Es innegable que la evaluación sistemática ha aumentado sostenidamente su presencia en las escuelas de todo el mundo, en la última década. También es cierto que, a veces, ella implica que los directores deban reprogramar las tareas de la escuela, los maestros interrumpir sus lecciones diarias y los alumnos pasar por momentos de ansiedad. Por ello la evaluación sistemática no siempre es bienvenida y algunas veces es considerada una molestia.

¿Qué es entonces lo que hace tan importante a la evaluación sistemática y particularmente a la estandarizada, a pesar de las molestias y disrupción que a veces lleva aparejadas? Su trascendencia surge de la misma razón por la cual los exámenes médicos periódicos de las personas y la constante verificación del rumbo y la altitud de los aviones en el aire, son acciones indispensables.

Las pruebas son la forma sistemática y continua de constatar el avance del aprendizaje de los alumnos en la dirección y en el ritmo adecuados.

Sin embargo, es aun más importante señalar que la aplicación de prueba alguna tiene sentido si ella no genera una acción posterior de corrección del proceso de aprendizaje, ya que su propósito último es la generación de decisiones para mejorar el rendimiento de los alumnos y últimamente la calidad de la educación.

Habiendo dicho todo lo anterior, es necesario agregar que lo que sí es imprescindible de asegurar es que cuando los resultados de las pruebas sean entregados en un nivel determinado de decisión, por ejemplo en el del aula, estos sean inteligibles y útiles, en este caso, para los maestros. Y eso implica que la información vaya mucho más allá de un simple puntaje el que, por sí solo, no les indica mayor cosa respecto del aprendizaje real de sus alumnos.

Principios básicos
En algunos países del mundo, donde hoy suceden reformas radicales de la educación y donde también la riqueza de esas naciones ha permitido incorporar las más modernas metodologías, la aplicación de pruebas estandarizadas es un elemento central. Tal es el caso del pequeño emirato de Qatar, en el Golfo Arábico, donde la evaluación fue concebida como un elemento crítico y esencial de la reforma. La reforma de Qatar considera como principios básicos la independencia de las escuelas, la flexibilidad curricular y la responsabilidad de las instituciones educativas sobre los resultados de sus alumnos.

Por lo tanto, es imprescindible que exista hacen buen uso de su independencia en beneficio del aprendizaje de sus alumnos, si a través de la flexibilidad curricular ellas alcanzan los estándares establecidos y, en suma, si cumplen su rol de hacer que los alumnos aprendan al más alto nivel, lo cual se logra con la evaluación sistemática, masiva y continua.

La componente evaluativa de la reforma qatarí reviste dos connotaciones esenciales. La primera, que es sistémica, pues considera proveer información coordinada en los cuatro niveles fundamentales de agregación: el país, la escuela, el aula y el alumno, con herramientas que interactúan, son no-redundantes y sí complementarias. La segunda, integral, en cuanto busca, deliberadamente, abarcar el más amplio abanico de competencias posibles de ser evaluadas de forma sistemática.

Toma de decisiones
La información para la toma de decisiones en el nivel nacional está basada en dos conjuntos de elementos. El primero, que se basa en la comparación global, está constituido por la participación de Qatar, de forma censal, en tres series de estudios internacionales, a saber: Programme for International Student Achievement (PISA), en Ciencias, Matemáticas y Lenguaje, cubriendo a toda la población escolar de quince años de edad.

Trends in Mathematics and Science Study (TIMSS), en Matemáticas y Ciencias, para grados 4° y 8°. Progress in International Reading Literacy Study (PIRLS), en Lectura de la Lengua Materna, para grado 4°. (Para conocer más en detalle en qué consisten estas pruebas, vaya a la sección de De Coyuntura).

Estas comparaciones permitirán determinar cómo se ubica el país frente al resto del mundo en las materias fundamentales y en niveles de grado claves.

