Un exitoso ejemplo de cómo la formación escolar y las competencias comunicativas se pueden poner en práctica para mejorar la realidad cotidiana de la comunidad es el Manual de Convivencia del Municipio a través de la metodología Proyecto Ciudadano.

Allí están plasmadas las propuestas de un grupo de estudiantes antioqueños, que se convirtieron en voceros y líderes de su comunidad para fomentar una mejor convivencia de su comunidad mediante la discusión, la argumentación, el diálogo, el análisis de la información, la participación y la búsqueda de soluciones.

En 2005, estos 26 estudiantes de la Institución Educativa Procesa Delgado emprendieron la labor de -por qué no, se preguntaron ellos- involucrarse en la solución de las problemáticas de convivencia que aquejaban a la población. Motivados por sus profesores Enoé González y Jairo Vladimir Chitita, decidieron aplicar sus capacidades comunicativas y comenzaron el proceso de acercamiento con la comunidad.

Según Jeimy Espinosa, coordinadora de la Fundación Amor por Medellín y por Antioquia, y quien ha acompañado el proyecto de Alejandría, el plan se dividió en tres partes: recolección de información (encuestas y entrevistas); compartir, analizar y conciliar la información con la comunidad, en la mesa de convivencia; y, por último, promoción y difusión del Manual de Convivencia Municipal.

Con el diseño de las encuestas, hechas por los estudiantes, comenzó un primer diálogo, en el que participó el 70 por ciento de los habitantes de Alejandría. "Comenzamos a buscar soluciones a los problemas de política pública", recalca Juan Fernando Vargas, quien se encontraba en Grado Noveno cuando se sumó al proyecto. Se hizo énfasis en identificar los grandes problemas de la comunidad.

Los resultados de las encuestas fueron analizados por los estudiantes y, a partir de ellos, se intercambiaron ideas con las entidades administrativas y la Alcaldía municipal. Una vez organizada la información, se presentó a los alejandrinos. Entonces, se dieron a conocer cuáles eran los problemas que predominaban en la población, se socializó con los habitantes los problemas predominantes en su cotidianidad y se abrió un debate. Entre todos definieron una estrategia. Se decidió crear una mesa de convivencia ciudadana municipal. En ese momento comenzó a redactarse el Manual.

Cada borrador que se realizaba, con la ayuda de la administración local, era debatido por la comunidad. "A medida que lo elaborábamos, nos apoyábamos en la cartilla de Proyecto Ciudadano para saber qué pasos dar. Además estábamos asesorados", afirma la estudiante Luisa Fernanda Orozco.

Fue un constante intercambio de conceptos, donde los habitantes determinaban qué hacía falta, en qué acertaba y en qué fallaba el Manual. Una vez acordado el contenido final, "decidimos imprimirlo y publicarlo".

En la actualidad, después de la "presentación en sociedad", continúa la tercera fase del proceso comunicativo: visitas domiciliarias y talleres para los jóvenes y para dar a conocer el Manual. "Nunca se había hecho algo así con la comunidad alejandrina", explica Jeimy Espinosa, señalando que este fue el principal incentivo para que todos se involucraran en el proyecto.

Proyecto Ciudadano en acción
El Proyecto Ciudadano es un programa nacido de la ONG norteamericana Center for Civic Education, que cobija a más de 65 países y que en Colombia es liderado por la Fundación Presencia. El proyecto invita a los jóvenes de grados Octavo a Undécimo a que se involucren en la construcción de políticas públicas para solucionar los problemas sociales de su entorno. Para la docente de Ciencias Sociales, Enoé González, "era claro que el mismo grupo de estudiantes debía crear una política pública, si esta no existía, y un plan de acción".

Así, en Alejandría, puntos críticos como el ruido de las cantinas, la invasión del espacio público, la contaminación visual y auditiva, los predios sin construir, las mascotas sueltas en las calles, las cabalgatas a altas horas de la noche y la pesca de sabaleta se identificaron como los problemas que podrían solucionarse a través del Manual de Convivencia.

La directora ejecutiva de la Fundación Presencia, Susana Restrepo, señala que la interacción de los estudiantes con sus vecinos, las distintas entidades competentes del municipio, y los grupos comunitarios fue tan eficiente que se logró la movilización de la comunidad. El proyecto se presentó en siete municipios de la Zona Oriente de Antioquia y se compartió con estudiantes de otras instituciones. La acogida en la región fue inmediata y despertó el interés internacional.

Una de las personas atraídas por este trabajo es Patrick Davidson, productor de televisión educativa y, en el pasado, vicepresidente de Disney Channel y miembro del Nacional Endowment for the Arts, de Estados Unidos. El productor escogió este ejemplo para que forme parte de un documental que retratará ocho experiencias internacionales del proyecto Ciudadano -en países como China, Rusia, Bosnia-Herzegovina, Indonesia, India, Estados Unidos, Senegal y Jordania-. La formación íntegra de los jóvenes, surgida en un salón de clase de la Institución Educativa Procesa Delgado encuentra ahora eco en Estados Unidos -adonde viajarán los alumnos-, y en el diario vivir de la centenaria Alejandría.