Actualizado el 23 de Julio de 2001
En el Meta: más cobertura con los internados por la Paz
Dentro de las muchas familias que viven en la vereda Guayabero, en Uribe (Meta), está la de Lizandre Gálviz, quien junto con sus hermanos quería adelantar sus estudios escolares en el colegio agropecuario de la localidad. Para lograrlo, tenían el problema de los cupos escolares y el de la vivienda, pues vivían a nueve horas a pie del casco urbano de Uribe.
Dentro de las muchas familias que viven en la vereda Guayabero, en Uribe (Meta), está la de Lizandre Gálviz, quien junto con sus hermanos quería adelantar sus estudios escolares en el colegio agropecuario de la localidad. Para lograrlo, tenían el problema de los cupos escolares y el de la vivienda, pues vivían a nueve horas a pie del casco urbano de Uribe.
La solución la encontraron temporalmente en la alcaldía, que les pagó una casa en arriendo. Así, podían asistir al colegio. Como era de esperarse, la noticia de esta decisión llegó a las veredas vecinas y a partir de ese momento fueron muchas las solicitudes que recibió la alcaldía por parte de los estudiantes que querían el mismo auxilio. De esta manera surgieron los Internados por la Paz, estrategia generada para ampliar la cobertura educativa y brindarle una mejor opción de estudio a los niños de las zonas rurales.
Internados por la Paz
Los Internados forman parte de un programa que presentó el gobierno departamental del Meta ante distintas embajadas y organismos internacionales, para conseguir recursos que permitieran la construcción, el mejoramiento y la remodelación de 39 centros educativos en varios municipios del departamento.
La acogida fue satisfactoria y efectiva. Inicialmente se logró que el gobierno japonés se comprometiera con la financiación de la primera fase del programa para construir internados en Uribe, Puerto Lleras, Puerto López y Puerto Gaitán.
Hasta el momento se han invertido 864 millones en el programa "Internados por la Paz", beneficiando a 2.432 alumnos en 21 municipios del departamento, especialmente los localizados en zonas de alto riesgo.
El programa garantiza el ingreso y la permanencia en el sistema educativo a los jóvenes que viven en zonas rurales y de difícil acceso. La cuota que paga el alumno es mínima (entre 20 mil y 70 mil pesos por estudiante) debido al aporte que hace la administración departamental. Actualmente, se trabaja la segunda fase del programa que fue presentada a diferentes gobiernos europeos.
Estos nuevos espacios físicos, diseñados por el gobierno departamental, son una ayuda eficaz que permite darle a la población en edad escolar la posibilidad de acceder a la educación en condiciones más favorables y equitativas.
Mediante la construcción de internados, donde viven los niños y jóvenes provenientes de las zonas rurales, el departamento del Meta ha logrado mejorar la cobertura educativa.