Actualizado el 05 de Agosto de 2010

El reto es consolidar el sistema de calidad educativa

La viceministra de educación, una investigadora y una rectora explican cómo ha evolucionado el concepto de calidad educativa y proponen alternativas para que este proceso no se detenga. La definición de referentes de calidad (estándares, orientaciones y líneas metodológicas), la evaluación y el mejoramiento institucional conforman los tres momentos del ciclo de mejoramiento continuo, es decir, la secuencia de acciones que mejoran la educación de los estudiantes, la institución educativa y el conjunto del sistema.

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La viceministra de educación, una investigadora y una rectora explican cómo ha evolucionado el concepto de calidad educativa y proponen alternativas para que este proceso no se detenga.

Al Tablero: ¿Cuáles han sido los cambios más importantes en el concepto de calidad en las últimas décadas en el país?

Isabel Segovia (IS): Sin duda el cambio más importante en la noción de la calidad de la educación en el país, se origina con la introducción del enfoque basado en el desarrollo de competencias. Anteriormente la calidad se asociaba de manera directa con la capacidad que tenía el sistema educativo de transmitir contenidos, muchas veces sin relación con los contextos vitales de los estudiantes, actualmente la calidad se asocia con la capacidad de ese mismo sistema para desarrollar en los niños y jóvenes habilidades, conocimientos y valores que les permitan comprender, transformar e interactuar con el mundo en el que viven. Esto implica pasar de un aprendizaje de contenidos y de una formación memorística y enciclopédica, a una educación pertinente y conectada con el país y el mundo. Igualmente, concebir la educación como un proceso que no se agota en el sistema educativo, sino que se desarrolla de manera permanente en interacción con el mundo.

Este cambio en la concepción de calidad tiene distintos orígenes. Por un lado, las grandes transformaciones en la educación durante el siglo XX y que estuvieron focalizadas en poner al estudiante como el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje; por otro, los cambios en la producción del conocimiento científico y tecnológico en la segunda mitad del siglo XX y que implicaron la configuración de una sociedad cada vez más dependiente del conocimiento y la información y, finalmente, una crisis del sistema educativo en la que las familias y los estudiantes encuentran la educación poco pertinente con las necesidades vitales de la supervivencia, el mundo del trabajo, la vida en comunidad y la sociedad. La nueva noción de calidad, entonces, va a tener como ejes centrales el reconocimiento de los cambios en la forma de concebir al estudiante, la forma de producción de conocimiento y la necesidad de una educación pertinente.

Elsa Castañeda Bernal (EC): Los cambios en la concepción de calidad han estado ligados a las reformas educativas ocurridas en América Latina desde la segunda mitad del siglo XX. Las denominadas reformas educativas de primera generación ocurren en la región desde la década de los cincuenta, buscaban sobretodo resolver el acceso a la educación primaria de la mayoría de sus poblaciones. Al haber avanzado en la expansión educativa y alcanzado el objetivo de la educación primaria universal, los países se encontraron en posición de ampliar las reformas y ponerle mayor énfasis a la calidad.

La expansión de la escuela primaria no fue uniforme entre los países, ni en su interior. No obstante que abarcó grandes proporciones de sus poblaciones, la universalización fue acelerada pero desigual. En postrimerías del siglo XXI, un gran número de comunidades rurales y grupos étnicos siguen excluidos del acceso a la educación. La ampliación de coberturas en todos los niveles educativos es contundente, pero también lo es la necesidad de resolver los problemas de inequidad, segmentación y segregación que se reflejan en la calidad de la educación que reciben las elites de cara a los grupos sociales más pobres y que provienen de grupos culturales distintos a la cultura dominante. Para la UNESCO, entre 1970 y 1997, la educación primaria en América Latina se había duplicado, la secundaria se había triplicado y la superior casi sextuplicado, pero el adelanto en términos de calidad ha sido desigual y ha estado determinado por los niveles socioeconómicos de las familias de los estudiantes.

Las reformas ocurridas en el transcurso de los años ochenta, inscritas en los procesos de descentralización y modernización del Estado, y las que tienen lugar a principios de los noventa, orientadas hacia la transformación de la estructura de los sistemas educativos y su base institucional, abordan de manera explícita el tema de la calidad.

