logo Mineducación, Ministerio de Educación Nacional - República de Colombia

Mapa del sitio
 
Facebook   Google+   Twitter   Youtube   RSS   Cvne
Inicio Ministerio La Ministra Normatividad Primera infancia Preescolar, Básica y Media Educación Superior Educación para el trabajo Atención al Ciudadano
 
Buscar
Buscar
Secciones
La voz de mis manos

El INSOR es un espacio sociocomunicativo que busca el desarrollo integral del niño y que se caracteriza por ser un espacio libre.

La mañana era fría y nublada. El aterrador frío de afuera, era mermado por la calidez y el amor que proyectaban cada uno de los pequeños que diariamente asiste al Programa Bilingüe de Atención al Menor Sordo, proyecto de investigación del Instituto Nacional para Sordos -INSOR- (entidad pública adscrita al Ministerio de Educación Nacional cuyo principal objetivo es trabajar para que las personas sordas accedan a una educación que responda a sus propias características). Corrían de aquí para allá y con sus manos hablaban, gritaban y hacían sentir su presencia, transmitiendo cada uno de sus pensamientos e inquietudes a quienes regularmente visitan el lugar, ya sea para curiosear o, sencillamente, porque necesitan una mano amiga que los oriente frente a la sordera de su hijo, hija, familiar o amigo.

El salón de clases, como en cualquier colegio, estaba lleno de marcianos, fincas, edificios y hasta conejos. Mientras tanto, esperaba por ellos, por Maritza y Alejandro, cuando los vio entrar.

La tristeza y el dolor inicial de sus rostros se disipó al hablar de su hija sorda de cinco años, de las maravillas y los avances que en comunicación de señas ha tenido.

El silencio de Diana

Como toda mamá, Maritza estuvo atenta a su embarazo realizando su control en un centro médico de la ciudad. El parto fue exitoso y con alegría recibió la llegada de su primogénita. El crecimiento de Diana durante los dos primeros meses transcurrió normalmente hasta que el 31 de diciembre de 1997, su madre intuyó que era sorda. "Eran las fiestas de fin de año, la niña dormía plácidamente. Para nada le afectó la bulla, la pólvora ni la música a todo volumen. Presentía que algo pasaba", argumentó Maritza con visible dolor.

Convencida de que algo andaba mal Maritza visitó el médico de siempre, le comentó lo sucedido y el doctor manifestó que sólo hasta los 7 meses los niños empiezan a responder a los sonidos y a los ruidos. "Como, él era el doctor le creí, pero en mí seguía la duda".

Una vez que Diana cumplió los 7 meses, su madre la llevó de nuevo donde el mismo doctor quien al auscultar a Diana, ponerle el fonendoscopio (aparato médico que se utiliza para escuchar los ruidos cardíacos y respiratorios) y golpearlo fuertemente descubrió que la niña presentaba un problema auditivo que no le permitía escuchar. Realizó varias pruebas, la de genética, la de Potenciales Evocados Auditivos de Tallo Cerebral -BERA- (prueba audiológica que mide la cantidad de audición de una persona) y todas las existentes, las cuales apuntaron al mismo diagnóstico: Diana era una niña sorda. "De 100 niños, uno nace sordo y ese uno le tocó a Diana" manifestó el doctor visiblemente consternado. A partir de ahí a la familia Marín Manjarrés le cambió la vida.

"Apenas lo supe no hice más que llorar. Desde ese momento empezó mi duelo y hoy, aunque no lo acepto, he aprendido a manejarlo mejor" dijo su padre quien junto con Maritza tomó la decisión de no esconder a Diana y conscientes de su limitación auditiva decidieron enfrentar la vida y junto con ella buscar una salida que les permitiera forjar un mejor futuro para su hija.

El INSOR, una mano amiga

Después de buscar muchas opciones para el desarrollo de Diana, sus padres se contactaron con el INSOR, y es ahí donde la niña empezó su carrera para el futuro al vincularse al Programa Bilingüe de Atención Integral al Menor Sordo de cero a cinco años.

Es un espacio sociocomunicativo que busca el desarrollo integral del niño y que se caracteriza por ser un espacio libre. Lo más importante en este proceso es que el niño adquiera su lengua de señas, aprenda a convivir y a relacionarse con los demás. El niño es observado como niño que es, desarrollando todas sus potencialidades.

