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Discurso Ministra de Educacion, Cecilia María Vélez, durante la inauguración de la Asamblea Nacional por la Educación

Señores Asambleístas:

Estamos reunidos a partir de hoy y hasta el próximo martes 7 de agosto en esta Asamblea, con una gran tarea por delante: entregar al país el nuevo Plan Nacional Decenal de Educación 2006 - 2015, o de pronto como dicen algunos de los tableros, 2006 - 2016 que es una propuestas que les vamos a hacer para que incluyamos el año de elaboración del Plan en el periodo vigente, un plan construido por los colombianos y que deberá constituirse en la carta de navegación para los gobernantes, la comunidad educativa y la ciudadanía en general, durante los próximos diez años.

El interés que tantos colombianos han mostrado en este proceso es reflejo de que la educación es un tema fundamental que preocupa y ocupa hoy al país. La educación como parte esencial de la equidad, de la competitividad y de la construcción de la paz es hoy un interés nacional de primer orden. En este sentido, el país y cada uno de nosotros tenemos en la construcción del Plan, y específicamente en esta Asamblea, una oportunidad histórica de participar en la definición del futuro de la educación, en el marco de los avances y los desafíos que impone el siglo XXI.

Hoy tenemos el privilegio de trabajar juntos: instituciones, estudiantes, docentes, padres de familia, ciudadanos y gobierno, en la definición de la agenda educativa para los próximos 10 años. Desde el ministerio hemos realizado un seguimiento muy cercano a todo aquello que los participantes han venido aportando en este proceso de construcción del plan decenal y vemos acuerdos fundamentales sobre muchos de los temas que nos interesan. También hemos encontrado desacuerdos que, con la fuerza de la dialéctica, pueden convertirse en un incentivo para la discusión y la construcción de propuestas novedosas.

A través de los diferentes foros y mesas de trabajo, los colombianos han contado qué es lo que quieren y cuáles son sus inquietudes en materia de educación en los albores de este nuevo siglo:

  • Que el Estado garantice el derecho a la educación en condiciones de equidad para todos, desde la formación inicial hasta la educación superior. Quieren más educación para todos los colombianos.
  • Que la educación promueva una sociedad incluyente, pluriétnica y multicultural, que sea una educación de calidad y que incluya a las poblaciones más vulnerables.
  • Que la educación forme seres humanos integrales.
  • Que se orienten más recursos hacia la educación.
  • Que la educación contribuya a la transformación social, fomente la democracia y forme ciudadanos libres y autónomos.
  • Que se fomente la creación de conocimiento, la ciencia y la tecnología como herramientas fundamentales para el desarrollo productivo del país.
  • Que se reconozca al estudiante como un sujeto activo dentro del proceso educativo.
  • Que la educación permita al país insertarse en el mundo globalizado mientras mantiene su autonomía y su identidad.

Compartimos estos propósitos. Queremos que la educación haga posible el progreso individual y colectivo para los colombianos, que la equidad en la educación nos traiga entendimiento mutuo y que brinde oportunidades para que todos logremos una vida más plena. Necesitamos que Colombia sea un país más digno y viable para nosotros mismos y que sea competitivo en el mundo.

Por eso estamos adelantando la Revolución Educativa: una Revolución que construye sobre los avances realizados por anteriores administraciones. Una Revolución que tenemos como propósito impulsar y potenciar, con la resuelta voluntad del gobierno y el acompañamiento de los colombianos.

Desde el año 2002, la Revolución Educativa se convirtió en uno de los pilares fundamentales de la política social de este gobierno y propuso metas específicas en cobertura, calidad, y eficiencia con las que estamos enfrentando el retraso educativo que traía el país.

En cobertura

La oferta educativa para todos es un asunto de justicia y de equidad. Esto quiere decir que para que exista un solo país tenemos que incluir en el sistema educativo a todos los niños y jóvenes de Colombia, haciendo énfasis en los más vulnerables.

La cobertura es también un asunto de competitividad, la cual se hace indispensable para que Colombia llegue al nivel de desarrollo que espera. Alcanzarlo implica aumentar la formación del recurso humano en todos los niveles, a través de una educación apropiada y de calidad, eliminando así barreras para la competencia y el crecimiento de la inversión.

Los resultados en cobertura nos señalan que vamos por buen camino.

En el año 2002 nos propusimos crear un millón 500 mil nuevos cupos en educación básica y media con el objetivo de acercarnos a coberturas totales. Tras la creación de 1'419.427 cupos, la cobertura en educación básica y media pasó del 82 al 90 por ciento. En estos logros hay que resaltar la entusiasta participación de las Secretarías de Educación departamentales y municipales. Al final de este cuatrienio habremos alcanzado la cobertura universal en educación básica una aspiración que se había consignado en la Constitución del 91. El reto se centra en incluir en el sistema a los más vulnerables.