La incorporación de la calidad de la educación en la agenda política es comprensible en tanto es necesario adecuar los sistemas educativos a las nuevas situaciones sociales, económicas políticas y culturales que se experimentan a nivel global, así como a la emergencia de la sociedad del conocimiento que reclama aumentar el potencial científico y tecnológico de los países para competir en la economía global y formar para el ejercicio de la ciudadanía.

En Colombia, en los noventa¹, se afirmaba en los documentos de política pública que no había una concepción única de calidad de la educación. "Al ser un concepto dinámico varía de acuerdo con circunstancias históricas y sociales que tienen que ver con una serie de elementos culturales y teóricos relacionados a su vez con quienes plantean la definición"². Bajo esta perspectiva se arriesgaron algunas operacionalizaciones del concepto de calidad, como la formulada por Eugenio Rodríguez en 1994 quien propuso cuatro categorías interpretativas como factores de calidad de la educación: calidad de la cobertura, calidad de la gestión pedagógica, calidad de los resultados y calidad de la gestión educativa. De otra parte, Lilia Toranzos (1996) propuso tres dimensiones o enfoques de calidad: eficacia, entendida como la educación que logra que los estudiantes aprendan lo que se supone deben aprender; relevancia individual y social de lo que se aprende en el sistema educativo y calidad de los procesos y medios que el sistema brinda a los alumnos para cubrir el desarrollo de su experiencia educativa³.

En la primera década del siglo XXI se orienta el concepto de calidad4, especialmente en Colombia y Chile, hacia los modelos de acreditación, certificación y aseguramiento de la calidad de la gestión escolar. Se despliega un conjunto de procesos y herramientas de apoyo y mejoramiento de las condiciones organizacionales para obtener resultados educativos. Así, se desarrollaron marcos y estándares de calidad, que encaminan la gestión de los Ministerios de Educación, las Secretarías municipales e instituciones educativas, y estándares básicos de competencias que se constituyen en el parámetro de lo que todo niño y joven debe saber y saber hacer para lograr el nivel de calidad esperado en su paso por el sistema educativo.
Este tipo de reformas educativas se ha denominado de segunda generación, en la medida en que abordan los problemas vinculados a la gestión de la calidad de la prestación del servicio educativo y en este sentido las escuelas han sido su objeto de cambio.

Dora Cecilia Sandoval Pacheco (DS): Antes de hablar de cambios en la calidad de la educación en las últimas décadas, es necesario precisar qué es calidad para la Escuela Normal Superior Francisco de Paula Santander, desde el enfoque de Escuela eficaz que referencia su estructura de liderazgo y la gestión de su Proyecto Educativo Institucional, para luego establecer la comparación desde antes y después de 1996. Se toma 1996 por ser el año en que las Instituciones encargadas de la formación inicial de maestros cambiamos los paradigmas de calidad, para acreditar los programas que ofertamos.

Calidad, para la Escuela Normal Superior, es primero que todo un concepto multidimensional relacionado con transformación y cambio, con la capacidad que tiene la institución de desarrollarse para obtener excelentes resultados en los procesos de formación integral de los estudiantes. Este concepto tiene que ver con factores originados en la Ley General de Educación, que otorgaron competencias a las Instituciones Educativas para repensarse y encontrar caminos de realización para sus miembros y la institución misma, que se establecen y analizan en el cuadro adjunto (Ver Antes y después de 1996).

AT: ¿Cómo se reflejan estos cambios en las políticas educativas que ha asumido el sector?

EC:
Desde la década de los noventa, Colombia opta por un modelo de gestión escolar de la calidad sobre el cual fundamenta sus políticas educativas. Bajo este modelo el concepto de calidad se materializa en la política de la Revolución Educativa 2002-2010, específicamente en la estrategia de calidad cuyo propósito es: "Apoyar a las entidades territoriales y a los establecimientos educativos en sus procesos de mejoramiento institucional orientados a lograr que los educandos obtengan mejores resultados en competencias básicas, laborales y valores ciudadanos".

La adopción del modelo de gestión de la calidad implica impulsar procesos de descentralización que transfieren responsabilidades administrativas y financieras a las instancias educativas locales, acompañados de sistemas de información para la gestión. Otorgar autonomía a las instituciones educativas bajo lineamientos definidos por el Ministerio de Educación, que como ente rector del sistema debe garantizar su cohesión. Establecer un sistema de evaluación para medir los resultados de la calidad educativa e impulsar su mejoramiento, y diseñar mecanismos de rendición de cuentas y responsabilidad por los resultados.

