Actualizado el 28 de Enero de 2011

10 estudiantes de primero a séptimo grado ganaron con sus cuentos

Triangulilandia, La invitada no invitada, El señor plastilinero y Olor a chocolate son algunos de los título sde los cuentos ganadores en la primera categoría del Concurso Nacional de Cuento. Conozca los títulos y las reseñas de todos los cuentos ganadores.

La triste historia del mar que un día se ahogó

Karen Iveth Fernández Monsalve
Colegio Comfandi Ciudadela (Cali, Valle del Cauca)
Email: nilleredth@hotmail.com

Un paisaje hecho por la protagonista de La triste historia del mar que un día se ahogó, en el que retrata al mar y la arena para su clase de artesanías el año pasado, es un motivo de añoranza para su autora luego de ser guardado por su profesor Jacinto en el llamado 'Salón Siniestro' (una vieja sala de exposiciones ya clausurada que poco a poco se fue llenando de trabajos tristes y empolvados que los estudiantes de la clase entregaban al maestro). El querer rescatar este paisaje hace que el cuento retrate el objetivo de la niña para rescatar su paisaje del olvido.

La historia es también el retrato de cómo Karen (la protagonista) se hace amiga de Salomón, el hijo de la cuidandera del colegio para poder tener acceso a este salón y rescatar su trabajo manual. Un plan que iba perfectamente según lo pensado hasta que el invierno llegó y se llevó los trabajos archivados en este salón.

Karen Iveth Fernández Monsalve

Esta estudiante del Colegio Comfandi Ciudadela de Cali (Valle del Cauca), quién acaba de terminar el grado 5º de primaria, señala como la principal inspiración para escribir su cuento la clase de lenguaje. "Recuerdo que mientras nos leían una historia hice un dibujo de una playa y pensé en hacer un cuento", afirma Karen.

El lenguaje y su relación con la narrativa fueron el motor para que Karen echara a rodar su imaginación y se pusiera a la tarea de escribir La triste historia del mar que un día se ahogó con el fin de inscribirlo en el Cuarto Concurso Nacional de Cuento. Sus padres, profesores y compañeros conocieron su intención y la apoyaron para enviar su cuento.

Rafael Pombo, Gabriel García Márquez y Pablo Neruda son los autores favoritos de esta niña amante de la literatura de romance, magia y aventuras. "Los libros que me gustan son Fábulas y verdades de Rafael Pombo, los mitos y las leyendas", señala.

Esta ganadora del concurso cuenta que su pasión por la escritura se da en cualquier día cotidiano, en el que cómo relata, desayuna, organiza su cuarto, ve televisión, juega con su hermano, almuerza, nada en la piscina y duerme para soñar con las historias que su fructífera imaginación le proporcionan.

El cuento, que nació de sus ganas de narrar una situación cotidiana que tiene como escenario su colegio, lo dedica a su familia, que siempre estuvo presente y apoyando cada paso dado.

Sigues tú

Cristhian Alvear Hernández
Colegio Inglés de Los Andes (Cali, Valle del Cauca)
Email: dalvear1@inglesdelosandes.edu.co

La extraña desaparición de Luisa, la amiga del protagonista y narrador de esta historia, es un punto de partida en la que la angustia y el miedo envuelven el misterio del paradero de esta niña. Mientras jugaba con el niño, se fue a lavar las manos...eso fue todo lo que se supo de esta pequeña.

Este cuento narra también el intento del protagonista de buscar en el baño algún rastro de Luisa, sin imaginar que pronto el horror se apoderaría de este lugar. Las ratas se habían comido a su amiga y de pronto una voz suave y maloliente se le acercó al niño para susurrarle "sigues tú".

Cristhian Alvear Hernández

El punto de partida para el cuento Sigues tú, escrito por Cristhian Alvear Hernández es tan misterioso como el paradero de Luisa, la amiga de la historia que desaparece repentinamente. "Una vez en mi colegio tomaron una foto con un celular y en el apareció una niña fantasma que nadie había visto. Entonces decidí que mi cuento iba a ser sobre ese tema, fantasmas", comenta este joven autor.