Se aprende con lo cotidiano, con lo vivencial, con el entorno y ésto permite desarrollar en los niños sordos los lineamientos que exige el Ministerio de Educación Nacional: aprender a ser, aprender a conocer, vivir en comunidad y relacionarse con los demás; este es el primer paso que deben dar los niños sordos que llegan al programa. El equipo que lo conforma está integrado por una licenciada en preescolar y por un modelo lingüístico, quien debe ser un adulto sordo que domine la lengua de Señas Colombiana (LSC). Actúa como un ejemplo e interactúa en su propio idioma. Como cualquier niño oyente, los niños sordos presentan las expectativas propias de su edad, la diferencia es el canal por medio del cual aprende a hablar: todo se basa en la observación. De forma continua, el niño mira a su modelo lingüístico, le aprende las señas y, poco a poco, después de pasar por una media lengua como cualquier niño oyente, la afianza y la aprende fluidamente.

La propuesta es que los niños desarrollen su lengua y al hacerlo se acerquen al español como un segundo idioma construyendo e interpretando los significados. Por ejemplo: si el niño sabe en su primer idioma la seña del avión, y ya pasó a la escuela bilingüe, el niño puede aprender a interpretar en forma escrita el significado de esta palabra. Lo hace entendiéndolo y no mecánicamente, como sucede cuando no conocen la lengua de señas.

Como apoyo al programa se les enseña a los papás (a través de los modelos lingüísticos) la lengua de señas, pues considera que es de vital importancia la comunicación entre padres e hijos.

A los nueve meses de vida, Diana ingresó a este programa y sólo bastaron 15 días para que sus padres comenzaran a ver los cambios y el avance en la comunicación con su hija cuando la niña les dijo en media lengua "papá". Y de ahí en adelante es una comunicación normal y fluida la que se ha generado entre Diana y sus padres.

¿Y cómo es Diana?

Para muchos de los licenciados en preescolar y modelos lingüísticos del Instituto, Diana es una niña brillante. La lengua de señas la maneja a la perfección. "Para mí, es una alumna líder, inteligente, pila, despierta y tierna. Le encanta hablar en su lengua y es una de las más avanzadas" manifiesta Eliana Torres, licenciada en preescolar.

"Cuando sea grande, quiero ir a la universidad porque soy muy inteligente. Quiero ser dibujante porque me emociona el poder dar a otros lo que hago", dice Diana. Siente que sus papás la aman mucho y que es lo más importante para ellos. Aunque su mamá la regaña bastante, ella la quiere mucho. Mientras que el papá es quien más la consiente.

Como cualquier niña de su edad, Diana ve la televisión, va al parque y juega con otros niños. Actualmente está en el grado cero de la Escuela Bilingüe Primaria en donde aprende, juega y se divierte. También asiste a terapias orales del lenguaje. Aunque Diana es consciente de su sordera y de que no podrá hablar fluidamente, quiere aprender a pronunciar palabras, ya dice papá, mamá, pan, pelo y otras.

Por su parte, sus padres luchan por darle una educación basada en la independencia, tanto que desde ya le asignan responsabilidades como arreglar su cuarto, estar pendiente de sus tareas etcétera. Esperan que asista a la universidad y ven en ella muchos logros. Saben que el éxito actual de su hija se debe al haber adquirido el lenguaje de señas tempranamente. "Estamos trabajando para que sea independiente y vaya a la universidad, por eso es que somos estrictos con ella, porque sabemos que su futuro no es fácil", concluye el papá.

"Cuando sea grande, quiero ir a la universidad porque soy muy inteligente. Quiero ser dibujante porque me emociona el poder dar a otros lo que hago"

La voz de mis manos
Página Principal
Altablero No. 9, OCTUBRE 2001
Programas
La voz de mis manos
Colombia AprendeICFESAnticorrupcion HomeColombia es PasiónTextos EscolaresGobierno en LíneaComputadores para EducarAudiencias PúblicasCentro Virtual de NoticiasICETEX

Contáctenos . Línea gratuita fuera de Bogotá: 01 - 8000 - 910122. Línea gratuita Bogotá +57 (1) 2220206. Conmutador: +57 (1) 2222800. Fax: +57 (1) 2224953 . Chat de atención al ciudadano . Lunes a viernes de 8:30 a.m. a 9:30 a.m. Dirección Ministerio de Educación: Calle 43 No. 57 - 14. Centro Administrativo Nacional, CAN, Bogotá. Horario de atención: Lunes a viernes de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. NIT 899999001-7. Términos y condiciones de uso . Código Postal para la República de Colombia: 111321

XXXXXXXXXXXXXXXXXX" frameborder="0" align="middle" marginheight="0" marginwidth="0" src="http://aplicaciones2.colombiaaprende.edu.co/contador/contador.php" class="PiedepaginaP">Your browser does not support iframes!