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"Interactuar,integrar y participar "

La importancia de la educación ambiental en la articulación de PRAE, PEI y Plan de Mejoramiento y su relación con las comunidades y otros sectores de la sociedad. Cómo ayuda al fortalecimiento de las competencias y de la calidad educativa.

Al Tablero (A.T.): Hablemos de la relación entre educación ambiental y calidad educativa...

Mario José Uribe (M.J.U.): La educación ambiental es una estrategia que le imprime un carácter de pertinencia a la educación, puesto que sus propósitos formativos favorecen el análisis de contexto, la reflexión crítica y la acción responsable, alrededor de las problemáticas
ambientales locales. Esto permite la comprensión de las relaciones de interdependencia de los seres humanos con su entorno desde el conocimiento de su realidad biofísica, social, política, económica y cultural-, y generar actitudes de valoración y respeto, por sí mismo, por los demás y, en general, por todas las formas de vida, lo cual apunta directamente a la calidad de la educación.

Alba Marín (A.M.): La educación debe buscar una formación integral de ciudadanos y ciudadanas, con capacidad de valorar y desenvolverse en su entorno social, político, económico y cultural, con el objeto de lograr una mejor calidad de vida, sostenible en el tiempo, para que las futuras generaciones tengan iguales o mejores posibilidades de vida y desarrollo que las nuestras. Va mucho más allá de asignaturas, evaluaciones y tareas cumplidas y brinda a los niños y ciudadanos herramientas y valores para alcanzar la armonía con la naturaleza y el bienestar del individuo, su comunidad y entorno. Asimismo, con ella se fortalece la capacidad de gestión y el desarrollo comunitario.

Nazareth Cañón (N.C.): La educación ambiental promueve una escuela que forma seres humanos con capacidades de pensar el mundo como sistema y como globalidad. Además, la construcción de una escuela abierta, participativa y solidaria con posibilidades de reconocer su entorno y de incorporar y reflexionar sobre sus necesidades locales, regionales y nacionales.

Redefine competencias y responsabilidades de los sectores sociales, políticos, económicos y educativos. Modifica el rol del docente, de manera que se considera el trabajo en equipo como básico en la organización de la institución educativa, leyendo el contexto y trabajando interdisciplinariamente. Permite el diseño de estrategias pedagógicas enmarcadas en una escuela que trabaja con la familia, la comunidad, el Estado y el mundo, teniendo como base la dignidad humana y la participación responsable en la solución pacífica de los conflictos y en la transformación de la realidad.Adicionalmente, permite trabajar con la comunidad en la gestión de Proyectos Ambientales Escolares (PRAE) y Proyectos Ciudadanos Ambientales, analizando los instrumentos de política nacional de educación ambiental: Constitución Nacional, planes de desarrollo, agendas ambientales y planes educativos ambientales de los Comités Técnicos Interinstitucionales de cada departamento. Impulsa el desarrollo de indicadores de calidad en los centros educativos considerando oportunidades de aprendizaje, capacidades de los estudiantes, participación y gestión escolar, proyección comunitaria, adecuación de la problemática ambiental a las competencias de la escuela por medio de los PRAE y los Proyectos Comunitarios de Educación Ambiental (PROCEDA). Finalmente, articula los estándares de ciencias naturales, ciencias sociales y educación ambiental al currículo institucional.

A.T.:: ¿Qué factores han favorecido el posicionamiento de los Proyectos Ambientales Escolares en las dinámicas pedagógicas de las instituciones educativas?

M.J.U.: Los PRAE están en capacidad de crear equipos de trabajo interdisciplinario que manejen una conceptualización básica sobre el ambiente, como sistema de relaciones, y la educación ambiental, como proceso de formación integral. Además, están preparados para hacer operativas propuestas pedagógicas construidas alrededor de problemas ambientales concretos, que involucren el diálogo de saberes (científicos, tradicionales y cotidianos), para su análisis y comprensión. Son escenarios donde se producen reflexiones y acciones, a través de las cuales se puede mirar qué es posible hacer para manejar responsablemente el ambiente. Son observatorios de educación ambiental, como en el caso de nuestro colegio en donde trabajamos en el proyecto Manejo Integral de la Microcuenca La Viuda y desarrollamos procesos para la recuperación de suelos y disminución del uso de agroquímicos.

A.M.V.:: Inicialmente, el posicionamiento de los PRAE se debe al interés y compromiso de docentes y directivos docentes, estudiantes y líderes. Ellos, conscientes de sus realidades y de los objetivos y estrategias de la educación ambiental, han persistido en una gestión que brinda conocimiento y herramientas, desde el PEI, para el desarrollo sostenible de sus comunidades.

