Actualizado el 08 de Noviembre de 2005

Televisión y Educación

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Sin embargo, la televisión constituye, junto con los otros medios e infinidad de factores sociales, ese ambiente mediático al que están expuestos los niños las 24 horas y que hoy en día se han convertido en sustento clave de su existencia.

Por lo tanto, comenzamos a pensar en la televisión a partir del reconocimiento pleno de su carácter complejo y de ver el flujo de contenidos audiovisuales como una oportunidad para el desarrollo de procesos positivos, que permitan sinergias activas entre entidades públicas y privadas y el tipo de televisión que esperamos para nuestros hijos.

Colombia tiene una serie de particularidades que hacen parte de ese ambiente mediático en el que se mueven sus niños/as: vivimos en un país con un altísimo porcentaje de población menor de 18 años, altos índices de pobreza, desplazamiento y vinculación a grupos armados irregulares de niños y niñas menores de 15 años.

Nuestros niños, son espectadores de 4 a 6 horas diarias del medio y con un altísimo índice de penetración su consumo aumenta mientras baja el estrato y el nivel de escolarización. Para millones de niños en Colombia la televisión se convierte muchas veces en la única opción de contacto con el mundo, de entretenimiento y de educación.

Más que preocuparnos por los efectos negativos del medio y sus consecuencias particulares, hemos querido enfatizar las posibilidades del mismo y sus implicaciones en el bienestar general. En medio de una crisis como la que vive Colombia, la televisión puede y debe ser un recurso integrador, gestora de convivencia, promotora de diálogo y tolerancia.

Si sabemos ya que los niños y jóvenes son espectadores a lo largo del día y parte de la noche y que las franjas infantiles y juveniles no existen: ¿por qué no asumir la paradoja que nos plantea su enorme implantación, su omnipresencia, su carácter envolvente y mágico para dotar el flujo de contenidos de calidad?, ¿por qué no convertir el medio en canal efectivo de divulgación de tradiciones históricas y culturales?, ¿por qué no regular, producir e investigar teniendo en mente sus posibilidades en medio de una identidad diversa y segmentada como la nuestra?

Iniciativas como la franja educativa y cultural de Señal Colombia, y el portal de Aprende TV, son el comienzo de un proceso de cambio a corto, mediano y largo plazo, pero son sin duda un primer paso firme y optimista, motivado por la urgente necesidad de contar con una televisión constructora de valores, consiente de su rol en el ambiente mediático de los niños/as que conforman su público, atractiva, entretenida, diversa, acorde con las verdaderas necesidades de desarrollo de niños y niñas en Colombia: La "televisión de calidad" que nuestros hijos merecen y necesitan. Y por qué no, una experiencia útil para otros países de la región. Más información >>

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