Escribir su cuento fue para este adolescente de 13 años un disfrute ya que el hecho de escribir sobre una situación que había sucedido en el colegio fue un gran incentivo para echar a rodar su imaginación. Su gusto por la escritura y su interés por participar en el Cuarto Concurso Nacional de Cuento encontraron un importante respaldo con la motivación de su familia y de su profesora de español. "Yo estaba muy interesado y entré a la página indicada con instrucciones de mi profesora", agrega este estudiante del Colegio Inglés de Los Andes de Cali (Valle del Cauca).

Seguidor de la literatura, el fútbol y la música, Cristhian recuerda con este proceso a su fallecido padre, quien desde muy pequeño lo motivó constantemente en la lectura y le compró sus primeros libros.

A su corta edad, este joven ya cuenta con su listado personal de libros favoritos. Por los propios dioses, de Ramón García Domínguez; La nueva fuerza de Jack, de Jack Gantos; El duende del carpintero, de Jack Gantos; y El diablo de la botella, de Robert Louis Stevenson, son sus historias predilectas. ¿Sus autores de cabecera? La lista es larga, pero entre ellos destaca a Gabriel García Márquez, Jairo Aníbal Niño, Jorge Isaacs y Jack Gantos.

Con su cuento, Cristhian no oculta su entusiasmo al ser premiado como uno de los ganadores en el certamen que en 2010 convocó a más de 33 mil estudiantes y docentes escritores, un logro que él reconoce también como un gran reconocimiento para su padre, su madre y sus hermanas, apoyo constante en su vida y en su gusto por las letras.

Olor a chocolate

Andrés Humberto Valdez Restrepo
Institución Educativa Sol de Oriente (Medellín, Antioquia)
Email: tobe_@hotmail.es

Cada día de lluvia él la veía pasar con ese olor a chocolate como si viniera de un país fantasioso donde todo es dulce. Una imagen que se repetía normalmente al frente del taller donde el protagonista trabajaba. Comenzó a dibujarla con cautela. Hasta que un día ella pasó, pero esa misma gracia y alegría no venía con ella, parecía que alguien le había arrancado del pecho su corazón.

Él fue a ayudarla, a protegerla de la lluvia, y ella le contó su historia de desamor. Prometió volver pero no volvió a verla, y él se mudó recordándola y llevando consigo el retrato en el que ella parecía presente. Hasta que un día ella apareció, estaba sentada en frente de él. Tomó su mano y le dijo su nombre.

Andrés Humberto Valdez Restrepo

"El amor" es lo que enfatiza Andrés Humberto Vélez sobre la inspiración de su cuento El olor a chocolate, en la que describe a esa niña que vio pero que siempre recordará. Esta razón es además el sentimiento que este joven de 16 años señala como la razón de la vida.

"Yo para ser sincero no escribo tanto. De vez en cuando me nace una idea bonita y con el paso de los días o meses la voy desarrollando. Me toma tiempo escribir una historia pues a veces no encuentro las palabras para expresar lo que siento", cuenta Andrés Humberto, quién iniciará 8º grado en la Institución Educativa Sol Oriente de Medellín (Antioquia).

Al darle vida a esta historia, fue una amiga suya quien lo motivó para inscribirla en el Cuarto Concurso Nacional de Cuento. Ella, cuando leyó el cuento, lo felicitó y le insistió en que participara en el certamen. "Me nacieron ganas de hacerlo, de competir y de esperar ganar", afirma.

Su timidez, aunque señala que es algo que no nota mucho la gente, ha hecho que sus cuentos no sean de gran conocimiento entre su familia y amigos, y señala que sus docentes se sorprendieron al conocer su talento. "Por eso me llevó tiempo crear este cuento ganador. Pero me gusta sentarme a escuchar mientras alguien dice una poesía", agrega.

Su amiga Gisela López, quien lo incentivó a seguir adelante con la escritura e inscripción de su texto, es a quien Andrés Humberto dedica el cuento y el logro de ser uno de los ganadores del certamen. Además, espera que este reconocimiento a su talento sea motivo para seguir creando historias como esta, que lo hace merecedor de un orgullo para su familia, sus amigos y su institución educativa.