De igual forma, la existencia y aplicación de la Política Nacional de Educación Ambiental tiene su gran cuota de responsabilidad en este posicionamiento, dado que fortalece la institucionalidad de los Proyectos. En el Departamento de Risaralda, el proceso de formulación participativa y aprobación del Plan Decenal de Educación Ambiental 2005-2014 Educación para el desarrollo sostenible de Risaralda un proceso en construcción permanente, ha sido crucial para el redireccionamiento y fortalecimiento de los PRAE. Esto nos permitió llegar desde el Comité Interinstitucional de Educación Ambiental de Risaralda (CIEAR) a las comunidades de los municipios, profundizar en el conocimiento de sus realidades, identificar errores y construir áreas programáticas y líneas de intervención para una educación ambiental integral y eficaz.

N.C.: El desarrollo de los PRAE ha contribuido a la formación de maestros como dinamizadores del proceso pedagógico y didáctico al incorporar la dimensión ambiental al currículo escolar. Esto permitió que el maestro repensara su pedagogía y su didáctica, su formación en asuntos ambientales y que impulsara conscientemente el desarrollo del Decreto 1743, que institucionaliza la educación ambiental en el país. El trabajo interdisciplinario es otro elemento importante, que propicia en el aula una lectura transversal de las realidades ambientales y permite integrar las diversas áreas del conocimiento en torno de un propósito común. Por ejemplo, las matemáticas enseñan a razonar y juegan un papel importante en el desarrollo del PRAE; igualmente sirven para interpretar y modelar situaciones de cambio relacionadas con lo cotidiano y mediante los sistemas métricos; docentes y estudiantes construyen conceptos de magnitud, medición, longitud, superficie, capacidad, volumen, distancia, peso, fuerza, tiempo, etc. Asimismo, el cálculo, el trabajo de relaciones, la estimación, la interpretación son aportes que, desde las matemáticas, dan elementos de argumentación para el trabajo de campo. A su vez, las representaciones gráficas, dibujos y esquemas ayudan a construir conceptos de espacio y tiempo para describir e interpretar el mundo.

Otra área fundamental es la de lenguaje, que media la interacción entre sistemas naturales, sociales y razonamiento lógico-matemático. Entonces, el alumno describe, escribe, lee, investiga, crea, relaciona, prepara,sustenta y aprende vocabulario nuevo para argumentar y proponer.

A.T.: ¿Cómo incorporar de manera más integral los PRAE al quehacer de las instituciones educativas?

N.C.: Hay que formar al maestro para el trabajo interdisciplinar, la gestión y la ciudadanía y fortalecerlo conceptualmente en la educación ambiental, la proyección y gestión comunitaria. De esta forma se pueden diseñar los PRAE, teniendo en cuenta el contexto institucional, local, regional y nacional. El proyecto debe considerar cinco contextos: natural, social, cultural, político y económico, y articularse al PEI y al Plan Ambiental Municipal. Debe trabajarse con todos los miembros de la comunidad educativa y en todas las disciplinas del plan de estudios.

M.J.U.: Para esto es importante fortalecer las estrategias de proyección comunitaria como mecanismos de relación escuela-comunidad y como ejes dinamizadores de una cultura ambiental ética. Hay que realizar discusiones alrededor de preguntas sobre: ¿cómo se relacionan los actores de los PRAE y los de la comunidad?; ¿las relaciones entre actores aportan elementos nuevos para la interpretación, comprensión y solución de problemáticas ambientales?; ¿qué conceptos de gestión son adecuados y pertinentes para los fines de la educación ambiental; ¿existe un trabajo de autogestión y de cogestión que acompañe el desarrollo de los PRAE; ¿cómo se han incorporado los proyectos y propuestas educativo-ambientales al quehacer institucional y a la vida de la comunidad? Una lectura crítica sobre esto debe contribuir a establecer acuerdos básicos de la pertinencia y competencia de las propuestas educativo-ambientales, y facilitar los mecanismos de negociación para los cambios que requiere la escuela y, en general, la educación, en el marco de una sociedad que haga sostenible el ambiente. Un proceso importante que realizamos en la institución, en el que vinculamos a la comunidad, es el de repoblamiento vegetal con especies nativas.

A.M.V.: Para incorporar de manera más integral los PRAE al quehacer de las instituciones educativas, se debe involucrar toda la comunidad educativa y, en especial, los directivos docentes, que tienen la autonomía y poder de decisión para avanzar, a partir de los PRAE inmersos en los PEI, en el conocimiento y aplicación de la Política Nacional, los Planes de Desarrollo y la implementación de los Planes de Educación Ambiental

A.T.: ¿Cómo se refleja la contribución de los PRAE en el fortalecimiento de los Planes de Mejoramiento de la institución?

