En un mundo en el que el conocimiento es cada vez más importante como fuente de ventajas competitivas, la educación de calidad es esencial para que un país logre desarrollarse. Responder a este reto requiere individuos capaces de aprovechar la producción continua de conocimiento para transformarla en innovaciones con miras a aumentar la competitividad nacional y, por ende, la calidad de vida de las personas.

Con esto en mente, desde el sector educativo, la Revolución Educativa se ha propuesto formar sujetos competentes para el nuevo milenio, con base en seis estrategias:

• Ampliación de cobertura en todos los niveles educativos.
• Articulación del sistema educativo en torno al desarrollo de competencias.
• Evaluación como herramienta para elevar la calidad de la educación, con base en referentes nacionales e internacionales.
• Énfasis en el desarrollo de competencias para la competitividad: bilingüismo y uso de medios y tecnologías de información y comunicación.
• Fomento de la educación técnica y tecnológica y de la investigación.
• Puesta en marcha del Observatorio Laboral para la Educación.
• Promoción de la relación Universidad-Empresa.

En ampliación de cobertura se han logrado avances significativos. Hemos llegado a coberturas brutas totales hasta el 9 grado, y a un 33.6 % en la educación superior.

Esta ampliación de cobertura en educación superior ha venido acompañada por un esfuerzo por ajustar la oferta educativa a las demandas del mercado laboral promoviendo la educación técnica y tecnológica. A principios de la década la matrícula en educación superior estaba compuesta en un 17,5% por estudiantes de carreras técnicas y tecnológicas y 82,5% por estudiantes universitarios; en el último año la composición fue del 69% en universitaria y el 31% en educación técnica y tecnológica.

Los resultados arrojados por el Observatorio Laboral también nos indican que esta modalidad de educación superior es cada día más valorada por el mercado: entre 2006 y 2007 los ingresos de quienes tienen formación técnica profesional subieron más del 14%, muy por encima del incremento de los de los universitarios que fue de 2,8%. Estas cifras deben ser una señal para la oferta educativa, así como para la toma de decisiones de los jóvenes en materia educativa.

En todos los países, las empresas reclaman el desarrollo de competencias básicas: comunicativas, matemáticas, científicas y ciudadanas. Asimismo, de competencias transversales: segundo idioma (inglés), facilidad de adaptación, capacidades para resolución de problemas, pensamiento crítico, manejo de las tecnologías de la información y las comunicaciones y trabajo en equipo.

Se ha venido trabajando por fortalecer las instituciones educativas de tal manera que puedan adelantar proyectos pedagógicos que desarrollen en los estudiantes la capacidad para comunicarse comprensivamente de forma oral y escrita, resolver problemas lógico-matemáticos, desarrollar un pensamiento científico y ser ciudadanos democráticos que ejerzan sus derechos y respeten los de los demás. Es decir, personas que sepan aprender y saber hacer con lo que aprenden. Por su parte, para las áreas rurales así como para poblaciones específicas, se han diseñado programas que buscan que los estudiantes desarrollen estas mismas competencias a través de metodologías flexibles y pertinentes que integran sus necesidades y contexto.

En educación superior, hemos consolidado un sistema de aseguramiento que permite evaluar y hacer seguimiento a los procesos educativos relacionados con el desarrollo de competencias, a fin de garantizar el mejoramiento continuo.

Concretamente desde la política de pertinencia, el Ministerio viene consolidando tres proyectos:

1. Programa Nacional de Bilingüismo, que busca elevar el nivel de dominio del inglés a través de tres líneas de acción: la difusión y apropiación de los estándares; la definición de un sistema de evaluación sólido y consistente que dé cuenta del dominio de esta lengua por parte de estudiantes y docentes; y planes de capacitación para mejorar la formación de docentes y asegurar la calidad de los programas en las instituciones.

2. Programa Nacional de Uso de Medios y Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, por medio del cual medios y nuevas tecnologías se integran a los procesos de mejoramiento institucional y pedagógico de estudiantes y docentes. Tiene tres ejes: adecuación de infraestructura y acceso a conectividad; producción de contenidos y formación en el uso y apropiación para estudiantes y docentes.

3. Proyecto de Competencias Laborales y Formación para el Trabajo y Pertinencia de la Educación Media que, en articulación con el Proyecto de Fortalecimiento de la Educación Técnica y Tecnológica, busca facilitar la inserción de los estudiantes en el mundo productivo de manera eficaz.

En esta misma dirección y a sabiendas de que en el siglo XXI es decisivo para los estudiantes tener movilidad a nivel académico y profesional, el Ministerio promueve la internacionalización de la educación superior. Se está consolidando una estrategia que pretende facilitar una inserción beneficiosa del sistema educativo colombiano en el sistema internacional y que va en dos direcciones: En primer lugar, se trabaja para que la totalidad de las IES avancen en la definición de políticas institucionales que les permitan abordar las dinámicas de la internacionalización. En segundo lugar, se está buscando el posicionamiento internacional del sistema de aseguramiento de la calidad; con el tiempo, un mayor conocimiento internacional de los estándares de Colombia facilitará los procesos de inserción internacional de nuestro sistema. En este sentido, se ha avanzado en la suscripción de acuerdos de reconocimiento mutuo de sistemas se aseguramiento de la calidad. En el 2008, entraron en vigor acuerdos de este tipo con Argentina y México y se adelantan negociaciones con países como Chile.

Para llevar a cabo estos proyectos se han conformado alianzas entre los sectores productivos estratégicos y el sector educativo ( ver cuadro temático y sección Por Colombia) y se ha establecido un Fondo Concursable (más información en www.mineducacion.gov.co/1621/article-104853.html ), con recursos para proyectos que mejoren la cobertura, eficiencia y diseño de programas académicos, pertinentes con las necesidades de desarrollo local y regional. A la fecha se han apoyado 31 alianzas en 27 departamentos y se siguen expandiendo.

Se viene fortaleciendo la relación universidad-empresa para lograr una mayor pertinencia de la educación superior con respecto a las necesidades del sector productivo y, a la vez, dinamizar la investigación aplicada. En los comités universidad-empresa participan los Consejos de Competitividad y las Cámaras de Comercio y se espera que en 2010 estén consolidados 30.

Con el Observatorio del Mercado Laboral el Ministerio hace seguimiento a los graduados de educación superior, lo que resulta vital para las instituciones educativas en términos de la pertinencia de sus programas. Hacia adelante, una labor central es continuar trabajando con otras instancias del gobierno de tal forma que, a partir de la definición de instrumentos apropiados, se fomente un diálogo permanente entre sector productivo y academia, con el fin de definir necesidades de formación de capital humano en diversos niveles educativos.

En el sistema educativo colombiano se forman ciudadanos del siglo XXI capaces de desempeñarse en distintos entornos y ambientes, teniendo en cuenta las prioridades regionales, nacionales e internacionales.

Sumando a estos avances, el Ministerio de Educación Nacional ha declarado 2009 como el año de la pertinencia y la competitividad, y convoca a todos los establecimientos educativos, al sector productivo y a la sociedad en general a que se vinculen a la discusión y hagan parte del gran foro nacional que tendrá lugar en octubre en Bogotá y en varias regiones del país.

Toda esta iniciativa en materia de pertinencia está reforzada por el Conpes 3527 de junio de 2008 sobre Política Nacional de Competitividad y Productividad, que fija ocho estrategias para la formación del recurso humano ( ver cuadro ).