Cuando a la señora zorra se le olvidó de qué se alimentaba

Natalia Leonor Molina Batista
Institución Educativa Camilo Torres de Mocari (Montería, Córdoba)
Email: sandraysebas1992@hotmail.com


El cuento de una zorra que amenazaba a las gallinas y pollos de un gallinero con comérselos es una historia donde la amnesia que le provoca la caída de un coco a la cabeza del hambriento animal hace que éste no se acuerde de qué animales se alimenta.

Aconsejado por un envidioso pato, la zorra visita a sus presas para saciar el hambre sin saber que se haría rápidamente amigo de las gallinas y pollos ignorando su objetivo inicial. La envidia del pato enoja al zorro que ahora quiere comérselo para que deje de molestarlo por ser amigo de los habitantes del gallinero, intensión que tiene una ligera sorpresa cuando la zorra luego de una caída recupera su memoria y encuentra a un grande y gordo pollo que en realidad es el pato disfrazado para engañar inútilmente al hambriento animal.

Natalia Leonor Molina Batista

La inocencia de los pollos fue el punto de partida para que esta estudiante de la Institución Educativa Camilo Torres de Mocari, de Montería (Córdoba), imaginara los personajes que protagonizarían el cuento Cuando a la señora zorra se le olvidó de qué se alimentaba. "Mi mamá dijo un día que las zorras se alimentaban de gallinas y pollitos y esto me dio tristeza. Fue entonces cuando yo me inventé que una zorra fuera buena y no se comiera a los pollitos y que además lograra compartir un tiempo con ellos", afirma esta niña de 10 años quien acaba de terminar 5º de primaria y quien puso a los pollos los nombres de sus familiares.

La gran motivación de Natalia es dar a conocer su historia, y ser una de las ganadoras del Cuarto Concurso Nacional de Cuento para que las demás personas, entre ellos reconocidos escritores, leyeran su historia.

Durante la realización de su obra, esta niña señala que "al principio tuve una contrariedad con mi mamá porque ella me decía que el titulo era muy largo; luego hablamos y ella respeto mi decisión, lo cual agradezco mucho. Después, cuando fuimos a escribirlo en la página web, me sentí nerviosa pero feliz de saber que iba a participar en un concurso a nivel nacional".

Esta estudiante es aficionada a la escritura, y comenta que le gusta narrar sobre hechos de la vida real, como la vida de su abuelo, sobre la cual está escribiendo en este momento. Además, practica el teatro y le gusta pasear en bicicleta.

La motivación de un profesor suyo hizo que este cuento fuera parte de los más de 33 mil cuentos registrados en el concurso en 2010 y que ahora es reconocido como uno de los ganadores; un reconocimiento que es el resultado del empeño y talento de esta niña que dedica su premio a su padre, a quién no conoció pero que saluda para que, como señala ella, "sepa que Dios me dio inteligencia, pero también me dio una gran madre, que con mucho esfuerzo y dedicación hace todo lo posible por mi educación".

La mujer del pescador supersticioso

Nicolasa Marín González
Colegio Fontán (Bogota, D.C.)
Email: nicolasita97@hotmail.com


Una trampa planeada por Savannah para que su esposo Amir, un pescador supersticioso, dejara de juntarse con su amigo, el mujeriego Casim, hace de este cuento un ejemplo de cómo los celos y la mentira pueden desencadenar trágicos destinos.

La cercanía de los dos amigos hace que la esposa del pescador planee una estrategia para engañar a los dos y provocar el fin de una amistad que realmente no representaba ningún peligro. Disfrazada de fantasma, hace que su esposo sufra un ataque y sea encontrado por su amigo mujeriego, quien ante esta escena y descubriendo las artimañas de la mujer la arroja al río para vengarse.

Nicolasa Marín González

"Quise escribir algo que reuniera todas las características de mis autores favoritos, que tuviera una buena escritura, que expresara exactamente lo que yo quería expresar. Me inspiré en cuentos que había leído antes, sobretodo de Las mil y una noches", afirma esta estudiante de grado séptimo del Colegio Fontán de Bogotá al describir su inspiración para escribir el cuento que describe la amistad entre Amir y Casim y los celos que provocan en la esposa del segundo, Savannah.

Desde muy pequeña, esta niña es una apasionada del arte en todo sentido, forjando una marcada afición por la música, literatura, teatro, pintura, cine y, por supuesto, la literatura, de la cual se declara seguidora de géneros como el suspenso y el romance.