IS: Los cambios en la forma de entender la calidad implicaron el diseño de políticas educativas acordes con nuevos retos. En ese sentido, en estos ocho años, el Ministerio primero centró su política de calidad en buscar que todos los niños, independientemente de su condición social o cultural, logren en la escuela el desarrollo de competencias. Esto significó que para la definición de proyectos y programas el centro lo constituyeron los niños y su aprendizaje.

Entonces, fue necesario definir para el sector qué son las competencias y cuáles son las competencias básicas que se espera que construyan los estudiantes en su paso por el sistema educativo; segundo, se fortaleció una política de evaluación que permitiera a la comunidad educativa en particular, y a la sociedad en general, saber qué tanto hemos avanzado en la consecución de los objetivos de calidad; y tercero, se definieron una serie de programas y proyectos dirigidos a acompañar a las Secretarías de educación y a las instituciones educativas en el logro de los propósitos de calidad definidos para el sistema. Así, trabajamos sobre un ciclo de mejoramiento de calidad. La definición de referentes de calidad (estándares, orientaciones y líneas metodológicas), la evaluación y el mejoramiento institucional, conforman los tres momentos del ciclo de mejoramiento continuo, es decir, la secuencia de acciones que mejoran la educación de los estudiantes, la institución educativa y del conjunto del sistema.

DS: En el fortalecimiento de la institución educativa, manifiesto en un alto nivel de sentido de pertenencia institucional de directivos, docentes, estudiantes, padres y madres de familia y autoridades. La Institución es un nicho que interesa a todos sus integrantes.

Asimismo, en los cambios en la gestión directiva que convoca la participación activa de todos los sectores y miembros de la comunidad educativa, en la definición de sus horizontes estratégicos, la articulación de planes, proyectos y programas con políticas del sector y de otros sectores, procesos de comunicación efectivos, eficaces y eficientes, establecimiento de convenios y alianzas interinstitucionales y políticas de calidad educativa de los niveles nacional e internacional, procesos de autoevaluación y construcción de planes de mejoramiento. Resignificación de los componentes de gestión académica con la definición de planes de estudio y estructuras curriculares orientadas al desarrollo de competencias científicas, comunicativas, laborales, ciudadanas, de pensamiento matemático, la implementación de diversidad de estrategias didácticas pedagógicas y estilos pedagógicos que forman al estudiante para aprender autónomamente mediante el uso de las TIC y la implementación de un sistema de evaluación articulado con el desarrollo de competencias y con sistemas de evaluación nacionales (SABER) e internacionales (PISA, LLCE, TIMS, SERCE).

En este sentido, cabe destacar la trascendencia del seguimiento que se hace al rendimiento académico interno y externo por las acciones que se generan de la elaboración de planes de mejoramiento a nivel individual en los docentes, para garantizar aprendizajes efectivos, y los procesos de actualización pedagógica en torno al desarrollo de competencias, niveles de desempeño y enfoques de evaluación formativa.

El impacto en la gestión administrativa se hace evidente en el acierto en la toma de decisiones para la formulación de presupuesto y manejo de recursos del Fondo de Servicios Educativos, en la transparencia de los recursos financieros y en la asignación de roles y funciones de acuerdo con los perfiles del talento humano.

Los comportamientos de los estudiantes son, quizá, el mayor reflejo de las acciones educativas con calidad que orienta la institución educativa y la proyección social en el mejoramiento de la educación que se brinda a estudiantes del nivel preescolar de los Hogares Comunitarios del ICBF y de educación especial del Instituto Amaré.

AT: ¿Cómo aporta a la calidad de la educación el enfoque basado en el desarrollo de competencias?

DS: Genera procesos de articulación y de coherencia vertical en los procesos de formación integral, de fortalecimiento de la comunidad académica mediante la consolidación del trabajo en equipo de los docentes por grupos de áreas, el trabajo en comités, para reflexionar sobre el quehacer educativo, establecer acuerdos respecto a los niveles de desempeños, investigar con enfoque formativo y unificar criterios de acción.

Aporta, además, a la formación y actualización permanente de los docentes mediante el desarrollo de su pensamiento crítico y reflexivo, en torno a las prácticas pedagógicas que implementa en las aulas. Y al fortalecimiento del sentido de responsabilidad social de la institución educativa, tanto con su comunidad local como con la nacional y con la visión global del compromiso de educar. Finalmente, creo que permite avanzar en el cumplimiento de la misión de las instituciones educativas al centrar su atención en la formación del ser, el hacer, el conocer y el convivir de las personas.

