Bogotá asumió el reto de medir las competencias básicas de sus estudiantes y, convencida de que evaluar es una estrategia para mejorar, no sólo abarcó las áreas de lenguaje, matemática y ciencias, sino que se apropió también del tema de la competencia ciudadana, entendida como el "conjunto de habilidades cognitivas, afectivas y de relación interpersonal y social que disponen la acción del individuo y de la colectividad para conseguir un funcionamiento afectivo (relativo al bien y la justicia) en un contexto social".
Luego, la Secretaría de Educación, mediante la prueba de Comprensión, Sensibilidad y Convivencia Ciudadana, evaluó esta competencia en cerca de 170.000 estudiantes de los grados 7° y 9°, tanto de colegios oficiales como privados, con el fin de identificar cómo se perciben los propios jóvenes, cómo se relacionan entre ellos y con el resto de la sociedad, qué tipo de sentimientos influyen en sus decisiones e, incluso, qué tanto conocen del funcionamiento básico del Estado colombiano.

Los resultados evidenciaron que los jóvenes de Bogotá respetan, en su mayoría, al "otro", ajustan su comportamiento a las reglas de su grupo, pero no valoran o no entienden las opiniones contrarias a las suyas. Con la prueba se determinó, además, que su visión sobre el funcionamiento del Estado merece especial atención, pues no tienen claro el alcance del poder presidencial, no entienden la separación de poderes públicos o desconocen el destino que se le da al dinero recaudado por concepto de impuestos. En cuanto a su percepción de la vida ciudadana, los jóvenes manifiestan una gran disposición a aceptar y acatar la ley -aunque justifican el incumplimiento a la misma en casos particulares-, creen en la celebración de acuerdos y aseguran que los pueden cumplir, pero no confían en el cumplimiento de las otras partes; finalmente, destacan a sus maestros y a los integrantes de las Fuerzas Armadas como los actores que más trabajan por el bien del país.

Este año se dio paso a cuatro nuevos cuestionarios que permiten indagar más sobre la personalidad, aptitudes y actitudes de los estudiantes. Las nuevas áreas evaluadas fueron: Modelos y caminos, Relaciones interpersonales, Comportamientos y creencias y Código de Policía.

Como parte integral del proceso encaminado a desarrollar y fortalecer esta competencia, la Secretaría adelantó el pasado 31 de marzo el Segundo Encuentro Distrital de Competencia Ciudadana. En el evento, que contó con la participación de cerca de 500 maestros y talleres teórico prácticos para 250 docentes, se discutieron modelos pedagógicos nacionales e internacionales bajo el entendido de que es posible aprovechar la escuela para mejorar la convivencia.

A partir de estas y otras conclusiones, el Alcalde propuso a los docentes llevar a la práctica una "Guía de convivencia" y sugirió cómo enseñarla en el aula identificando "asomos", es decir, casos admirables para analizar y discutir en clase.

Por su parte, el profesor alemán Georg Lind, experto reconocido por sus trabajos y desarrollo del Test de Juicio Moral (Moral Judgment Test), se refirió a la competencia democrática y la posibilidad de enseñarla en el aula; para ello compartió con los asistentes experiencias y discusiones concretas que, de alguna manera, "aterrizaron" la práctica pedagógica.

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