Inicialmente, su intensión no era participar en el Cuarto Concurso Nacional de Cuento, pero al notar la aceptación que su cuento tenía entre su familia, profesores y compañeros del colegio, le aconsejaron inscribirlo en el certamen. "En el cuento, cuando lo iba escribiendo me concentré mucho en que transmitiera las mismas imágenes y escenas que intenté plasmar en él, me esmeré mucho en que quedara muy bien, en que estuviera bien escrito y tuviera un final particular", asegura esta joven de 13 años seguidora de una larga lista de escritores entre quienes destaca a Alejandro Dumas, Aldous Huxley, Julio Verne y Edgar Allan Poe.

Entre las otras aficiones de Nicolasa están el tocar la guitarra y el piano, y reconoce que fueron sus familiares los que motivaron su participación en el concurso. Además, reconoce el papel de sus profesores del Colegio Fontán y de su anterior institución, el Liceo Segovia, al enseñarle el valor de la escritura durante su formación académica.

Christopher y su amigo Sombrerín

Juan David González Rincón
Colegio Parroquial San Luis Gonzaga (Barbosa, Santander)
Email: miceri-18@hotmail.com

La gran sorpresa que se llevó Juan, un niño que lo tenía todo menos amor, al ver que al remendar el viejo sombrero que se encontró a la salida del colegio, éste tomó vida propia, dio origen a un cuento donde los buenos sentimientos son su motor.

El viejo sombrero ahora con voz y poderes mágicos motivó a que el pequeño Juan visitara a los niños con necesidades de su pueblo y les brindara comida y juguetes que proporcionaba la magia del sombrero. Con los nombres de Christopher y su amigo Sombrerín, las visitas nocturnas a los niños pobres generarían pronto problemas por el bajo rendimiento que Juan comenzó a tener en clase por el sueño acumulado. Esta situación lleva a que la verdadera razón de los desvelos del niño sea revelada a sus padres e inesperadamente cambie la situación de los niños pobres para bien.

Juan David González Rincón

Encontrar un sombrero mágico, como el genio de la lámpara de Aladino, fue la inspiración de Juan David González para narrar una historia donde su moraleja es llevar felicidad a todos los niños. Con 7 años de edad, este pequeño que entra a 2º de primaria cuenta que su profesora les habló del Cuarto Concurso Nacional de Cuento y los guió para que, con el apoyo de sus padres, escribieran la historia que los podría llevar a ser reconocidos como ejemplos de los nuevos escritores del país.

"Fue muy chévere porque tenía muchas ideas, y mi mami y me tía me apoyaron", afirma Juan David, quien también recuerda con entusiasmo las buenas sensaciones que sintieron él y su madre al registrar el cuento en el portal educativo Colombia Aprende. A su corta edad, este niño ya tiene sus autores favoritos, siendo Rafael Pombo y los hermanos Grimm sus escritores predilectos. "Mis libros favoritos son los cuentos de El renacuajo paseador, La pobre viejecita, Caperucita roja, Pinocho, Pulgarcito, La Cenicienta, Los tres cerditos, Blanca nieves, Aladino y la lámpara maravillosa y la Biblia", agrega.

"Mi profe me apoyó motivándome a participar, a mis papitos y a mis tíos les leía cada vez que escribía algo. Ellos me corregían lo que estaba mal escrito, me ayudaron a inventar el nombre del cuento y me decían que iba muy bien. Cuando terminé, mi mamita y mi tía me lo corrigieron y me ayudaron a pasarlo a la web", narra este niño de una manera en la que este proceso parece también un cuento.

Sus padres, hermanos y tíos son las personas a las que Juan David dedica sus logros, entre ellos ser ganador de este concurso nacional; logros que no son extraños para él y que se extienden a su labor académica al ser ganador en su colegio de la medalla de excelencia académica y quedar en el tercer puesto del concurso de matemáticas realizado en la institución. Un niño que, con apenas 7 años, encuentra en las letras una manera de plasmar sus sueños y fantasías y ser ejemplo para muchos.