M.J.U.: Una visión lineal del estudiante, con prioridad a las relaciones causa-efecto, fortalecida con la visión lineal en la que puede haber sido formado el maestro y que se perpetúa en su práctica pedagógica, se traduce en evidentes falencias para hacer lecturas sistémicas de los problemas. El PRAE le apunta al fortalecimiento de nuevas lecturas que Al extender el le permiten al estudiante avanzar en la comprensión del mundo desde la complejidad del ambiente, algo que debe perseguir el Plan.

N.C.: Los PRAE contribuyen al fortalecimiento de los Planes de Mejoramiento al permitir identificar los puntos fuertes y las áreas necesarias de mejora. Existen nodos que articulan procesos y se ve el respeto profundo a la persona. Se fomenta la confianza en el trabajo, participación de la comunidad educativa, delegación en las tareas y responsabilidades de cada área, y comunicación sin barreras.

Asimismo, da posibilidad a un lenguaje y un marco conceptual común; identifica y permite compartir las mejores prácticas dentro y fuera del centro educativo; facilita las comparaciones con otras organizaciones de naturaleza similar; mejora el desarrollo del Plan y la estrategia del centro educativo en un proyecto común; permite una lectura contextual administrativa, pedagógica, de proyección y financiera, buscando liderazgo institucional, coherencia en las políticas y objetivos, gestión de procesos, desarrollo personal de los actores sociales, aprendizaje e innovación; impulsa una mejora continua, el desarrollo y las alianzas y la responsabilidad social. Todo esto permite un liderazgo de las personas, política y estrategias, alianzas y recursos en procesos de planificación útiles para las personas y para los resultados institucionales, buscando una mejor calidad de vida institucional.

Los PRAE posibilitan el desarrollo de competencias para el razonamiento la construcción de explicaciones, la argumentación, la comunicación , para la acción y, en general, para la vida en sociedad.

Cuando el PRAE direcciona el Plan de Mejoramiento satisface a la comunidad e impacta en la sociedad. También, articula las áreas de gestión, potencializa las áreas académicas como centro de formación y cualificación del docente, da inicio a semilleros de investigación, articulando los proyectos transversales, leyendo el Manual de Convivencia, la negociación de conflictos en el aula, dialogando con las áreas y niveles, usando los recursos del medio y brindando oportunidades de aprendizaje. Igualmente, dinamiza la gestión comunitaria contextualizando el PEI y posibilitando la planeación interinstitucional e intersectorial, lo cual transforma las relaciones escuela-hogar, escuela-comunidad, escuela-Estado y escuela-mundo, en el marco de la sostenibilidad social, natural y cultural.

A.M.: Al partir de un diagnóstico sobre una realidad ambiental, los PRAE contribuyen desde la escuela con una propuesta de conocimiento y, sobre todo, con la formación de ciudadanas y ciudadanos responsables y amigables con el ambiente. Las debilidades y problemas ambientales pueden ser mejor vistos desde los procesos educativos, pues involucra la investigación, el planteamiento de soluciones, la búsqueda de alternativas, el fortalecimiento de la capacidad de gestión de las futuras generaciones, el mejoramiento del entorno y la calidad de vida y, en general, una dinámica permanente de retroalimentación, posibilitando a la institución fortalecerse y mejorar el logro de sus objetivos educativos, además de proponer y desarrollar soluciones.

A.T.: ¿Cómo se interrelacionan los PRAE y las competencias básicas y ciudadanas?

A.M.V.: Por definición, los PRAE son proyectos que desde el aula de clase y la institución se vinculan a la solución de la problemática ambiental de una localidad o región, lo que obliga a una visión y apropiación del medio natural particular, concebido desde los diferentes sectores. La escuela imparte criterios claros y públicos que permiten establecer los niveles básicos de calidad y brindar conocimiento científico como competencia básica. Al incluir la dimensión ambiental en los PEI, se promueve la aplicación del conocimiento a las realidades del educando, fortaleciendo las competencias básicas, de tal forma que se genere el saber y el saber hacer. Respeto, empatía, solidaridad, responsabilidad y capacidad de generar procesos integradores son características esenciales de los procesos educativo-ambientales, que fortalecen los estándares de competencias.

