Una de las preocupaciones más frecuentes de los padres de familia es qué pasa con sus hijos una vez finalizada la jornada escolar. Por esa razón, y como una estrategia para mejorar la calidad de la educación, cerca de 31 Cajas de Compensación Familiar y 45 Secretarios de Educación trabajan en la Jornada Escolar Complementaria para que los niños utilicen el tiempo adicional al horario escolar en actividades lúdicas, deportivas y pedagógicas.

Uno de los Departamentos más entusiastas con la estrategia de Jornada Complementaria es Quindío. A través de un programa de animación deportiva, que busca desarrollar las habilidades motoras de los menores y mejorar la lecto-escritura, se benefician más de 10.000 niños del departamento. Esta experiencia, que se inició con Comfenalco como una solución para trabajar la recuperación psicoafectiva de los menores afectados por el sismo del Eje Cafetero de 1999, está siendo implementada en ocho municipios más.

En todo el país

Las Secretarías de Educación y las Cajas de Compensación Familiar de 26 departamentos del país trabajan también, en la Extensión de la Jornada Escolar que en algunos casos se utiliza para actividades de refuerzo de materias en las que los alumnos presenten deficiencias.

En el departamento del Atlántico se está desarrollando un programa de Jornada Escolar Complementaria enfocado a informática y artes plásticas, con el apoyo de Cajamag. Esto ha permitido que 2.660 niños de las zonas rurales tengan acceso a nuevas tecnologías. La Caja ofreció los computadores y materiales necesarios para dictar las clases.

El tiempo de la jornada complementaria ha contribuido al fortalecimiento pedagógico y ha sido un espacio de crecimiento, donde los niños se relacionan con otros, consigo mismos y con el entorno.

Un apoyo para los padres de familia

Los padres de familia también han participado de las charlas que se les ofrecen para tratar aspectos relacionados con problemas familiares, prevención del maltrato y destrezas de comunicación.

A pesar de que al principio los padres de familia manifestaron desconfianza y recelo por este tipo de actividades que no eran ofrecidas por la institución escolar y en la mayoría de los casos no contaban con la presencia de los docentes, ahora se sienten tranquilos de saber que sus hijos no se encuentran solos, que están aprendiendo y aprovechando mejor el tiempo.

En varias instituciones escolares los maestros manifestaron interés en participar del programa, aunque otros expresaron resistencia y bajo nivel de compromiso pues consideran la Jornada Complementaria como tiempo laboral no remunerado.