Triangulilandia

Santiago Murcia Cuadros
Institución Educativa San Antonio de Padua (Támesis, Antioquia)
Email: santayomurcia@hotmail.com


Triangulilandia es la historia del Triangulo Isósceles y su lucha por la imaginación y la creatividad, dones que eran castigados por el Rey Obtusángulo, tirano que mandaba en el pueblo que le da nombre a este cuento. Isósceles dedica sus esfuerzos a crear nuevos inventos en el sótano, bajo la protección orgullosa de sus padres, sin saber que un día los rumores de ingenio llegarían a los oídos del tirano rey que gobernaba en este pueblo de triángulos.

La captura de los padres de Isósceles y el posterior rescate por parte de su creativo hijo determinarían el destino de este ingenioso niño que, con el pasar de los años y asilado en un pueblo vecino, acumula el poder suficiente para retornar a su pueblo natal y derrocar al malvado rey que un día los condenó.

Santiago Murcia Cuadros

Con 10 años, Santiago Murcia, estudiante de la Institución Educativa San Antonio de Padua del municipio de Támesis (Antioquia), tuvo como inspiración para escribir Triangulilandia las figuras geométricas, en especial los triángulos. "El motivo que me llevó a escribir este cuento fue porque mi profesor de matemáticas, Rubén Quintero, después de una clase de geometría, nos pidió como tarea inventar un cuento sobre lo aprendido", afirma este niño que este año inicia sus estudios de grado 6º.

Viendo el valor narrativo de este escrito y conociendo el talento de su hijo al escribir cuentos y poesía, su madre le propuso inscribirlo en el Cuarto Concurso Nacional de Cuento. "Fue algo muy halagador que me hizo sentir muy bien, muy grande al ver que yo era capaz de escribir un cuento con los triángulos y jugar con los personajes dándole vida a unas simples figuras, las cuales llevaron un mensaje a un mundo donde era prohibido soñar y crear", agrega Santiago.

Sus autores favoritos son Gabriel García Márquez, cuya novela Cien años de soledad es una de sus favoritas, y Pablo Neruda, de quien destaca sus poemas. Además entre sus lecturas favoritas están los Cuentos de los hermanos Grimm.

Para escribir este cuento, el niño reconoce el papel de su profesor de matemáticas, quien tuvo un papel muy importante en este proceso, ya que él fue la persona que le enseñó las figuras geométricas y lo motivó a escribir la historia.

Además de la literatura, Santiago es un ávido lector de poemas, libros de historia, geografía y conflictos, y guiones de películas de aventuras y acción. Además es un practicante del futbol y natación, y es parte del grupo infantil de chirimía de su municipio. El reconocimiento se lo dedica especialmente a su hermano Samuel, "ya que casi todas las noches antes de acostarse me pedía que le leyera el cuento que yo había escrito, y además porque quiero ser un buen ejemplo para él". También se lo dedica a todos los niños del mundo que sueñan y quieren crear para que nunca dejen de hacer lo que les gusta, por difícil que parezca. Porque, como asegura este talentoso niño escritor, "querer es poder".

Una confusión fantasmal

Isabela Escobar Pérez
Institución Educativa Los Fundadores (Riosucio, Caldas)
Email: leidianaperez@hotmail.com

Isabela siempre tuvo una extraña curiosidad por saber qué guardaba su madre en sus archivos, siempre cerrados en carpetas en su casa. Estas ansias por conocer estas cosas hicieron que un día al irse su mamá a trabajar ella comenzara a indagar el contenido de estos archivos a los que siempre tuvo prohibiciones y restricciones. Recuerdos y viejas páginas que guardaba la señora y entre éstas una foto de una persona de apariencia fantasmal.

Al describir esta foto, Isabela planeó una broma: enseñar la foto a una amiga y contarle la terrible historia de una niña con trágico final. Tan macabra era la historia, que sus profesores y compañeros se enteraron causando un gran escándalo que llegó a los oídos de su enfurecida madre. La mentirosa historia fue luego aclarada, no sin antes dejar en la niña una fuerte impresión al ver una fantasmal aparición que se burlaba de ella y dejaba un halo de misterio en este cuento.

Isabela Escobar Pérez

Haber vivido la experiencia de querer asustar a sus compañeros y llevarse a su vez un gran susto fue el punto de partida para escribir Una confusión fantasmal, el cuento por la que Isabela Escobar Pérez es reconocida como una de las ganadoras de Cuarto Concurso Nacional de Cuento. Natalia es seguidora de autores como Michael Ende, Jairo Aníbal Niño, Gabriel García Márquez, Robert Louis Stevenson, Antoine de Saint Exupery y Moliere, y tiene a la literatura y escritura como sus pasatiempos favoritos.