N.C.: Los PRAE despiertan el interés de los alumnos por conocer su realidad local y su compromiso por preservar y defender valores culturales. Les permiten confrontar diferentes hipótesis o concepciones del mundo como parte de un proceso abierto y flexible de reconstrucción y recreación cultural, y trabajar en equipo en la búsqueda de soluciones posibles. Asimismo, facilitan el reconocimiento de la multiculturalidad, generando actitudes y compromisos personales y sociales. Permiten el desarrollo de procesos de solidaridad, tolerancia, búsqueda de consenso y autonomía, para mejorar la calidad de vida. Es decir, comprender, aprender a relacionarse, a elegir, a ser y a vivir, como lo hacemos en mi colegio al decir: 'Cuando lo conozco lo amo, cuando lo amo lo protejo, protejo el patrimonio de la humanidad por la vida, por lo vivo y lo vital'.

M.J.U.: Los PRAE buscan incorporar la educación ambiental en todos los procesos de la escuela; son una construcción colectiva que da paso a la interdisciplinariedad y tienen una intencionalidad de formación para la comprensión de los problemas ambientales y la cualificación de las acciones posteriores; por lo cual desarrollan competencias para el razonamiento la construcción de explicaciones, la argumentación, la comunicación, para la acción, y en general, para la vida en sociedad. Con ellos, la escuela alcanza una proyección comunitaria que incluye nuevas lecturas pedagógicas y didácticas y transforma el currículo en un contexto particular que no olvida la globalidad.

A.T.: ¿Cómo contribuyen los PRAE a la solución de las problemáticas ambientales de las comunidades en las que se encuentran las instituciones educativas?

M.J.U.: La problemática ambiental favorece una lectura transversal, ya que el entorno es el escenario cotidiano de vida, donde el alumno interactúa como individuo y colectivo y donde puede reconocerse y reconocer su mundo. En éste sentido, los PRAE, desde sus propósitos formativos, inciden en la comprensión de las problemáticas ambientales locales y en la participación de los alumnos en acciones que las instituciones y, en general, la comunidad, emprendan para proponer soluciones responsables.

A.M.V.: Los PRAE contribuyen a la apropiación y aplicación del conocimiento a una realidad particular y, por otro, a crear espacios comunes de reflexión y desarrollo de criterios de solidaridad, tolerancia y búsqueda de consenso. Esto moviliza a la comunidad educativa hacia la aplicación de soluciones interdisciplinarias a asuntos que afecten su calidad de vida, gracias a la implantación de tecnologías de desarrollo amigables con el ambiente. Los PRAE son relevantes en la búsqueda y aplicación de soluciones a largo plazo, analizadas y decididas desde una visión sistémica.

N.C.: Desde la escuela, los PRAE conciertan con las comunidades, las entidades locales, socios o aliados públicos o privados, con el fin de trabajar la situación ambiental que los alumnos analizan en su territorio. Esto permite abrir espacios de comunicación, indagación e investigación, desde el aula y la institución, para que se pueda transformar la escuela y construir un nuevo ciudadano para una nueva sociedad.

A.T.: ¿Qué sugerencias tienen para los directivos docentes y los docentes cuando se piensa en desarrollar los PRAE y su proyección
comunitaria?

M.J.U.: Un punto de partida fundamental para iniciar un PRAE es realizar una lectura del contexto ambiental de la localidad en la que se ubica la escuela y entender que las propuestas implican procesos pedagógico-didácticos conducentes a la integración de conocimientos y saberes. Se trata de comprender, proponer y participar en alternativas de solución. Por consiguiente, todo sistema metodológico debe reconocer los conocimientos cotidianos y tradicionales tan necesarios como los científicos, y los horizontes de vida y aspiraciones de las propias comunidades, para incorporarlos en el desarrollo curricular del PEI y poder contribuir, desde allí, en una formación adecuada con las necesidades y exigencias ambientales locales.

A.M.V.: Los directivos docentes y los docentes pueden participar de manera activa en los Comités Municipales de Educación Ambiental, en donde encontrarán un espacio de concertación y consulta, así como material importante. Desde allí, pueden diseñar, implementar, gestionar y ejecutar los planes de acción que llevarán a la solución participativa de los problemas ambientales que afectan a la institución y el entorno.

En la formulación de los PRAE, la comunidad educativa puede partir de los criterios fundamentales de regionalización, concertación, cogestión, participación e interculturalidad.Asimismo, se puede propiciar la vinculación de los padres y madres de familia y líderes comunitarios en los procesos educativos a fin de recoger vivencias que posibiliten un referente de identidad del individuo con su entorno y un compromiso personal y comunitario.

