El Colegio Departamental Femenino Teodoro Aya Villaveces, ubicado en Fusagasugá, Cundinamarca, es una de las experiencias más exitosas entre las instituciones que firmaron el convenio con el Sena y que tiene un camino recorrido en el desarrollo de las competencias laborales.

"Las niñas, con solo 15 años, ya saben hacer un producto e iniciar una empresa, llevar cuentas, hacer una hoja de costos, algo que muchos adultos no han vivido", señala Nancy Esneda Cortés, maestra de los grados 9º y 11º.
Este colegio de modalidad técnica en gestión empresarial, es una de las instituciones que firmaron el convenio interadministrativo Sena-Secretaría de Educación, con el fin de que los estudiantes obtengan tanto su título de bachiller como la certificación laboral otorgada por el Sena, lo que les abre muchas puertas. Como indica John Bejarano, uno de los docentes del área de Gestión Empresarial: "la propuesta surgió en 1997 por iniciativa de la Gobernación. La acogimos en Fusa porque cuando las niñas salían del bachillerato no sabían a qué dedicarse laboralmente y eran contratadas en oficios mal remunerados. Se buscó que fuera práctica y que generara trabajo para ellas y sus familias".

¿En qué consiste

el Programa?

El programa de gestión empresarial se inicia desde el grado sexto, con los fundamentos teóricos. En décimo y once desarrollan la propuesta y es así como en este momento tienen 99 proyectos que abarcan diferentes sectores económicos. "Hay algunos que son muy rentables. Al finalizar el grado undécimo se liquidan esos dineros y los pueden utilizar para financiar su educación superior o continuar con la microempresa", señala Fernando de la Cruz, profesor de grado 11.

"Pensamos que no podíamos jugar a ser empresa, teníamos que prepararlas. Hicimos el plan de estudios y establecimos que todas las empresas debían involucrar procesos productivos, de mercadeo, finanzas y manejo de recursos humanos. Es así como cada empresa tiene una estructura, con cargos que se van rotando, manual de funciones, organigrama, cronograma de trabajo, estrategias, objetivos, metas que cumplir, porque son empresas que buscan una utilidad económica, que les retribuya ganancias por el trabajo y una utilidad social, que aprendan a ser personas que le van a servir a la sociedad", enfatiza el profesor Bejarano.

Es exigencia del colegio que el mercadeo de los productos se haga por fuera de la institución. Las zonas escogidas por las estudiantes son las comprendidas en el área geográfica de su vivienda.

Este trabajo se desarrolla con las áreas del currículo, en los planes de estudio de las diferentes áreas. Por ejemplo, en español se maneja lo que tiene que ver con la parte empresarial, hojas de vida, informes; en inglés, a partir del grado 10 reciben inglés técnico para negocios y empresarial; en sociales hay énfasis en economía y globalización.

Los profesores crearon los módulos "Aprender a Emprender con la Gestión Empresarial", ante la dificultad de encontrar textos que hablaran de empresa y de trabajo. Presentaron la propuesta a la Secretaría de Educación de Cundinamarca y obtuvieron su aval; se consolidaron como empresa y han trabajado con los módulos durante dos años como herramientas teóricas. También se los han entregado a otras instituciones.

El desarrollo

de competencias laborales

Las competencias laborales generales que se desarrollan son gestión, liderazgo, creatividad, administración de empresa, producción y mercadeo de productos y/o servicios. Las competencias individuales son las específicas de la empresa que están desarrollando. Se basan en un estudio de mercado que incluye el análisis de la zona de ventas, diagnóstico, proyección, propuesta de mercado y ventas.

Luz Marina León, rectora del Colegio Departamental, argumenta que este desarrollo de competencias laborales da la oportunidad a las estudiantes de introducirse en el mundo productivo, ser autogestionarias, abrirse otros caminos y tener otra visión del trabajo.

"Algo fundamental dentro de las competencias es que además de aprender a aprender -en el que reciben las nociones que van a aplicar-, consideramos otros dos elementos: aprender a ser y aprender a hacer. En el primero llevan a la práctica los conocimientos teóricos y las observaciones de docentes y asesores, para que mejoren el trabajo de las empresas y hacerlas más competitivas. En el aprender a ser crecen como personas y adquieren valores que más adelante son indispensables en el desarrollo que tenemos como seres humanos. Esos valores harán de ellas líderes del municipio y del país", subraya el profesor Bejarano.

Las empresas

Rosas en miniatura de colores exóticos y diversos en una sola planta, café con sabor a canela y brandy, hojaldras, pulpa de fruta, arequipe, postres, paquetes turísticos por Fusagasugá y sus alrededores, jabones aromáticos, son apenas algunas de las muestras de las 99 microempresas que manejan las estudiantes.

Cindy Marentes, gerente general de Emprovicol, empresa encargada de la producción de injertos de minirosa y rosa y la comercialización de plantas, cuenta que con sus compañeras injertan, visitan diferentes viveros y averiguan precios. "Esta práctica es una manera de pensar en nuestro futuro, pues cuando salgamos de estudiar podemos dedicarnos a esto".

Angel José Mikán es el dueño del vivero donde trabajan las niñas y el padre de una de ellas. Decidió apoyarlas facilitándoles un terreno en el vivero porque pensó en el futuro de los productores de plantas ornamentales de Fusagasugá y Chinauta. "No hay quien colabore en el manejo de la administración, es lo más difícil para nosotros por la falta de preparación. Son muy poquitos los viveros que llevan la parte contable y de producción. La única alternativa, entonces, son nuestros hijos, que nos colaboren más adelante. Yo las asesoro en la parte de producción y ellas nos ayudan en la comercialización, que es lo que más necesitamos los productores de la zona", señala Mikán.

La experiencia ha sido exitosa porque ha acercado la institución educativa al mundo laboral, a través de su cercanía con la realidad y porque al estar certificada por el Sena, permite a sus estudiantes aprender a emprender a través de un programa reconocido como idóneo en la sociedad.

Este colegio, que se ha ubicado en la categoría Alto en las pruebas del Icfes, en sus dos jornadas, espera tener este año las primeras bachilleres técnicas certificadas por el Sena como gestoras de microempresas. A su vez, el Sena le dará al colegio el mismo papel de certificador, por el nivel alcanzado en el desarrollo del trabajo, con el fin de que vaya a otras instituciones del municipio y de la región a capacitar, asesorar y hacer seguimiento en gestión empresarial.