"Siempre que puedo cojo un libro y empiezo a leer. En cuanto a mis gustos literarios me atrae mucho la literatura mágica donde se habla de criaturas fantásticas y la personificación de cosas y animales. También me gusta la poesía", señala esta niña, que estudia en la Institución Educativa los Fundadores, de Riosucio (Caldas) y acaba de terminar sus estudios de 5º de primaria.

Su sueño es ser una gran escritora y este concurso ha sido para ella una gran oportunidad para comenzar a alcanzar este objetivo. Sobre el cuento, Isabela describe que una tarde sentada en la terraza, pensó en lo que le había pasado y empezó a escribir sobre aquel suceso. "Fueron llegando a mi mente miles de ideas que iba escribiendo y así construí mi cuento. Lo leí varias veces y le dije a mi mama que quería enviarlo al concurso de cuento. Edison, un amigo nuestro, nos ayudó a la hora de registrarlo", afirma.

La confianza de esta niña para escribir el cuento tuvo una importante motivación por parte de su profesor de castellano al valorar el escrito y motivarla a enviarlo al concurso. Estas ganas de participar se intensificaron con el apoyo de sus padres, quienes siempre incentivaron el amor de Isabela por la literatura.

Con 11 años, Isabela es practicante de taekwondo y natación, y entre sus intereses están también la música y las lenguas. Dedica su cuento a su colegio, a sus padres y a su pueblo y gracias a su talento y empeño es reconocida nacionalmente como una de las representantes de la nueva sangre de cuentistas del país.

La invitada no invitada

Juan Sebastián Peláez Calle
Unidad Educativa San Marcos (Envigado, Antioquia)
Email: gmcalle17@yahoo.es

La cena de cumpleaños del padre de Juan David sorpresivamente se transforma en una aterrorizadora experiencia cuando aparece una inesperada invitada: una figura grande, de ojos brillantes, de pelo negro, uñas afiladas y pequeñas orejas que parecía burlarse de los miembros de la familia.

El pánico se apoderó de esta situación, y el cuento nos relata cómo toda la familia hace sus intentos de atrapar a esta horrible invitada. Gritos, golpes y desmayos arruinan la acogedora reunión para terminar dándonos una sorpresa: la encargada de arruinar el festejo no era nada distinto a una rata.

Juan Sebastián Peláez Calle

Con 9 años, Juan Sebastián Peláez, estudiante de la Unidad Educativa San Marcos, de Envigado (Antioquia), recordó una anécdota sucedida a su primo con una rata en el cumpleaños de su padre y la valentía al enfrentar al animal, la cual le sirvió de inspiración para escribir este cuento que relata cómo un animal puede inesperadamente causar con su visita el pánico en una reunión.

Lector dedicado, practicante de la natación y aficionado a los videojuegos, este niño que acaba de terminar grado 3º declara su pasión por las novelas cortas sobre valores, aventuras, mitos y leyendas, y sobre dinosaurios y bestias prehistóricas.

Sobre su principal motivación para ser parte del Cuarto Concurso Nacional de Cuento, Juan Sebastián señala que sus padres fueron el principal factor. "Ellos me apoyaron y me estimularon para hacerlo, además mi mamá también participó. El evento me motiva y es la segunda vez que participo", afirma.

"Fue una experiencia muy agradable, en la que conté con la orientación de mi mamá. Elegí primero el tema, basado en lo que le sucedió a mi primo que era muy chistoso porque persiguiendo una rata que entró a su casa, ésta se le subió por el pantalón y esto le dio mucho miedo. Como en esos días habían invitado a mi papá a comer por su cumpleaños, entonces yo junté las dos cosas en el cuento. Para mantener la atención del lector utilicé la rata y el cuento quedó divertido", comenta Juan Sebastián.