IS: El enfoque basado en el desarrollo de competencias ha obligado a pensar el tema de la educación desde el estudiante: sus preguntas, sus necesidades y el entorno en el que vive. A la vez, ha implicado modernizar el sector haciéndolo más sensible a los cambios globales, pero tomando en cuenta las particularidades locales. La apuesta detrás de la noción de competencia es la idea de que no basta tener el conocimiento, sino que es indispensable ir más allá y usarlo para resolver problemas, buscar alternativas, producir nuevos conocimientos y transformar el mundo en el que se vive.

Consolidar una política de calidad enmarcada en el desarrollo de competencias implica, entonces, una transformación de fondo de las prácticas pedagógicas, en el funcionamiento de la institución educativa y en el papel de los actores educativos en general, de tal forma que no se pierda de vista el estudiante. Considero que éste ha sido un gran aporte al tema de calidad. Adicionalmente, ha obligado al sistema educativo a articularse en todos sus niveles bajo este objetivo y a articularse con el desarrollo del país.

Vale la pena mencionar que el desarrollo de competencias es el centro de la política de calidad no sólo en Colombia, sino también en los sistemas educativos de muchos países del mundo. Tenemos el gran propósito nacional de mejorar la calidad del sistema educativo colombiano teniendo entre los referentes los cambios educativos a escala global.

EC: Creo que a la vez que el enfoque basado en el desarrollo de competencias hace aportes, plantea cuestionamientos y nuevos desafíos que deberán ser resueltos para seguir avanzando en una educación más equitativa e integrada a la sociedad. Para mí, sus contribuciones pueden resumirse en:

Una serie de procedimientos y mecanismos de gestión que han permitido una mayor preocupación y responsabilidad por los resultados. Expertos de la región afirman que sería necesario ampliar la mirada y avanzar hacia preguntarnos por los objetivos que se persiguen y por las condiciones institucionales y políticas que determinan la viabilidad de dichos procedimientos. "Ampliar la mirada tiene, al menos, dos grandes dimensiones. Por un lado, implica salir de un enfoque puramente administrativo, de un enfoque basado exclusivamente en la gerencia de los sistemas, para incorporar las disciplinas que nos permitan comprender la lógica social, política y cultural, que existe en los fenómenos de cambio institucional. Por otro lado, también debemos ampliar la mirada para colocar estos procesos en el marco más general de los problemas de gobernabilidad de la sociedad en su conjunto, superando los enfoques exclusivamente sectoriales que han dominado muchos de los análisis del pasado".5

Los estándares de competencias, como eje articulador del proceso educativo, han permitido la descentralización curricular y pedagógica, otorgando mayor responsabilidad a las instituciones educativas, y diseñar y operar el ciclo de gestión de la calidad basado en el aseguramiento del mejoramiento continuo y permanente de las instituciones educativas del país. Varios estudios han señalado que si bien se han fortalecido los procesos de gestión administrativa, directiva y operativa de las instituciones educativas, así como sus vínculos y estrategias de participación de la comunidad educativa, se descuida lo que le es propio, la mejora de los aprendizajes y los procesos pedagógicos.6

El sistema de evaluación de logros basado en estándares de competencias ha medido nacional e internacionalmente los niveles de aprendizaje que alcanzan los niños y jóvenes del país, en las distintas etapas de su trayectoria escolar y en términos de lo que los estudiantes saben y son capaces de hacer.

Igualmente, la evaluación de competencias ha desempeñado un papel muy importante en hacer evidente para las autoridades educativas y para el público en general, que los resultados dependen de la condición socioeconómica de sus familias, y que las oportunidades de escolarización y desempeño varían según los contextos (rurales o urbanos), el tipo de educación a la que asisten (oficial, privada), capital cultural, ingresos y participación laboral de los padres, entre otros.