La tarea no ha sido fácil, porque el conflicto colombiano en la década pasada, con fenómenos como el desplazamiento de comunidades o de profesores, dejó por fuera del sistema educativo a muchos colombianos. Por esto además de hacer especial énfasis en la educación rural y en la inclusión de niños desplazados, hemos alfabetizado a 461.370 jóvenes y adultos en todo el país, y esperamos, al final de este cuatrienio, llegar a la meta de1 millón de personas.

Hoy, cuando estamos cerca de alcanzar las coberturas totales en educación básica y media, vemos con claridad que el desafío es ampliar las oportunidades de acceso a la educación superior. Esta es la demanda creciente de los jóvenes en todas las regiones del país. Con el aumento de un 52% en el número de bachilleres durante el último cuatrienio, (de 414.307 en el 2002 pasamos a 630.086 en el 2006), es cada vez mayor la presión por alternativas de profesionalización.

En el período 2002-2006 logramos crear 301.580 nuevos cupos en la educación superior, con lo cual pasamos de una cobertura del 20 al 26 por ciento, con una ampliación muy importante de la oferta pública. En este proceso jugó un papel fundamental el crédito educativo a través del ICETEX y la desconcentración de la oferta por medio de los Centros regionales de Educación superior (CERES). Adicionalmente se empezó a reflejar en la matrícula una mayor pertinencia frente a los requerimientos del mercado, cuando la educación técnica y tecnológica pasó de representar un 18 por ciento del total de estudiantes universitarios en el año 2002 a un el 25 por ciento en el 2006.

En los próximos tres años, vamos a lograr que la cobertura en educación superior alcance el 34 por ciento. Para conseguirlo, será necesario continuar adecuando la oferta a las nuevas condiciones del país y del entorno global y en consecuencia, se mantiene la prioridad en la ampliación de la formación adecuada a los requerimientos del mercado laboral, el cual nos da señales sobre la necesidad de fortalecer la formación técnica y tecnológica y demanda claras líneas de acción orientadas a crear un vínculo permanente con el sector productivo.

La revolución educativa en calidad

El Ministerio es consciente de que no tiene mucho sentido ampliar la cobertura si ésta no viene acompañada de un esfuerzo sostenido por mejorar la calidad. Es en el campo de la calidad educativa en donde se encuentra la verdadera revolución, y es aquí donde tenemos los más grandes desafíos.

Creemos firmemente en que el objetivo del proceso educativo es el desarrollo de un conjunto de competencias en los educandos. Por esta razón, las estrategias han estado enfocadas en propiciar que los estudiantes, a lo largo de la vida, aprendan lo que necesitan aprender, lo sepan aplicar y puedan así transformar su entorno para lograr una mejor calidad de vida. Pero somos conscientes de que la calidad se genera en la institución educativa, en el aula de clase y por esto la política se ha orientado a mejorar el quehacer de las instituciones educativas.

En consecuencia nos propusimos poner en práctica "el ciclo de la calidad" sostenido en tres pilares: la definición de estándares de competencias, la aplicación de pruebas que midan los avances de las instituciones en todos los niveles y la puesta en marcha de planes de mejoramiento y de sistemas de aseguramiento de la calidad.

En el periodo anterior trabajamos en la definición de las competencias básicas y sus estándares. Para educación básica logramos establecer estándares en las competencias comunicativas, matemáticas, científicas, y ciudadanas. El reto para el periodo 2006-2010 es el de la definición de los estándares correspondientes para la educación superior.

Es de resaltar el esfuerzo que hemos venido haciendo en la definición, evaluación y apoyo al desarrollo de competencias ciudadanas. Somos un país pionero en definir explícitamente entre los objetivos del sistema educativo el lograr desarrollar desde la escuela los valores y destrezas que hacen posible la convivencia democrática y pacífica. Esto, sin lugar a dudas, ha sido el requerimiento de una sociedad que aún se debate en una situación de violencia y que anhela la paz.

Consolidamos un sistema de evaluación con el objetivo de generar la información a partir de la cual las instituciones educativas puedan gestionar autónomamente procesos de mejoramiento. En ese sentido, se institucionalizaron las pruebas SABER para los alumnos de los grados 5º y 9° y las pruebas ECAES para los alumnos que cursan el último año universitario. Asimismo articulamos a este sistema el ingreso a la carrera oficial de los docentes y directivos de la básica, cuya prueba inicial hoy administra el Icfes.