El segundo conjunto, que se sitúa en el plano nacional, está constituido por la aplicación de la batería denominada Qatar Comprehensive Educational Assessment Program (QCEA) (Programa Qatarí de Medición Educacional Integral) y el Qatar Classroom Assessment Program (QCAP) (Programa Qatarí de Evaluación en el Aula).

El QCEA está apoyado por un conjunto de cuestionarios para directores, maestros, padres y alumnos, que mide a todos los estudiantes de grados 3° a 11°; por el momento sólo se aplica en Árabe como lengua materna, Inglés como segunda lengua, Matemáticas y Ciencias. Las pruebas se basan en los Estándares Curriculares Nacionales de Qatar, expresados en competencias y contenidos.

Esta batería, que se aplica desde 2004, utiliza preguntas de selección múltiple y varios tipos de respuesta abierta, con las que se mide la capacidad que tienen los alumnos de producir textos, lo que implica que en Lenguaje se evalúe comprensión de escritos y de lenguaje oral y que en el futuro próximo también se agregue la producción del lenguaje hablado.

En Ciencias, a través del uso del computador, se empiezan a medir competencias de ejecución, y en Matemáticas lo que podríamos denominar matemáticas mentales: el uso de las Matemáticas para la estimación de relaciones y cantidades, sin la realización de operaciones escritas.

Sin embargo, las características más innovativas del sistema de evaluación estandarizado qatarí son: los resultados se entregan en puntajes y en escalas de niveles de competencia, las que señalan concretamente qué son capaces de hacer los alumnos. La segunda, se refi ere a que la calificación de las respuestas de las preguntas abiertas se realiza en línea, aunque se sigue haciendo con base en calificadores humanos; esto facilita el proceso enormemente, ya que los plazos para la entrega de resultados se reducen notablemente y la objetividad puede ser verificada de un modo más eficaz.

Por último, de manera periódica se realiza una auditoría externa acerca del alineamiento de las pruebas con los estándares curriculares, que constituye una verificación de la validez de los instrumentos.

La segunda batería, Qatar Classroom Assessment Program (QCAP) (Programa Qatarí de Evaluación en el Aula), es un conjunto de instrumentos alternativos y complementarios de las pruebas estandarizadas para aplicarse en los tres primeros grados, de manera masiva, y en ciertas materias en los demás grados. Busca complementar la información proporcionada por la QCEA, en aquellas competencias que no son posibles de ser medidas con estas últimas pruebas. Estos instrumentos incluyen, entre otros, portafolios e ítems de desempeño.

Cruce de información
Para usar los resultados en la toma de decisiones de política educativa nacional, estos se entregan agregados por estratos demográficos y tipo de administración de la escuela.

La fuente de información utiliza los mismos datos del QCEA y QCAP, esta vez agregados al nivel de la escuela, incluyendo comparaciones entre aquellas de un mismo tipo (públicas, privadas pagadas y privadas gratuitas) y respecto de los promedios nacionales.

En el aula los datos del QCEA son también útiles, aunque adquieren especial relevancia los del Programa Qatarí de Evaluación en el Aula (QCAP). Con esto, cada maestro contará con información anual del desempeño de cada alumno, cruzada por medio del uso de instrumentos de distinto tipo.

Finalmente, a partir de 2006, los padres recibirán información de los resultados obtenidos por sus hijos en la aplicación de los instrumentos del QCEA, expresados tanto en puntajes, como en niveles de competencia, por materia y por sub-dominios. En los años venideros se pondrá en efecto un informe que incluirá, además, los resultados de los alumnos en los instrumentos alternativos de la batería QCAP.

El caso de Qatar permite apreciar, en primer lugar, que la medición del rendimiento escolar no tiene porqué ser rígida. En segundo término, muestra que la obvia limitación de las pruebas estandarizadas se puede superar por medio del uso de instrumentos alternativos aplicados de manera masiva.

Finalmente, revela que distintos tipos de instrumentos de medición combinados, pueden contribuir a entregar un panorama más integral y exhaustivo del aprendizaje de los alumnos.