Para analistas de las reformas educativas de la región (García-Huidobro, 2009), superar los resultados y disminuir la brecha en los resultados y las oportunidades para incorporar efectivamente a las grandes mayorías latinoamericanas a la sociedad de la inteligencia debe ser una educación de calidad para todos, que incorpore el criterio igualitario, lo cual requiere no sólo instalar una educación de la misma calidad para todos sino fundamentalmente la misma educación para todos. "La igualdad de oportunidades pasó así de una concepción limitada a la universalidad e igualdad de la oferta educativa (escuela para todos) hacia la exigencia de igualdad de resultados (educación de calidad para todos), lo que supuso desigualdad de tratamientos: diferenciación, compensación. Otra exigencia que ha acompañado a las anteriores es la de la integración social en la escuela: no sólo una escuela igual para todos, sino la escuela de todos; esto es, todos en la misma escuela (...) Para avanzar es necesario esclarecer qué se está diciendo cuando se postula la misma educación para todos y porqué esta proposición no contradice la libertad de enseñanza, sino que la expande. Se trata en suma de aclarar cómo lograr igualdad sin perder diversidad".7

AT: ¿Cuáles son los avances que ha tenido el país en el tema de calidad educativa? ¿Cómo contribuye la discusión sobre el desarrollo de competencias en esta perspectiva?

IS: Como se mencionaba anteriormente, el reto para el Ministerio fue lograr consolidar una política de calidad coherente con el desafío de desarrollar competencias en los estudiantes. En ese sentido, desde el Viceministerio de Educación Preescolar, Básica y Media, específicamente desde la Dirección de Calidad, durante 2002 y con el concurso de la comunidad académica del país, se formularon los Estándares Básicos de Competencias en comunicativas, científicas, matemáticas y ciudadanas, y posteriormente se socializaron en todo el país. Se han producido 13 publicaciones nacionales sobre el tema y se realizaron talleres de socialización de los referentes a los que asistieron más de 140 mil docentes.

Se consolidó el sistema de evaluación. Actualmente tenemos un sistema articulado que da cuenta de la evolución de los aprendizajes y competencias de los estudiantes, desde la educación inicial hasta la superior. Igualmente Colombia continúa participando de manera constante en las pruebas comparativas internacionales como PISA, TIMSS, CIVICA, PIRLS, LLECE - SERCE, que permite que el sistema mire sus avances y dificultades en relación con el contexto internacional ( Ver Número 55 Al Tablero ).

Pero no sólo se ha evaluado el logro de los estudiantes. Desde 2004 se vienen realizando concursos de méritos para el ingreso al servicio educativo de los educadores más idóneos, proceso en el cual se han nombrado 53.688 educadores y de 25.423 más que se han vinculado en la presente vigencia. Sumado a lo anterior, además de las evaluaciones del período de prueba y desempeño anual aplicadas a todos los docentes que han ingresado a partir del 2004, el 24 de enero de este año se aplicó la evaluación de competencias para el ascenso de grado o reubicación salarial en el escalafón docente, a la que se presentaron 33.487 docentes y directivos docentes. Este es un punto importante, ya que es indudable que los docentes y directivos docentes tienen un papel fundamental en los procesos de enseñanza y aprendizaje, son un factor esencial en cualquier modelo de calidad de la educación y, por lo tanto, evaluarlos es indispensable para el avance de una política educativa eficaz.

Finalmente, se ha promovido el desarrollo de programas y proyectos para el mejoramiento de la calidad educativa que tuvieron como foco el fortalecimiento institucional; la formación de docentes y directivos docentes, centrados en su desarrollo profesional y en las implicaciones de una práctica pedagógica para el desarrollo de competencias; y en proyectos estratégicos para la competitividad.

Los cambios en calidad de la educación toman bastante tiempo y no dependen sólo de los proyectos de intervención en la vida académica de las instituciones. Precisar entonces cuáles han sido los mejoramientos en calidad nos obliga a pensar en los cambios ocurridos en todo el sistema, uno muy importante es el aumento de cobertura. Entre 2002 y 2009 hemos creado 1.799.417 nuevos cupos en el sector oficial, que en su mayoría se han focalizado para la población vulnerable. Esto haría pensar que los promedios en las evaluaciones censales deberían tener una tendencia a bajar y ,sin embargo, los promedios en SABER 11 se han mantenido para casi todas las áreas. A nivel institucional, se ven cambios interesantes en tanto el 27% de los colegios ascendieron por lo menos en una categoría de clasificación. Igualmente, en pruebas internacionales como TIMMS, en las que el país mostró un aumento destacable de los resultados entre las aplicaciones de 1995 y 2007, y en el Segundo Estudio Comparativo y Regional (SERCE) que permite comparaciones a nivel regional (Latinoamérica y el Caribe), Colombia presenta un avance, puesto que de tener medias por debajo de la región en lectura en la aplicación de 1997, pasamos a tener promedios superiores. Así mismo en matemáticas pasamos de estar por debajo de la media regional a ser parte de ella.

