Actualizado el 04 de Octubre de 2012

"Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo". Angélica Rojas

Algún día leí del famoso luchador social Gandhi, "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo" y esta frase ha marcado mi orientación en mi proyecto de vida y en mi ejercicio profesional en servicio de la sociedad.

imagen foto_g.jpg

Algún día leí del famoso luchador social Gandhi, "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo" y esta frase ha marcado mi orientación en mi proyecto de vida y en mi ejercicio profesional en servicio de la sociedad. Además, han existido otras experiencias personales que me han hecho tomar una postura siempre positiva frente a la vida, pero que al mismo tiempo está anclada en la realidad. Me llamo Angélica María Rojas Cardozo. Soy una mamá de dos hermosos niños, Isabella de dos años y Juan Sebastián de cinco. Tengo un esposo maravilloso quien es mi cómplice para vivir esta vida al máximo. Soy una mujer emprendedora, responsable y comprometida con mis proyectos. Soy una mujer como diría mi mamá "común y silvestre", pero con la diferencia que le pongo toda la buena actitud a todo lo que emprendo, como también dirían mi mamá y mi papá "soy una loca aventurera". Me gusta mucho gozarme una fresca tarde de bicicleta con mis hijos, tomar un exquisito vino con mi esposo, salidas familiares, me encanta la buena música, los buenos amigos y leer un libro apasionante. Mi vida ha contado con muchos éxitos, y defino éxito como el alcance último que requiero como persona, ser feliz. He sido feliz toda mi vida. En algunos momentos han ocurrido situaciones particulares que han desafiado todas mis creencias y hasta me han desafiado a mí misma. El año pasado, 2011, tuvimos como familia que afrontar una realidad muy dura. Gracias a Dios y a este éxito, de ser feliz y de contar con el apoyo de personas que felizmente están conmigo, pudimos salir avante.

Provengo de una región donde queda aún mucha tranquilidad, mucha paz y mucha solidaridad. Nací en Yaguará, Huila, de donde también son mis padres, Elcy y Efraín, grandiosos seres humanos y literatos de la vida. Aquí cursé mis estudios de primaria y secundaria. En Neiva, estudié en la Universidad Surcolombiana mi Licenciatura en Lenguas Modernas. Viví y trabajé hasta el 2005 en Neiva, donde mi mayor experiencia estuvo focalizada como docente de lengua. Llegué a Bogotá en el 2006 buscando iniciar mis estudios posgraduales en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. En el 2007 me vinculé con Uniminuto como Docente del Centro de Idiomas y posteriormente tuve el encargo de dirigir este Centro. Desde el 2007 hasta enero del 2012, estuve vinculada con la Facultad de Educación trabajando de la mano con un diverso y valioso grupo de docentes del Centro de Idiomas de Uniminuto. Vivía en Bogotá desde el 2006, pero repentinamente y debido a un procedimiento médico de urgencia para mi hija, el 5 de Junio del 2011 fuimos informados que teníamos que viajar a Cali. Tuvimos que vivir en Cali por 6 meses porque lo que requería mi hija sólo se podía hacer allá, en la Clínica Valle del Lili. Desde Junio hasta Diciembre del 2011 estuvimos en Cali. Paradójicamente siempre quise conocer Cali por sus ferias, pero estaba en esta ciudad no precisamente por la rumba. En Bogotá laboralmente contaba con el apoyo incondicional de la institución que me acogió desde mi llegada a Bogotá, la Corporación Universitaria Minuto de Dios. A Uniminuto, gran institución y dirigida por grandiosas personas, toda mi gratitud, mi respeto y mis eternas admiraciones. Desafortunadamente y debido a la búsqueda de tranquilidad y con el fin de alejarme un poco del mundo de una gran urbe como Bogotá, decidí, con el corazón arrugado y con una gran deuda emocional, renunciar a Uniminuto.

