartografía Social Educativa, una innovación en la estrategia metodológica de enseñanza por proyectos. Los estudiantes logran reconocerse como actores. "Si me identifico como actor, entonces propongo...", dice el profesor Castaño. Y eso es lo que ha hecho: motivar a sus estudiantes para proponer.

En la fase de diseño y formulación de la propuesta planean proyectos, con un objetivo meta, un indicador y una hipótesis. Los estudiantes investigan sobre un problema. Recopilan la información y desarrollan una propuesta, estimulando el pensamiento crítico, la investigación, la autonomía y la solidaridad. En la tercera fase, de ejecución, se implementa la propuesta para alcanzar unas metas. Este año incorporaron las veedurías estudiantiles, que tienen como objetivo auditar el alcance de los propósitos. Finalmente, evalúan y socializan los resultados en foros y encuentros y se retroalimenta el proceso.

La transversalidad o diálogo de disciplinas se realiza en el proyecto a través de estándares, logros e indicadores de logros curriculares. Se aborda un mismo problema desde las ciencias naturales, ciencias sociales, literatura y matemáticas. Por ejemplo, en grado décimo, los estándares básicos para ciencias naturales y sociales plantean una aproximación al conocimiento científico social a través de formulación de proyectos, desarrollo de investigaciones y presentación de resultados; en ciencias sociales, se plantea en relación con una mirada social al origen de los residuos sólidos, su impacto en la sociedad, en los humanos y su historicidad; desde el lenguaje, se propone una construcción literaria acerca de residuos sólidos, lecturas, simbologías, cuentos, poesía y ensayos, que permiten acercar al estudiante a lo valorativo; entre tanto en ética se promueven las decisiones responsables frente al cuidado personal y ambiental.

En cuanto a la evaluación, es integral y continua, sostiene un miembro de la institución. Cada área valora por competencias, pero la mirada final no sólo toma como referencia conocimientos sino también actitudes y capacidad investigativa y de socialización de las propuestas. Los indicadores de logros son alcanzados desde la perspectiva socio ambiental y las teorías económicas, para ofrecer respuestas a problemas concretos. Cabe anotar que la Gilberto Alzate, teniendo en cuenta 42 municipios del Valle del Cauca, ocupó en 2003 los puestos 5 y 12 en las pruebas de lenguaje y matemáticas. "En 2004 no fuimos evaluados, pero continuamos preparándonos para las pruebas a las que convoca la Secretaría de Educación Departamental".

Seis proyectos argelinos

En la vereda La Estrella, los estudiantes de grado noveno, este año en décimo, adelantaron seis proyectos de investigación. En el de arqueología, entrevistaron a los adultos mayores de la comunidad y lograron clasificar y categorizar objetos de la vereda: cerámicas, objetos de piedra, de madera, de oro, e identificaron lo que fue la dieta prehispánica y el vestuario. El fruto de esta investigación y diez más que le precedieron fueron publicadas en Cespedesia, revista del Instituto Vallecaucano para la Preservación del Patrimonio Cultural y Ambiental (INCIVA) que llega a la comunidad científica internacional.

En el proyecto de flora nativa identificaron entre 70 y 80 especies de árboles de la región, como yarumo, caimo colorado, chaquiro, diferentes tipos de laureles, quimulá, encenillo y nigüo, entre otros. Otro grupo trabajó sobre la fauna nativa, logrando una reseña histórica de los animales que habitaron la región en la época de colonización. Se remontaron 100 años y cotejaron los animales de ayer con los de hoy, lo que les permitió concluir que numerosas especies se extinguieron osos y venados, entre ellos y que la fauna ha variado en la vereda La Estrella.

Otro de los grupos se concentró en el problema de erosión de la vereda. Recibieron acompañamiento de la Fundación Cipav, la Corporación Autónoma Regional del Valle y la ONG Ecoambientes. Una vez formados en conocimientos básicos de bioingeniería y restauración de suelos, salieron a verificar el estado del suelo. "El grupo que investigó la pérdida del recurso hídrico se ha detenido en el diagnóstico del estado de la Quebrada Aguasucia, que pasa por el colegio y es punto de entrada a la vereda La Estrella", afirma Rafael Castaño. Ciencias naturales y sociales, lengua castellana y ética están comprometidas con el PRAE y lo que sigue es integrar al proyecto otras áreas. La apuesta para 2006 es involucrar a filosofía y matemática para continuar fortaleciendo los ambientes de aprendizaje de los estudiantes argelinos.

El profesor Castaño explica que se trabaja con proyectos de aula, estándares y contenidos básicos. Además del PEI, se tiene el Plan de Desarrollo Institucional, estrategia para precisar los proyectos que se desarrollarán en cinco años, de acuerdo con los diagnósticos locales, regionales y nacionales. Cuando se hace un ejercicio democrático con referencia al territorio, como éste, explica el docente, se encuentra que no todo es posible de ser enseñado y que lo que se enseña debe ser relevante; esto es, significativo en el contexto, sin perder de vista lo global.