Así como se dieron estos cambios en términos de indicadores, desde los programas y proyectos logramos mejorar en otro tipo de condiciones necesarias para la calidad. Con los proyectos estratégicos para la competitividad, disminuyó el promedio de alumnos por computador que pasó de 142 en 2002 a 21 en 2010; se han hecho esfuerzos por llevar conectividad a todas las regiones del país y actualmente el 87% de las instituciones educativas tienen internet; igualmente se han desarrollado proyectos para incentivar el uso de las TIC en los procesos pedagógicos, llegando a casi 150 mil docentes, y se centró la atención en el mejoramiento de la enseñanza del inglés. En este último punto, se evaluaron más de 13 mil docentes de inglés para identificar el nivel de manejo del idioma y mediante procesos de formación se mejoró el de todos los docentes que tenían niveles bajos. Adicionalmente, se beneficiaron más de 8.000 estudiantes con programas de educación técnica y tecnológica desde Grado 10°, con la creación de un fondo de financiación del Ministerio.

Por otro lado, a través del proyecto de gestión institucional se cuenta con 14.750 Planes de Mejoramiento Institucional, para mejorar la calidad de las instituciones educativas. Se acompañó la totalidad de las 2.701 instituciones educativas con bajo logro, para apoyarlas en el desarrollo de estrategias de mejoramiento. Así mismo, se han ejecutado programas y proyectos específicos para acompañar a los maestros en el desarrollo de competencias como lo son el Concurso Nacional de Cuento, Mil Maneras de Leer, Historia Hoy, Expediciones Botánicas, Estudio de Clase para la enseñanza de las matemáticas y otros más. Igualmente, se estructuraron los programas transversales de Educación Ambiental, Educación para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía y Educación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, con orientaciones pedagógicas claras para su implementación en las instituciones educativas desde la construcción de proyectos pedagógicos. Estos programas están en fase de expansión y consolidación.

Los programas y proyectos mencionados permiten que la política se acerque más a la realidad del sector y dinamice su mejoramiento continuo.

EC: Definir un modelo de calidad y avanzar de manera coherente en una perspectiva política es uno de los aciertos educativos del país, así existan tensiones y desacuerdos en la opción que se tomó. Basados en el modelo de gestión de la calidad, la política educativa ha puesto en marcha una serie de procedimientos y mecanismos de gestión, dirigidos a los entes territoriales y a las instituciones educativas.

Con relación a los entes territoriales, "en Colombia el proceso de descentralización se ha orientado a la entrega de competencias, relacionadas con el manejo de recursos y de personal, a los diferentes niveles de gobierno. Se ha tratado de una descentralización administrativa, que contempla la transferencia de autoridad, responsabilidad y recursos".8 Los sistemas de información, que acompañan el proceso de descentralización y su gestión se han concebido en dos niveles: el nacional que comprende la información estadística de cobertura, calidad e inversión en educación inicial básica, media y superior, y con el sistema de apoyo a la gestión interna del Ministerio. El nivel territorial comprende el desarrollo del sistema de información de apoyo a los procesos operativos, de planeación y misionales de las Secretarías de educación y de las instituciones educativas.9

Con respecto a las instituciones educativas, el fortalecimiento de la autonomía escolar y el avance en el ciclo de calidad son las herramientas de política para garantizar la gestión de la calidad. La autonomía escolar supone que cada institución educativa debe ser concebida y gerenciada como un proyecto con identidad y capacidad de gestión propia. El Proyecto Educativo Institucional es el instrumento que posibilita dicha autonomía.

El ciclo de calidad se plantea como el proceso que garantiza cumplir el objetivo de la política de gestión de la calidad. El ciclo consta de tres componentes: los estándares, la evaluación y el mejoramiento. Los estándares de competencias son el eje articulador del proceso educativo y como tal son los referentes fundamentales para que las instituciones educativas puedan diseñar sus planes de estudio y sus estrategias pedagógicas, así como la evaluación de los aprendizajes. La evaluación, pensada como un sistema, se considera como la política de medición de la calidad de los resultados en las competencias de los estudiantes, en el desempeño de los maestros, en la gestión de las instituciones educativas y en evaluaciones internacionales. El mejoramiento como la estrategia para fortalecer las instituciones a través de instrumentos que inducen a la autoevaluación y elaboración de los Planes de Mejoramiento Institucional.