Adicionalmente buscamos comparar a nivel internacional los resultados de nuestros estudiantes, para lo cual participamos en el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) 2006, en el Segundo Estudio Regional Comparativo de la Educación (SERCE) 2006 y en el Tercer Estudio de Tendencias en Matemáticas y Ciencias 2007.

La tarea que resta es buscar una mayor efectividad y coherencia de este sistema de evaluación, y consolidar el ICFES en esta función. Debemos lograr que las pruebas evalúen cada vez más las competencias, y que mejoren en comparabilidad y en consistencia.

Buscando cerrar el circulo de la calidad con los planes de mejoramiento para la educación Básica y Media, tanto el Ministerio como las Secretarías de Educación estamos transformando el apoyo tradicional a las instituciones educativas, para asumir la función de acompañarlas y darles herramientas que les permitan mejorar la calidad. A través del trabajo con las Secretarías de Educación, promovimos la formulación de planes de mejoramiento y mediante proyectos con socios locales (universidades y otros actores), acompañamos a más de 2.000 instituciones en todo el país en la formulación de dichos planes.

En Educación Superior, se ha puesto en marcha el Sistema de Aseguramiento de la Calidad. El registro de condiciones mínimas para los programas y la acreditación de alta calidad han contribuido al fortalecimiento de la autoevaluación permanente y la incorporación del concepto de calidad en todas las áreas misionales de las instituciones. Entre 2004 y 2006, se verificaron las condiciones mínimas de 5.196 programas, que representan el 70% del total en funcionamiento. 529 de ellos cuentan con acreditación de alta calidad. Asimismo, 12 universidades lograron la acreditación institucional, 4 oficiales y 8 privadas.

Las necesidades de inserción del país en el mundo, han establecido la urgencia de poner en marcha acciones generales que incidan en todo el sistema educativo, en dos áreas: el uso de nuevas tecnologías como herramienta pedagógica, y el aprendizaje de una segunda lengua.

En cuanto a adopción de tecnologías de la información y la comunicación, estamos desarrollando un programa que incluye el equipamiento en computadores y conectividad, el desarrollo de contenidos y la capacitación de maestros e instituciones.

El trabajo conjunto con las Secretarias de Educación y el Ministerio de comunicaciones a través de sus dos programas: Computadores para Educar, y Compartel, ha permitido pasar de una disponibilidad en el sistema público de educación básica, de 142 estudiantes por computador en el 2002 a 45 hoy, y buscamos llegar año 2010 con por lo menos un computador por 20 niños. Pasamos de un 4% de instituciones conectadas a Internet en el 2002, a un 40% en 2006, hoy podemos decir que aproximadamente el 60% de la matrícula publica cuenta con acceso a la conectividad.

En la producción de contenidos y en la búsqueda de un uso mas complejo y útil del Internet hemos avanzado en la consolidación del Portal Colombia Aprende. Este Portal marca, indiscutiblemente, una manera distinta de concebir la pedagogía en Colombia. A través de él, se ha permitido que la comunidad educativa, en un espacio virtual, sin restricciones de tiempo ni de lugar, empiece a convertir el trabajo escolar y de investigación, en actividades que promueven la creación y la participación, la pluralidad y la interacción y que permiten la formulación de propuestas de colaboración, interdisciplinarias y multiculturales.

El Portal Colombia Aprende cuenta hoy en día con más de 260.000 usuarios registrados, 25.000 visitas diarias, más de 12.000 contenidos nacionales e internacionales y con servicios y productos para usuarios de todo el sistema educativo desde el preescolar hasta la universidad.

Para apoyar a los maestros en el proceso de introducir el uso de las Tics hemos realizado una capacitación básica a 110.000 docentes, y han participado en proyectos de uso más avanzado 47.000 docentes. En cuanto a los docentes de la Educación Superior hemos entrenado 2.200 como tutores para educación virtual, de universidades tanto públicas como privadas.

Todas estas acciones se expresan ya en hechos tangibles de mejoramiento de la calidad, como es la evolución de los resultados de las pruebas de los estudiantes de básica (Saber 2002-2005) que, aunque lenta, evidencia una reacción positiva del sistema. Los resultados del segundo semestre de 2006 de las pruebas SABER dieron un promedio ponderado de las áreas evaluadas de 57,5, frente al 55,2 de 2003. Y en avance de las instituciones oficiales en las clasificaciones derivadas de los exámenes del ICFES.

En el sistema de educación superior, ya se percibe una evolución en el fortalecimiento de la investigación -el país cuenta hoy con 2.074 grupos reconocidos por Colciencias, 1530 más que en 2002- y las nuevas ofertas de programas que se adecuan mejor a las necesidades del país.

