Con sistemas de información, zonificación y sistematización se diseñan estrategias para atender a niños y jóvenes.
Para que más niños ingresen al sistema educativo, como lo manda la Constitución, en Armenia se ha impulsado una reorganización del sistema educativo local que ha permitido renovar las funciones propias de la Secretaría y desarrollar una institucionalidad abierta a la comunidad.
Primero se estructuraron equipos de trabajo en las áreas jurídica, presupuestal y financiera, de planeación, administrativa y, especialmente, en las de gestión y calidad educativa, explica Jaime Bejarano Alzate, secretario de Educación.
Fue así como el equipo de gestión de la calidad empezó a trabajar directamente con las instituciones escolares a fin de funcionar como un sistema que, en forma planificada, organizada y con factores de dirección, ejecución y evaluación, tenga productos de alta cobertura, calidad, equidad, eficiencia y efectividad. "El equipo debía salir de la Secretaría y visitar las instituciones para conocer los problemas", afirma Bejarano Alzate.
Una labor central fue la construcción de una nueva institucionalidad mediante acciones de mapeo y georreferenciación de la ciudad, tarea básica para zonificar las instituciones que conforman lo que se ha denominado Zona Educativa. Es decir, el área de influencia en donde tiene sede la institución y, asimismo, su campo de acción en el trabajo social, educativo y cultural.
"En las 19 zonas puede haber más de una institución, como en el caso nuestro, explica Álvaro Arias Velásquez; tenemos el Centro Auxiliar de Servicios Docentes (CASD) y la institución Cristóbal Colón. Nos unimos para resolver inquietudes, definir estrategias y trabajar conjuntamente", añade el rector del CASD. En Armenia funcionan 27 instituciones que atienden a 58 mil alumnos.
Luego de este trabajo, el equipo de gestión y calidad y las instituciones educativas definieron una sencilla encuesta, que se proponía ahondar en el conocimiento de la situación educativa de la respectiva zona. La encuesta fue aplicada casa por casa, por docentes y estudiantes; se trató de un trabajo de campo que permitió conocer la realidad que viven muchos estudiantes. "Tuvimos cuidado de formular preguntas que permitieran ofrecer soluciones a las problemáticas", anota el Secretario de Educación de Armenia.
"Ahora, comenta Alvaro Arias Velásquez, del CASD, tenemos, por ejemplo, un listado de las personas de 18 años que no saben leer ni escribir y el porqué de esta situación; realizaremos acciones para alfabetizarlos. También hemos identificado niños y jóvenes entre 6 y 18 años que no se encuentran estudiando, el grado al que podrían ingresar y las circunstancias que explican este hecho", agrega. Asímismo se busca ofrecer "soluciones basadas en propuestas pedagógicas funcionales y flexibles", que inviten a estos posibles estudiantes a ingresar y permanecer en el sistema. Entre septiembre y octubre estará listo un consolidado de resultados de la encuesta, que le permitirá a Armenia tener certezas sobre los esfuerzos a realizar para así sobresalir en sus metas de cobertura educativa.
Todo este trabajo está acompañado por planes de mejoramiento que dan un nuevo sentido al Proyecto Educativo Institucional y facilita a las instituciones cumplir la función social de la cual son responsables. Es una tarea colectiva de reorganización que fortalece las relaciones con otros sectores, representantes de la oficialidad que tienen influencia en la zona.
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