Actualizado el 15 de Agosto de 2013

Transformación, una palabra que representa un desafío para quien pretende asumirla con el compromiso que amerita. Julie Berónica Ángel Becerra

Para ser formador se necesita una excelente formación, vocación de servicio, voluntad, disposición y trabajo en equipo pero sobretodo, un alto grado de tolerancia y humildad para entender la razón de ser de "Todos a Aprender".

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Transformación, una palabra que representa un desafío para quien pretende asumirla con el compromiso que amerita. Y este reto implica entender que para ser formador se necesita más que de una excelente formación, de una excelente vocación de servicio, de voluntad y de disposición, de trabajo en equipo, pero sobretodo, de un alto grado de tolerancia y humildad para entender la razón de ser de "todos a aprender".

En coherencia con lo anterior, dispongo de la mejor actitud y esfuerzo para orientar a mis tutores en un acompañamiento y formación efectiva a sus docentes. También, de la propiedad que me brindó el "Plan Formador" (estrategia del programa para las regiones donde no hay tutores y los formadores asumen ese rol para haciendo directamente el acompañamiento a los docentes de los establecimientos educativos focalizados). En todas estas experiencias más que dar he recibido; más que enseñar he aprendido y más que cumplir una función he visto en mi labor la oportunidad de llegar a regiones que nunca antes había visitado para entender otras formas de pensar y de hacer las cosas y comprender cuán grande es la responsabilidad de enseñar y lo importante de dar testimonio con el ejemplo. Hoy se dónde se encuentran los verdaderos héroes de Colombia.

Finalmente, de Sucre a Nariño, en moto, carro o en avión las distancias se hacen cortas ante la posibilidad de llegarle a los docentes de cada rincón del país para poner al servicio de Dios y la patria: formación, compromiso y ganas de ser trascendente ante la promesa de un futuro mejor para los niños y niñas de Colombia.