La revolución educativa en eficiencia

Nuestro tercer gran reto ha sido modernizar el sector: el sistema administrativo del Ministerio, el de las secretarías de educación y el de las universidades públicas del país, con el fin de garantizar un uso más efectivo de los recursos.

Desde mediados de 2005, el Ministerio de Educación trabajó para alcanzar las certificaciones de Icontec, ISO9001 y GT1000, las cuales le fueron otorgadas en 2006, convirtiéndose así el Ministerio en la primera entidad estatal en recibir este reconocimiento a la calidad de sus servicios. Hoy el Ministerio es una organización con una cultura y una orientación estratégicas, que planea y ejecuta con base en el conocimiento, en la formulación de objetivos precisos y en el logro de metas claras.

Emprendimos un proyecto de modernización de las Secretarías certificadas, para organizar haciendo énfasis en procesos misionales que buscan guiarlas en el manejo de recursos y en su ejecución. Sin embargo es necesario reconocer que no todas han tenido un desarrollo similar, y en muchas regiones persisten problemas organizativos y políticos importantes.

Asimismo, el trabajo conjunto entre el Viceministerio de Educación Superior y las instituciones del sector, con el fin de mejorar la capacidad de gestión de estas últimas, ha llevado a una transformación en los sistemas de información de las instituciones y en la gestión de los procesos académicos mediante el uso de información útil.

Tal vez el avance más importante en términos de modernización del sector sea haber logrado basar nuestras decisiones en información confiable. Con la conformación de un sistema propio de recolección de información del sistema educativo, todo el sector cuenta hoy con información más relevante y oportuna.

MIRANDO HACIA EL FUTURO

Somos conscientes de que, pese al esfuerzo, los retos adicionales son inmensos y es imposible alcanzarlos sin el compromiso decidido de todos y cada uno de nosotros. Este Plan Decenal es la oportunidad propicia para reiterar la importancia de dar una respuesta conjunta y oportuna a las expectativas de la sociedad colombiana. Trabajemos en equipo para apoyarnos, enseñar lo que sabemos y aprender de los otros.

Los aportes en cada uno de los temas han sido muy enriquecedores y quisiera anotar algunos puntos que espero puedan ser discutidos en profundidad con el fin de que estemos más cerca de convertir los sueños en acciones y realizaciones.

Los participantes nos han dicho que es necesario trabajar por una educación que responda a las demandas del Siglo XXI. Es necesario que profundicemos las propuestas, para abordar el desafío de la sociedad del conocimiento, dando mayor claridad a la definición de los objetivos y las prioridades de la educación. Quisiera que concretáramos qué es lo debe hacerse para que el sistema educativo efectivamente forme niños preparados para construir y transformar conocimiento para que el país pueda insertarse en una sociedad globalizada

Los participantes han evidenciado un gran interés en que el sistema educativo integre la ciencia y la tecnología como herramientas para la transformación del entorno. En este tema hemos visto la necesidad de dar respuesta al mercado laboral y la búsqueda de una mejor calidad de vida para los colombianos.

Hemos tenido una amplia discusión acerca de la importancia de ofrecer educación inicial a los niños menores de 5 años. Pero hemos visto distintos enfoques sobre la manera de atender esta demanda. Si debe hacerse a través de la extensión del sistema educativo existente o si debemos hacerlo mediante alternativas diferentes que permitan integrar la protección con la educación.

Parece existir consenso con respecto a una renovación pedagógica con el apoyo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Debemos avanzar en que las TIC apoyen el proceso de aprendizaje de estudiantes más autónomos y permitan la construcción de relaciones diferentes entre estudiantes y docentes.

Sabemos que los docentes son el recurso más importante con que contamos y que es necesario que estén cada día mejor preparados para enfrentar los requerimientos de los estudiantes. Espero que en estos días podamos ahondar sobre la mejor manera de preparar e incentivar a los docentes con el fin de garantizar la calidad de su desempeño.

Todos estamos de acuerdo en que la educación es un derecho fundamental. Para garantizar este derecho es importante que precisemos las responsabilidades de los actores principales: el Estado las instituciones educativas, los padres de familia, los docentes, los estudiantes, las organizaciones de la sociedad civil y el sector productivo,

El trabajo que nos espera es arduo. Les deseo unos días muy productivos y espero con ansia recibir el martes de manos de ustedes un plan indicativo que nos una alrededor de un acuerdo nacional por la educación. Los invito a trabajar con entusiasmo y compromiso por el futuro de los niños y los jóvenes de nuestro país. El reto no podría ser más importante.

Muchas gracias.

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