Sobre el apoyo que recibió, este niño cuenta que sus padres siempre han sido importantes ya que le cuentan historias y juntos idean cuentos, adivinanzas y trovas para divertirse oralmente. A tan corta edad ya tiene autores y libros favoritos. Entre los primeros se encuentran Luis Fernando Macías, Luis Carlos Pulgarín, Carlos Cuauthemoc Sánchez, y entre los segundos están Romeo y Julieta de William Shakespeare, El llamado de la selva de Jack London y Sangre de Campeón de Carlos Cuauthemoc Sánchez.

Para Juan Sebastián, sus padres son su tesoro, y es a ellos y a sus primos a quiénes dedica el cuento por el que es reconocido nacionalmente como uno de los ganadores del concurso que pone en el mapa la nueva sangre de autores nacionales para que todo el país los conozca y los lea.

El señor plastilinero

Juan Pablo Simón Rico Fernández
Institución Educativa Distrital Aquileo Parra (Bogotá)
Email: jsimoncito@hotmail.com

La historia de El señor plastilinero es un cuento donde el ingenio y el conocimiento del científico que da nombre a esta historia son utilizados con el fin de mejorar la vida de los habitantes de su pueblo. Su laboratorio, hecho de cauchos y plásticos, era fuente de medicinas que curaron el cáncer, la violencia y las ansias de guerra.

Fue tanta la acogida por los inventos y medicinas del señor plastilinero que un día más de mil personas tristes y enfermas de todo el mundo quisieron entrar al laboratorio causando la caída de los muros de la construcción y provocando una estampida que acabó con la vida del gran científico. Afortunadamente los planos de los inventos de plastilinero sobrevivieron y fueron compartidos con el mundo proporcionando larga vida a sus habitantes y paz en todos sus lugares.

Juan Pablo Simón Rico Fernández

Los temas sencillos y bonitos motivaron a Juan Pablo Simón Rico Fernández a escribir un cuento que tratara de aliviar de su mente tanta mala notica que veía en la televisión. "A mí no me gusta saber que la gente y en especial los niños sufren enfermedades como el cáncer, hambre, frío, falta de amor, así que eso me inspiró para escribir mi cuento y tratar de solucionar estos problemas; soñar que con una máquina de chispitas y barras de plastilina un científico pudiera aliviar a todos los que sufren", comenta este niño que acaba de terminar segundo de primaria en la Institución Educativa Distrital Aquileo Parra.

Juan Pablo ya ha escrito varios cuentos protagonizados por un caracol, un palo o un duende que colecciona sombreros. A su corta edad le gusta mucho escribir cuentos cortos, dibujar caricaturas, visitar exposiciones de arte y la biblioteca. "Tengo muchos libros en mi cuarto que es como un libro abierto, lleno de información; amo los libros, los datos curiosos, me gusta ver mapas, animales y las banderas del mundo. Empecé a tomar clases de guitarra, mientras mi mamá logra comprarme un clarinete, porque quisiera hacer parte de una orquesta sinfónica", cuenta este niño cuyo personaje favorito es el Hombre Araña, personaje que disfruta dibujando.

"Mi cuento preferido es El príncipe feliz de Óscar Wilde, me encantan los cuentos de Gabo, mi mamá me los explica y me cuenta sobre él; que su abuela le leía cuantos y le contaba historias mágicas cuando él era niño. Cuando la profesora lleva libros para que los llevemos a la casa para leer, casi siempre son libros con cuentos que yo ya había leído", comenta este niño que comenzó su historia con el título inicial Los niños de caucho, inspirados en una película que vio sobre una niña que tenía cáncer. "Sentí tristeza y entonces quise que plastilinero curara a los niños con cáncer, pero después pensé en tanta gente que sufre y niños maltratados por adultos enfermos, trastornados", señala.

El buen resultado en el concurso lo dedica a su madre, quien es periodista, y guió a Juan Pablo en este proceso de redacción y registro de su texto en el Cuarto Concurso Nacional de Cuento. "Es una bendición tenerla, es mi gallinita y mi mamita esponjosita, y la amo mucho. También se lo dedico a los niños de Colombia, a quienes les digo que los sueños a veces se hacen realidad, no pierdan las esperanzas, si alguien les hace daño cuéntenle a alguna persona y siempre jueguen, sean muy juiciosos, no piensen que los premios no le llegan a los pobres, los libros están para todos, son grandes amigos y ayudan a salir adelante".

Estudiantes de 1º a 7º ganadores