Actualizado el 16 de Julio de 2013

Programa para la Transformación de la Calidad Educativa, un reto profesional y personal. Idalia Barbosa

Pertenecer al programa para la Transformación de la Calidad Educativame ha permitido tener una visión más amplia de la educación pública de mi país más allá de mi aula de clase.

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¨Donde hay educación no hay distinción de clases¨.
Confucio

Idalia Barbosa
Tutora Barranquilla

Pertenecer al programa para la transformación de la calidad educativa me ha permitido tener una visión más amplia de la educación pública de mi país, más allá de mi aula de clase, vivenciar las carencias en infraestructura y materiales, pero ser testigo de los grandes esfuerzos que al respecto se están realizando. Es así como la gran mayoría de nuestras escuelas se encuentran hoy igual o mejor dotadas que los mejores colegios privados del país, contamos con tableros digitales, video beam, televisores, computadores e internet en nuestras aulas de clase.

Pero lo que realmente me ha sorprendido es descubrir el potencial humano con el que cuentan nuestras escuelas: maestros y maestras con ansias de cambio y de mejoras en nuestra educación pública y que ven en el programa esa oportunidad única para concretar ese anhelado sueño, de transformar ese letargo en el que se ha sumergido nuestra educación en un proceso constante y continuo de cambios y mejoras en nuestras prácticas pedagógicas, y recibir ese acompañamiento que permita entrelazar todos esos esfuerzos aislados que se han estado dando alrededor de la mejora en la educación pública.

Cerrar las brechas de inequidad en lo que respecta a la educación pública y privada, a lo rural y urbano, fue lo que inicialmente me motivó a aceptar hacer parte de este programa. Soy una convencida de que la educación es el único camino que permitirá a nuestros niños y niñas soñar con un futuro mejor, romper con esas cadenas de miseria, ignorancia, maltrato y abuso con el fin de convertirlos en ciudadanos en todo el sentido de la palabra, que aporten a la sociedad, sean críticos y defensores de lo público, concreten su proyecto de vida y sean personas felices.

He tenido la oportunidad de conocer personas maravillosas, comprometidas con la educación de nuestros niños y niñas, que han asumido roles dentro de la comunidad escolar que no les corresponden, pero que desinteresadamente los asumen para propender por una buena educación dentro de su comunidad. Psico-orientadores asumiendo roles de coordinadores y rectores, docentes de informática que sacrifican su descanso para capacitar a sus compañeros y padres de familia, coordinadores sin horario de salida para atender más de 5 sedes con sus respectivos problemas, docentes de aula que sacrifican tiempo de sus familias para conformar comunidades de aprendizaje y así mejorar sus prácticas de aula, docentes foráneos en la era de la informática que han vencido sus temores y ahora reconocen en las TIC, una herramienta valiosa e indispensable.

Con esta nueva perspectiva de la educación pública de mi país ha renacido la esperanza y la certeza de que contamos con el talento y el compromiso suficiente para cerrar esas brechas de inequidad y que en nuestro país todos los niños y niños tengan las mismas oportunidades.

Alexander Javier Montes Miranda