Actualizado el 16 de Julio de 2013

Vernos y reconocernos en los otros a través del lenguaje es la experiencia más extraordinaria del mundo. Amalia Franco

Se trata de ver todo como una oportunidad para que las disciplinas, las voluntades y el lenguaje articulen situaciones concretas de cambio.

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"Yo he tratado de pensar al conversar,
que es indiferente que yo tenga razón o que tenga razón usted,
lo importante es llegar a una conclusión
y de qué lado de la mesa llega eso, o de qué boca,
o de qué rostro, o de que nombre es lo de menos"
J.L. Borges

Amalia Franco
Formadora Córdoba Todos a Aprender

Con el tiempo estas palabras de Borges se hacen para mí más contundentes. La idea de vernos y reconocernos en los otros a través del lenguaje sigue siendo para mí la experiencia más extraordinaria y más compleja del mundo; las palabras que anidan en nosotros, que crecen y se multiplican como la talla de nuestros zapatos, que se exilan o se imponen, que se agotan o se silencian, que pululan al lado de las otras y que en últimas nos confrontan; se convierten en la materia con la que podemos leer el mundo y con las que hemos aprendido a construir nuestro lugar en él.

Un lugar que para la educación se justifica en la realidad que demanda acciones para su transformación y cambio. En este espacio de encuentros y acuerdos tiene lugar mi papel como formadora y como docente que se involucra y celebra las posibilidades de estas formas particulares de diálogo, porque el programa es fundamentalmente, una forma de diálogo.

Se trata de ver todo como una oportunidad para que las disciplinas, las voluntades y el lenguaje articulen situaciones concretas de cambio, resultado de un proceso para que los imaginarios no nos atiborren de intangibles, sino que nos permitan llegar a conclusiones que más tarde serán hechos.

El deber de las cosas son una felicidad, si no son una felicidad, son inútiles o perjudiciales.

Amalia Franco