Una vez ingresé a formar parte de este maravilloso grupo de 100 formadores y considerando las posibilidades de hacer el trabajo en regiones distintas a la capital, decidí volver a mi pueblo y desde allí gestionar todo lo correspondiente al ejercicio mío como formadora. Estoy en mi región y desde acá trabajo por los propósitos generales del programa y por los objetivos trazados con el Huila. En estos momentos acompaño el proceso de la Secretaría de Educación del Huila en el marco de las actividades del programa Todos a Aprender.

El Programa Todos a Aprender del Ministerio de Educación Nacional es una magnífica oportunidad para todos aquellos que nos comprometemos (formadores, tutores, docentes, estudiantes, padres de familia, rectores, Comunidades académicas de los establecimientos educativos, secretarías de educación, entre muchos de los que debemos comprometernos) a aportar significativamente a la renovación de aprendizajes que redundarán en un Mejoramiento de la calidad de educación. Desde esta misma perspectiva e igual de importante, el programa Todos a Aprender ofrece la posibilidad de contribuir, desde la interacción de comunidades de aprendizaje y desde los objetivos mismos del programa, que se tenga conciencia de la responsabilidad social que tenemos como Colombianos de propender por una nación que cuente con niños con gran variedad de conocimientos, competentes y competitivos, pero al mismo tiempo que estos niños sean niños felices, con altas habilidades y valores ciudadanos y con gran compromiso por la construcción de País. La enseñanza debe trascender la instrucción e ir más allá para ampliar horizontes y sembrar elementos sustanciales en la educación en donde se cuente con pueblos que juegan un papel activo en la construcción de comunidad.

El Programa Todos a Aprender se ha convertido, para mí, en ese espacio de posibilidades en donde se pone en marcha acciones encaminadas al fortalecimiento pedagógico, académico, metodológico y conceptual que convergen con un plan de formación y acompañamiento situado con el grupo de tutores y docentes de los Establecimientos Educativos, para viabilizar transformaciones educativas que impactan a los niños en nuestras escuelas. Yo considero que son muchas las bondades del Programa Todos a Aprender y dentro de estas bondades es importante resaltar la oportunidad de trabajo situado con pares que permite el crecimiento y desarrollo profesional de docentes, cuyos resultados provocarán el fomento de nuevos aprendizajes de nuestros niños que cursan primaria.

A lo largo del recorrido en este programa he experimentado situaciones muy positivas en donde veo unas riquezas de recursos tanto humanos como físicos y logísticos en algunos establecimientos educativos. Hay realidades institucionales en donde uno pensaría que cómodamente se puede apuntar a lo misional del programa, mejorar la calidad de educación. También me he encontrado con escenarios donde fácilmente se percibe que en las escuelas los niños logran aprender gracias a la maravillosa labor docente que pareciera más una prosa contada desde el estilo de nuestro Nobel Gabriel García Márquez, desde el realismo mágico. Existen establecimientos educativos donde incluso las zonas de acceso son de cuento, montarse en un burro o caballo, caminar por horas, tomar mototaxis, entre varias formas de transporte. Pero hay una buena noticia, y es que este programa pretende precisamente llegar a esos establecimientos que cuentan con mayor dificultad en todos los sentidos de su desarrollo pedagógico. Yo me siento muy tranquila pues es parte del compromiso del Ministerio de Educación Nacional trabajar por, desde estas particularidades, impulsar la renovación de aprendizajes, apalancar el desarrollo pedagógico, en otras palabras mejorar la calidad de la educación. Así mismo, en equipo con otros programas, otros recursos, programas de gobiernos locales y nacionales, y conjuntamente desde el Programa Todos a Aprender tener reconocimientos de estas realidades en los establecimientos educativos para así poner en marcha todo un movimiento social que apunte a la mejora de nuestra calidad de educación en los niveles de primaria. Por eso, todos debemos unirnos y decir "Yo me comprometo".

"Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo". Angélica Rojas