N.C. Un punto de partida en términos de las sugerencias es reflexionar sobre: ¿conozco la política de educación ambiental; ¿para qué y cuándo voy a realizar el PRAE?; ¿con quiénes vamos a trabajarlo?; ¿qué socios o instituciones lo apoyarán?; ¿cuál es el problema a solucionar?; ¿cómo se articula dentro del plan de estudios?; ¿cómo lo trabajaré en las diferentes áreas del conocimiento?; ¿cómo redimensiona el PRAE el currículo institucional? Para ello, es necesario conocer colegio, barrio y entorno, teniendo en cuenta los contextos social, natural, cultural, político y económico. Hay que hacer un análisis del PEI para la inclusión de la dimensión ambiental en todos los procesos institucionales: administrativo directivo, pedagógico-curricular, de proyección y comunitario y económico-financiero. Asimismo, analizar el plan educativo y el ambiental del municipio para la articulación del PRAE y la negociación con las Secretarías de Educación. Se debe ligar el PRAE institucional a los Comités Técnicos Interinstitucionales de educación ambiental del municipio o del departamento, y trabajarlo con los socios o aliados estratégicos para reflexionar sobre los asuntos ambientales de la región.Es necesario convertir el PRAE en Proyecto Educativo Institucional, así como formar de manera permanente a todo el personal de la institución, en asocio con Juntas Administradoras Locales, Juntas de Acción Comunal, universidades, las ONG y fuerzas vivas de la comunidad. Se pueden sistematizar los procesos y los medios de verificación, así como los resultados, considerando los contextos mencionados.

A.T.: ¿Por qué es importante vincular los distintos sectores al trabajo en educación ambiental?

M.J.U.: Para generar espacios de concer tación y de gestión entre las instituciones de los diferentes sectores y las organizaciones de la sociedad civil que participan en el desarrollo ambiental del país Sistema Nacional Ambiental (SINA), y formular y adelantar propuestas de carácter integral que permitan resultados de mayor impacto en formación y capacitación. Hay que fortalecer el trabajo en red, darle coherencia, credibilidad y viabilidad a las acciones que se emprendan y superar la atomización de esfuerzos, para garantizar la incorporación de la educación ambiental en los Planes de Desarrollo nacional, departamental, municipal e institucional, según los perfiles ambientales locales y regionales. Nosotros, por ejemplo, tenemos convenios intersectoriales (CORPONOR) para la sostenibilidad del proyecto.

A.M.V.: La interdisciplinariedad y la interinstitucionalidad son requisitos y características de la educación ambiental, toda vez que la solución eficaz de la problemática obedece a la aplicación de diferentes conocimientos, competencias y responsabilidades, de organizaciones e instituciones reconocidas por su quehacer educativo-ambiental. Lo ambiental es la suma de muchas circunstancias; cuando se invierte en particularidades gran cantidad de recursos económicos, materiales, humanos y técnicos, en últimas no se logra la solución del problema. De ahí la importancia de la existencia y el fortalecimiento permanente de los Comités Interinstitucionales de Educación Ambiental, cuya función principal es coordinar acciones intersectoriales e interinstitucionales. Entre los sectores que deben participar de manera activa y coordinada están: salud, agricultura, los de la producción y el comercio, la sociedad civil, organismos de control, la academia, organizaciones e instituciones de carácter ambiental y otras reconocidas que contribuyan a un desarrollo sostenible.

N.C.: Para el logro de una educación de calidad se requiere que cada sector o institución defina sus competencias y responsabilidades frente a lo educativo-ambiental, con el fin de armonizar un trabajo interinstitucional e intersectorial que eleve la calidad de vida de los colombianos y fortalezca el diseño y ejecución de políticas educativas ambientales coherentes. Igualmente, es necesaria la consolidación de los Comités Técnicos Interinstitucionales de Educación Ambiental en cada municipio o departamento, la inclusión de los PRAE al currículo escolar, trabajar los proyectos ambientales ciudadanos, y que los Comités Técnicos Ambientales elaboren el plan ambiental para su jurisdicción. Además de los sectores mencionados por Alba, añadiría: vivienda, cultura, ambiente y desarrollo y, como ocurre en Caldas, socios como la Secretaría de Educación Municipal y Departamental, Corpocaldas, las ONG, Fundación Ecológica Cafetera, Sena, Secretaría de Vivienda y Desarrollo, Universidades (de Caldas, Manizales, Nacional de Colombia sede Manizales y Autónoma), Parque Nevados, Secretarías de Planeación y Guardianes de la Ladera.

"Interactuar,integrar y participar "; No.36
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Altablero No. 36, AGOSTO - SEPTIEMBRE 2005
Debate
Crear lazos y alianzas
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