Al ubicar los estándares de competencias como eje articulador del proceso educativo, el Ministerio de Educación Nacional ha puesto todos sus esfuerzos y recursos en alinear la política de calidad en dichos estándares, de manera tal que se constituyan en el mecanismo a través del cual se garanticen la equidad y competitividad. Luego de más de una década de avanzar en este sentido, los logros de aprendizaje de los estudiantes no han mejorado, porque siguen asociados a las condiciones sociales para el aprendizaje.10 Los procedimientos y mecanismos de gestión operados no han producido los resultados esperados en los procesos de aprendizaje. La revisión de la dimensión pedagógica y con ella el papel de los docentes, que no es otra cosa que la necesidad de colocar en un lugar central el interés por quién enseña y cómo enseña, es urgente.11 La gran pregunta aún no encuentra solución: ¿Cómo pueden políticas y prácticas ayudar a los estudiantes a aprender mejor, a los docentes a enseñar mejor y a las escuelas a ser más efectivas?

DS: El proceso de avance en el tema de calidad es lento si se mira desde los resultados de evaluaciones externas, que nos comparan y nos dicen cómo estamos a nivel internacional. PISA, por ejemplo, pone en evidencia las dificultades del país para formar pensadores críticos y científicos; la realidad muestra las deficiencias en formación ciudadana y en el desarrollo del espíritu empresarial, en ciencia y tecnología.

A nivel institucional se hacen esfuerzos con los recursos disponibles, que son escasos, si se tiene en cuenta que se necesita mejorar dotación, infraestructura física, dotación de recursos... Por eso, pienso que la mayor ganancia ha sido en la formación del talento humano: hoy los docentes y directivos tienen mayores oportunidades de formación para el mejoramiento de su desempeño profesional y están dadas las condiciones para que se exija desde lo gubernamental mayor eficacia y eficiencia en la gestión escolar.

El mayor reto es hacer de la formación docente un eje permanente de cambio y transformación en la calidad educativa. Formación y evaluación permanente y pertinente de los maestros deben ir de la mano con las políticas de calidad, lo mismo que los estímulos de acuerdo con resultados controlados desde entes externos a la institución educativa.

Tenemos el reto de ubicarnos en el Nivel Superior en resultados de las evaluaciones SABER, avanzar a los niveles crítico intertextual de lectura, repensar las estrategias pedagógicas e implementar plataformas que nos permitan ofertar programas de educación virtual de formación, avanzar en el desarrollo de competencias científicas y de mejoramiento para el aprendizaje de la lengua extranjera.

Se tiene el reto de continuar en procesos de conectividad en todas las instituciones educativas, para fortalecer redes de aprendizaje, disponer de bibliotecas virtuales, implementar programas deportivos, recreativos y culturales para los jóvenes, niños y familias, mantener y mejorar las plantas físicas.

IS: Para consolidar la calidad del sistema a nivel nacional, se requiere la incorporación de los referentes de calidad: esto significa que en realidad los estándares, los lineamientos y las orientaciones se conviertan en el insumo para la organización de los currículos y el cambio en las prácticas pedagógicas. En este aspecto, el trabajo de las Secretarías de educación y las facultades de educación con las instituciones educativas es de vital importancia.

Por otra parte, es necesario mantener y fortalecer el Sistema Nacional de Evaluación como una de las estrategias fundamentales a través de las cuales monitoreamos el avance de la calidad. El sector ha avanzado en una cultura de la evaluación, en cuanto que las evaluaciones externas se convirtieron en insumo importante para evidenciar los avances. Sin embargo, falta utilizar mucho más esta información para determinar las acciones de mejoramiento en los establecimientos educativos, las Secretarías de educación, la política y el sistema educativo en general.

