Los Acuerdos de Saneamiento y Viabilidad son herramientas que tiene la universidad pública para asumir compromisos concretos con respecto a su administración académica y financiera.

La Universidad del Valle organizó la casa por dentro. Después de afrontar varias crisis como la ausencia de rector, el no pago a los jubilados ni a los maestros, los problemas de orden público y las deudas con el sector financiero, la universidad decidió empezar de cero.

Esa decisión surgió luego de un estudio contratado por la misma institución. El diagnóstico que arrojó el estudio no podía ser peor. Incluso en los pasillos y en los salones de clases se rumoraba que la "U" iba a cerrar sus puertas. La rectora encargada, Magdalena Urham, le dijo Al Tablero que afortunadamente reaccionaron a tiempo y que, por eso, hoy pueden contar otra historia."Esta reinstitución de la universidad es fundamental porque ha permitido visualizar con una mayor coherencia los procesos que necesitaba la institución para salir de la crisis", precisó la rectora (e).

Así las cosas, la Universidad del Valle logró convertirse en la primera universidad pública del país en crear un fondo de pensiones. Además, cumplió con el pago de los sueldos atrasados de la mayoría de los jubilados y de los docentes activos de la institución. Según los entendidos, este es el primer ejemplo para las universidades de todo el país.

Los cambios

En la parte académica, por ejemplo, el Consejo Superior de la institución expidió un decreto que fija unos criterios generales sobre la asignación académica de los profesores de la universidad. Es decir que se regula -para los docentes- todo lo que tiene que ver con el oficio: el número de cursos asignados, las horas de investigación y de cátedra y lo que se ha denominado proyectos de extensión (trabajos por fuera del aula).

Este mismo Consejo Superior creó un acuerdo para promover la investigación dentro de la universidad. "Cuando se le da tiempo a un profesor para investigar es porque tiene proyectos previamente registrados en vicerrectoría", afirma la rectora (e). Además dice que con esta medida se pretende poner en primera línea de investigación a la Universidad del Valle. Estas normas son el punto de partida para organizar el trabajo interno de la universidad y contribuyen indiscutiblemente a mejorar la calidad.

Pero la gestión de la universidad no termina ahí. La parte administrativa también tiene otra cara. El Ministerio de Educación y el Icfes apoyan el proyecto Universidad del Valle Siglo XXI, que permitirá optimizar el trabajo en las áreas financiera, administrativa y de investigación. El objetivo de este proyecto es formar profesionales para ubicarlos en las áreas que se necesitan e identificar los procesos que ya no sirven y los que se deben fortalecer. La rectora encargada, Urham, enfatizó en la importancia de tener personal calificado y capacitado para el desempeño de sus funciones. Agregó que eso implica menos costos para la universidad.

En el nivel financiero se logró una refinanciación de la deuda que ascendía a 76 mil millones de pesos. Esto quiere decir que ese valor se pagará durante los próximos 12 años a un interés muy bajo. Así, las cuentas de la universidad quedaron saneadas y en orden.

El proceso de saneamiento y viabilidad de la U. del Valle tiene nombre propio. Sus gestores lo han denominado "reinstitucionalización". Quiere decir el cumplimiento de las normas propias de la institución y de las expedidas por el Ministerio de Educación y el Sistema de Educación Superior. Además le da espacio a la autoevaluación y a una rendición de cuentas tanto económicas como sociales, en línea con la responsabilidad que tiene la universidad de servir y brindar educación de alta calidad.

Las que siguieron el ejemplo

El trabajo de la universidad del Valle sirvió de inspiración para impulsar iniciativas similares en otras universidades públicas del país. Para eso, el Ministerio de Educación diseñó un proyecto piloto con el que pretende reorganizar las universidades públicas y ayudar a su saneamiento y permanencia. Inicialmente el proyecto se está adelantando en 4 universidades: la de Cartagena, la Industrial de Santander, la de Córdoba y la del Atlántico.

Esta experiencia piloto se desarrolla en dos fases. La primera consiste en el diagnóstico de la situación de la universidad. Y la segunda, en la definición de los lineamientos y parámetros para los procesos de transformación.

Además, el programa tiene como objetivo crear un mecanismo que promueva el ejercicio responsable de la autonomía universitaria, garantizar que haya un control en el área financiera, trabajar por la excelencia en la calidad de la educación y permitir que exista equidad en los cupos de la universidad pública.

Las universidades son estudiadas en materia financiera, académica y administrativa para identificar y precisar los aciertos o desaciertos que se presentan dentro de la institución. Los resultados de este análisis permitirán mejorar las condiciones y construir una cultura organizacional para afrontar los retos, las necesidades y la permanencia de la universidad pública en el presente y futuro del país.

Con estas acciones se busca recuperar la calidad en la educación y en especial rescatar la universidad pública como polo de desarrollo, de generación de conocimiento y liderazgo.

La Universidad del Valle logró una refinanciación de la deuda que ascendía a 76 mil millones de pesos. Este valor se pagará durante los próximos 12 años a un interés muy bajo. Así, las cuentas de la universidad quedaron saneadas y en orden.