Actualizado el 10 de Julio de 2013

Un clic por la educación de mi país. María Dennise Vanegas

El Programa Todos a Aprender, un espacio y una oportunidad para ser maestra

imagen foto_g.jpg

Hacia el mes de Julio de 2011, recibo un correo de la coordinadora del grupo MES (Matemáticas, Educación y Sociedad), con una invitación a participar en la convocatoria para ser formadora del Programa Todos a Aprender, muy animada empiezo a recoger los documentos y los envío a la persona encargada en el MEN. A principio de Agosto me cuentan algunos compañeros que ya los habían llamado para hacerles una entrevista, pero a mí no; siento un poco de nostalgia sin embargo, sigo mi vida de maestra, si porque esa es mi profesión, mi vocación y mi vida.

Como en septiembre veo la convocatoria publicada en la página del MEN, y me ilusiono nuevamente, haciendo un clic, y muchos más para todo el proceso de inscripción en línea, inicialmente como tutora porque aún no tenía clara la diferencia; pero unas semanas más tarde uno y otro clic, hasta completar todo el proceso, con paciencia con mucho ánimo, añorando formar parte de este gran sueño, de este proyecto, en el cual cada día creo más.

Así fue como entre octubre y noviembre presenté los exámenes y entrevistas correspondientes, pensando siempre "esto es lo mío "yo debo estar allí"; no fueron nada fáciles los procesos y más que todo, era a través de correo, escáner, videollamadas.

El 8 de diciembre, al abrir mi correo, un gran ¡Si! salió de lo más profundo de mi ser, aturdiendo a quienes estaban presentes en una sala de Internet de un hotel donde me encontraba de paseo. Salí corriendo a contarles a mis compañeros de viaje, maestros también, quienes me bombardearon a preguntas, ¿y por qué vos?, ¿cómo lo lograste?, ¿vas a arriesgar tu puesto en el colegio?, en fin, pero en ningún momento lo dudé, solo tenía ilusiones y seguía soñando con Todos a Aprender.

Las respuestas que daba a todos:
- Es que exigen maestría, y experiencia en el trabajo con docentes.
- A mí me gusta la didáctica de las matemáticas, yo tengo el perfil.

" Jugamos escuelita?" uno de los juegos tradicionales de mi niñez, preguntaban mis amiguitas, claro les respondía, siempre y cuando yo sea la maestra, de lo contrario no había juego. Esto ocurría en mi bello Santa Rosa de Osos, municipio que me vio nacer, crecer y educarme gracias al empuje de mis padres, para quienes la educación sí que era un derecho y un deber fundamental. Allí pude hacer mis estudios en la Normal Superior Pedro Justo Berrío, donde también unos años más tarde me desempeñé como profesora de matemáticas y Física.

Apenas me estaba graduando como maestra bachiller en el año 1984 cuando me llamaron de un colegio privado (San Marcos en Envigado), para que empezara a desenvolverme como maestra de primaria; si así contando con la única experiencia de la práctica que desarrollábamos en la Normal, pero con unas ganas inmensas de aprender a aprender, a enseñar, a ser maestra. Mi maleta venía cargada de esperanza, de un montón de creatividad desarrollada en mi querida Normal con los compañeros, en los grupos de oración, los deportes, los proyectos pedagógicos, las obras de teatro, la poesía, y la gran pasión por el conocimiento, en especial de las matemáticas, me las disfrutaba tanto, gracias a grandes maestros como Floralba Franco, Alberto Elorza, como soñaba con seguir su ejemplo, y ser como ellos.

Transcurrieron un poco más de dos años en los cuales aprendí mucho con los estudiantes del grado tercero de primaria, grupos de 50 o tal vez más, a quienes entregué un pedacito de mi corazón, y quienes permitieron que empezara mi camino de magisterio. A la Unidad Educativa San Marcos, un gracias.

Pero seguía soñando con estudiar matemáticas, hasta que en el año 88 empecé la licenciatura en Matemáticas y Física en la Universidad de Antioquia, eso fue un camino cargado de grandes dificultades. Desde Nariño (Antioquia), en una vereda llamada Venecia viajando hasta Medellín para recibir las clases, en horarios de sábados, domingos y en vacaciones, sacrificando las visitas a mi familia, los espacios de recreación y vida social, con una dedicación de tiempo completo a los niños de Venecia y a mis estudios.

Cuántas lágrimas me saca recordar a los niños de Venecia, la escuelita, la comunidad y todo lo allí vivido. Mis papás me acompañaron y sus palabras fueron: "si quieres ser maestra de verdad, aquí están ellos esperándote, ¡no te rindas!". Cuatro velas encendidas en la mesita, dos grandes libros de cálculo me acompañaban cada noche a preparar los exámenes y yo sabía que lo lograría.
Pasé luego a San Pedro Arriba, otra escuela rural de Nariño. (Esta si contaba con energía eléctrica), también allí me entregué a la enseñanza y con la metodología de Escuela Nueva ¡Qué gran trabajo hicimos!, ¡Cómo aprendí, y cuántos obstáculos tuve que enfrentar. Pero mi familia seguía siendo mi aliciente y mi motor, el ejemplo de mis hermanas con ese empeño en alcanzar las metas.

En aquel oriente lejano de Antioquia estuve durante 3 años, para luego pasar a San Isidro (corregimiento de Santa Rosa), donde tuve un grupo de 50 niños en el grado primero; ¡que reto tan inmenso! Enseñar a leer y escribir y los primeros pasos en matemáticas.