Así mismo, se requiere la expansión de los programas y proyectos para el desarrollo de competencias y de los programas transversales, ambos dirigidos a apoyar el tema de la calidad educativa desde el mejoramiento de las prácticas de aula. Y en ese ámbito es muy importante lograr que las Secretarías de educación incorporen en sus planes de formación de maestros programas de largo aliento, y que logren vincularse más con la práctica pedagógica y con la transformación real de lo que sucede en el aula. Esto debe ir de la mano con la consolidación de la Política Nacional de Formación de Docentes. Se deben generar estrategias que permitan mejorar y articular la formación inicial, permanente y posgradual de los docentes y los directivos, a la vez que se define un sistema de incentivos para los educadores que obtengan excelentes resultados en sus evaluaciones de desempeño.

Durante estos años, logramos reconocer en el acompañamiento a las instituciones educativas una estrategia muy potente que pensamos debe expandirse. Eso significa apoyar a las instituciones educativas en su conjunto y que sus interlocutores directos, las Secretarías de educación, conozcan sus necesidades para ofrecerles apoyos cada vez más pertinentes.

Todo esto implica mejorar y mantener las instancias que garantizan una mayor articulación del sistema educativo, desde la primera infancia hasta la educación superior y aquí tienen un lugar preponderante las diferentes instancias del sistema: las instituciones educativas, las universidades, las Secretarías de educación y el Ministerio, con la vinculación de aliados intersectoriales.

¹ A nivel internacional, la OCDE (1995) define la educación de calidad como aquella que "asegura a todos los jóvenes la adquisición de los conocimientos, capacidades, destrezas y actitudes necesarias para equipararles para la vida adulta".

² Ministerio de Educación Nacional (1995), La calidad de la educación un asunto de todos. Serie documentos especiales, SABER, Sistema Nacional de Evaluación. Santafé de Bogotá, MEN.

³ Citado por Piñeros y Rodríguez 1998. Los insumos escolares en la educación secundaria y su efecto sobre el rendimiento académico de los estudiantes. Un estudio de Colombia. Human development department, LCSHD paper series nro. 36, Latinoamerican and the Caribbean Regional Office, Word Bank.

4 En 2004, la UNESCO señala: "La calidad es la que determina no sólo cuánto aprenden los niños y si aprenden bien, en qué medida su aprendizaje se plasma en una serie de beneficios para ellos mismos, la sociedad y el desarrollo". (EFA Global Moritoring Report).

5 Tudesco, Juan Carlos 2007. Gobierno y dirección de los sistemas educativos en América Latina. Santiago de Chile. Revista Pensamiento educativo. Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile Vol. 40, nro. 1, 2007. p. 88.

6 De Moura Castro, C y col. 2007. ¿Cómo anda la reforma de educación en América Latina? Brasil, Fundación Getulio Vargas.

7 García-Huidobro, Juan Eduardo 2009. Una nueva meta para la educación latinoamericana del Bicentenario. Colección Metas educativas 2021: Reformas educativas. Calidad, equidad y reformas en la enseñanza. España. OEI, Fundación Santillana, p. 31-33.

8 Ministerio de Educación Nacional 2009. Guía nro. 33 Organización del Sistema Educativo - Conceptos generales de la educación preescolar, básica y media. Bogotá, MEN p. 7.

9 Entre otros, los sistemas de información desarrollados para la educación inicial: SIPI; Educación Básica y Media: SINEB, SINCE, SICIED, SIMAT, Recursos Humanos, Buscando Colegio, Sistema de Seguimiento, Sistema de Información de Recaudo Ley 21, Sistema de Seguimiento a los Recursos de Gratuidad, Conexión Total-Red Educativa Nacional; Educación Superior: Observatorio Laboral para la Educación, SACES, SPADIES, SNIES; Educación para el Trabajo: SIET. ( http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-156303.html ).

10 Las condiciones sociales para el aprendizaje están relacionadas con los recursos iniciales y el contexto social, cultural y económico de los estudiantes y sus familias. En tal sentido permiten analizar de forma más compleja los problemas de acceso, permanencia y resultados de los estudiantes, así como comprender con mayor precisión el origen de las desigualdades en la educación, las cuales por supuesto no son exclusivamente de carácter educativo, pero si, necesariamente, dificultan el goce efectivo del derecho a la educación. (Castañeda, 2009. Las condiciones sociales para el aprendizaje en la relación equidad social y educación. En: López, Néstor. Coord. De relaciones, actores y territorios: hacia nuevas políticas para la educación en América Latina. IIPE-UNESCO Sede Regional Buenos Aires. Edición: Argentina.)

11 Tedesco, Juan Carlos 2007, op. cit., pp. 87-103.

El reto es consolidar el sistema de calidad educativa