Actualizado el 15 de Julio de 2013

Cosechando y sembrando nuevos triunfos. Alex Galindo Angulo

Desde siempre me interesó la docencia, es más vengo de una familia de profesores por eso la vocación y las ganas de enseñar son cualidades que se puede afirmar nacieron conmigo.

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Desde que me enteré de la convocatoria para participar en un programa de transformación de la calidad educativa supe que debía estar en él; todo el recorrido geográfico, académico, profesional y personal que me habían traído desde mi lejana Barranquilla a las frías tierras del interior del país seguían dando frutos.

Realmente nunca pensé en mis primeros años de colegio y luego en la universidad, del Atlántico, que algún día haría parte de un grupo de docentes que trabajan incansablemente por lograr un cambio significativo en las prácticas de aula de otros docentes para que esto repercuta positivamente en los aprendizajes de los estudiantes y así contribuir a construir un mejor país.

Desde siempre me interesó la docencia, es más vengo de una familia de profesores por eso la vocación y las ganas de enseñar son cualidades que se puede afirmar nacieron conmigo. Al ver como mis tías y mis primos se preparaban cada día para ser buenos maestros más me motivaba a ser profesor.

Cuando ingresé a la universidad, desde el primer semestre supe que eso era lo que quería ser y hacer el resto de mi vida, enseñar a niños, jóvenes y por qué no a adultos; este sueño se me ha cumplido en el programa trabajar con docentes que tienen unas cualidades personales y profesionales excepcionales me llena de mucho orgullo y ha sido un constante aprender y una retroalimentación mutua.

El Programa me ha brindado la posibilidad de desarrollar al máximo mis capacidades como licenciado y como magíster en Literatura Hispanoamericana, pues en cada jornada de formación podemos utilizar todos los aprendizajes adquiridos para elaborar materiales y talleres que luego replicamos en los encuentros de formación. Los cuales son una forma de compartir experiencias con los tutores y de crecer como personas y profesionalmente en la interacción con ellos.

Los lazos de fraternidad que se han creado entre los formadores y con los tutores son muy fuertes y solidos lo que demuestra que el programa tiene unas raíces muy profundas que auguran la consolidación de la propuesta. Espero que después de esta gran experiencia trabajando por la calidad y la transformación de la calidad educativa estos lazos de amistad se mantengan.
Finalmente quiero expresar mi satisfacción y orgullo por hacer parte de esta gran experiencia educativa que me ha fortalecido y enriquecido personal y profesionalmente, brindándome la oportunidad de hacer parte de la construcción de la historia educativa del país.

Cosechando y sembrando nuevos triunfos. Alex Galindo Angulo