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Memorización, rigidez, relatos del poder político, las guerras y clasismo son algunas de las respuestas de agentes educativos sobre como les enseñaron historia y les gustaría que sus hijos aprendieran hoy. (*)
La historia me la enseñaron con misterios; sentía temor y poca motivación. Era memorizar fechas, puras historias de guerra y de poder". Waldina Varela, de la Secretaría de Educación de Cundinamarca.
"Me la enseñaron aburrida y rígida; lo importante era saber que en determinada fecha sucedió algo, sin entender el contexto ni la trascendencia para el desarrollo de la sociedad". Angélica Castellanos, de la gerencia del PNDE.
"La orientación fue memorística: fechas, hechos, acontecimientos, nombres. Poco análisis y raciocinio.
Influyeron para que se enseñara así los autores de los textos de base: Henao y Arrubla, Javier Ocampo, Abelardo Forero, Barrios y Astolfi". Raúl Toro, Presidente de Asodic.
"Aprendí de memoria, privilegiando los datos, sin equidad de género, racista, clasista y discriminatoria". Sócrates Correa, director de núcleo, Caldas.
"Me la enseñaron igual que a mi padre, abuelo y bisabuelo: rígida y tradicional". Alberto Montoya, Empresarios por la Educación, Armenia.
Encontrar otros sentidos
A los encuestados les gustaría que a sus hijos, les enseñaran historia de forma lúdica y reflexiva, con la problematización de los relatos, didácticas interactivas y prácticas para analizar y recuperar los sentidos en que se asienta la identidad cultural nacional.
"Que se la enseñaran a querer, reconstruir y crear.
Hay metodologías como el navegador pedagógico, donde los niños se convierten en expedicionarios y aprenden a rescatar la cultura y las tradiciones", Waldina Varela.
"Un día le propusimos al profesor que reviviéramos la historia. Recuerdo la batalla de Boyacá, los compañeros con los palos de escobas hicieron caballos, sus uniformes con cintas y charreteras, sombreros, lanzas...
Y de esa manera nos tocaba leer, resumir los acontecimientos relevantes y dramatizarlos. Así me gustaría que los niños vivieran su historia", Shirley González, servidora de la Secretaría de Educación de La Guajira.
"Hoy se requiere una historia más reflexiva, que indague el por qué de los hechos, cómo influyeron en el presente y su legado. Que la enseñanza problematice situaciones para desarrollar el pensamiento conceptual y reflexivo del estudiante", Raúl Toro Carvajal.
"Privilegiar el análisis histórico frente a la actualidad, teniendo en cuenta la importancia de las mujeres, minorías étnicas, clases populares. Que la historia llegue a los niños de forma lúdica, sin ocultarles la realidad y con la importancia como soporte de la identidad nacional, partiendo de lo local", Sócrates Correa.
"Que las clases tengan un hilo conductor lógico, para que ubiquen un acontecimiento dentro de un todo y sin sesgos", Angélica Castellanos.
"Que aprendan con las nuevas tecnologías, para que tengan un escenario más abierto y universal", Alberto Montoya.
Similares inquietudes muestran las 200 preguntas sobre el Bicentenario que plantearon los estudiantes: la historia debe trascender los personajes y fechas para recuperar la comprensión de las singularidades culturales, sociales y políticas de las regiones y su relación con la evolución de la nación.
(*) Equipo del PNDE 2006-2016
La enseñanza de la historia: De la memoria al sentido, altablero, 53 |