Son muchos años y muchas escuelas recorridas, una de las que más me ha enseñado y me saca también suspiros y lágrimas es "el aula especial" donde estuve durante tres años, aquellos niños a quienes se les decía especiales, fueron mis grandes maestros, cuán difícil fue la primera semana: " No te queremos, dónde está nuestra profesora?", creí que hasta ahí había llegado mi carrera, pero no, otra vez tuve empujones fuertes por mi familia, viejos maestros y mis sueños. Sus miradas, cada paso que lográbamos, cada voz en sus padres, el apoyo brindado por CIESOR (escuela de ciegos y sordos) , SEDUCA (Secretaría de Educación de Antioquia), hicieron que no desistiera: debía estar allí y con todo lo que podía dar.

Terminé mi licenciatura hacia el año 94 y luego hice una especialización en "Desarrollo de Habilidades de Pensamiento y Juicio Crítico" en la Corporación Universitaria Lasallista, y luego una Especialización y una Maestría en Educación Matemática en la Universidad de Antioquia, siempre simultáneo con mi trabajo profesora de bachillerato y profesora de cátedra, así la FUNA (Fundación Universitaria del Norte Antioqueño) y la Universidad de Antioquia me dieron la oportunidad de participar en los procesos de formación de maestros, Mi vida seguía siendo en el campo de la educación, nunca lo dudaba, pero siempre tenía nuevos retos: ellos mi razón de ser, los estudiantes, me necesitan, tanto en su formación como personas como para aprender matemáticas, los maestros en formación también me necesitan, yo puedo compartir experiencias y aprendizajes, yo puedo impactar sus vidas y estos a otros: tengo un papel que cumplir y lo hago con alegría y amor.

Un rumor algún día llegó a mis oídos: "unos maestros de matemáticas y de ciencias han ido a Japón" y me pregunté cómo podía hacerlo yo. Fue asi como recibí de una compañera el correo con los requisitos de la convocatoria, y entre octubre y noviembre de 2006 estuve en ese hermoso país, en la Universidad Pedagógica de Myagy, en el curso "Mejora de la enseñanza de las Matemáticas y las ciencias" gracias a la beca MEN- JICA. ¡Una experiencia maravillosa que impregnó mi vida de maestra con una mayor pasión por la enseñanza!

Tantas experiencias significativas durante los últimos 11 años vividos, en la que también se constituyó en mi otro hogar, La Institución Educativa La Paz en Envigado, allí pude desarrollar el proyecto de investigación de la maestría, allí también, conformando grupo de estudio con los profesores compañeros de matemáticas, nos deleitamos preparando y analizando estrategias especiales para nuestras clases, preparando foros educativos, haciendo estudios de clase, los cuales nos fortalecieron mucho como grupo de estudio. Teníamos la motivación de las formas de trabajo en grupo que había aprendido de los profesores japoneses y su profundo respeto por "las clases", como ese espacio que enriquece, revive o mata las ilusiones de los estudiantes, según sea abordado y entendido por los profesores.

Una llamada, en algún día del mes de Julio del 2007, me sorprendió mucho, profesora María Denis?, si claro: Usted ha sido candidatizada como envigadeña ejemplar, y fue como en la noche de los valores del mismo año me hicieron este reconocimiento como representante del sector educativo; el cual recibí con alegría: "Gracias señor alcalde y gracias Envigado, creo en la educación como la forma de mejorar la calidad de vida de las personas, un pueblo que se preocupa por la educación de los niños y las niñas, es un pueblo que favorece sus proyectos de vida.

Ese rinconcito de la Paz, mis compañeros, rectores, mis estudiantes, la secretaría de educación de Envigado, ocupan un lugar muy especial en mi vida, ahora soy formadora del Programa Todos a Aprender, gracias a todos ellos, sus aportes, enseñanzas y reconocimientos, y cuando regrese también llegaré a entregar nuevamente mi experiencia y grandes aprendizajes

El Programa Todos a Aprender del Ministerio de Educación Nacional, ha cambiado mi vida, soy diferente, siento que este que inició como Programa para la Transformación de la Calidad Educativa y al cual me vinculé en Febrero de 2012, con los principios de equidad, de humanidad, prosperidad, calidad de la educación, pilares fundamentales del programa, nos están removiendo las fibras más humanas porque llegamos a los rincones más alejados de Colombia a preguntar por los niños y los maestros, a acompañarlos con libros, con propuestas de enseñanza y aprendizaje que los involucran realmente, haciéndoles sentir que son parte activa y esencial del Ministerio de Educación Nacional, la propuesta de formación en cascada: Los formadores acompañamos a los tutores, los tutores, acompañan a los docentes y los docentes con sus niños, nunca nos habíamos acercado tanto unos y otros.

Es así como a Turbo y a Apartadó llega Todos a Aprender, sorprendiendo y escudriñando la vocación de los maestros, el empuje de los tutores, el liderazgo de las secretarías de educación y los alcaldes, pero sobre todo la alegría de los niños por aprender. Si, un grupo de 7 tutores en Apartadó y 28 en turbo serán los grandes compañeros de este proceso durante el 2013, con su formadora María Denis Vanegas Vasco.

¡Soy maestra de vocación! Jenny Patricia Acevedo Rincón