Uno de los logros sociales y políticos de la construcción del Plan Nacional Decenal de Educación 2006-2016, ha sido que colombianos de diferentes edades, posiciones ideológicas y condiciones socioculturales hablaran sobre la educación que quiere y necesita el país. La visionaron como un derecho cumplido y un bien público de calidad, basado en el reconocimiento del país como multicultural, pluriétnico, diverso y biodiverso.
Por eso, una de las propuestas del Plan es garantizar la enseñanza de la historia nacional con estrategias que articulen los niveles y tipos de educación, y modelos que incentiven la permanencia, el arraigo territorial y la identidad étnica y cultural. Cinco de los diez temas del Plan responden a este objetivo.
En Fines y calidad de la educación en el siglo XXI (globalización y autonomía), se implementará en las instituciones educativas un "Proyecto nación" para formar en los niños, niñas y jóvenes el sentimiento de amor patrio, el respeto por los símbolos nacionales y las instituciones, el conocimiento de la historia y la geografía nacional y rescatar comportamientos cívicos y de sana convivencia pacífica y ciudadana.
Para ello se necesita, desde la educación inicial hasta la superior, fortalecer y contextualizar los currículos hacia el desarrollo de las dimensiones del ser, la construcción de la identidad nacional, la democracia y el acceso al conocimiento y la cultura, mediante procesos innovadores y de calidad que incentiven el aprendizaje y la investigación permanente.
Igualmente, incorporar en los Proyectos Educativos Institucionales -PEI-, la cátedra etnoeducativa con el fin de fortalecer el reconocimiento y el sentido de pertenencia y respecto hacia la diversidad cultural.
En Educación en y para la paz, la convivencia y la ciudadanía se plantea la revisión de los contenidos de la enseñanza de la historia nacional, y ubicar la educación en el contexto nacional con respecto a su historia y situación política. Vincular los aprendizajes en el aula con la actualidad nacional, la historia no oficial, los principios constitucionales, las experiencias de los dirigentes nacionales, para contextualizar la enseñanza de la historia en la vida y la cotidianidad y resignificar nuestra memoria histórica.
Otras tres propuestas articulan el legado histórico con el tema de Ciencia y tecnología integradas a la educación. La primera, se orienta al desarrollo de estrategias pedagógicas que integren saberes ancestrales y universales en todos los niveles y tipos de educación. La segunda, busca reafirmar la identidad individual y colectiva de los grupos étnicos mediante procesos de investigación, creación e innovación, posibilitando el respeto y el reconocimiento de la diversidad cultural. La tercera, propone fortalecer la formación de los docentes desde una visión crítica e integral de las ciencias sociales para promover el conocimiento y la comprensión de las culturas.
De otra parte, en Desarrollo infantil y educación inicial se plantea que la formación de los más pequeños tenga en cuenta la interpretación del mundo a partir del entorno, la apropiación y el goce de las diferentes culturas y la valoración de la lengua materna (oral y escrita), por medio de diferentes modalidades de atención frente a la diversidad cultural, social, étnica y geográfica del país.
Por último, en Otros actores en y más allá del sistema educativo, se resalta la responsabilidad social de los medios de comunicación como narradores diarios de nuestra historia y como espacios para el ejercicio del derecho a la libre expresión, la información y la diferencia. El Plan Decenal señala su papel frente a la producción de contenidos con calidad, equidad y con criterios pedagógicos, que permitan consolidar y arraigar la identidad cultural en los ámbitos local, regional y nacional.
Altablero, 46, La mirada de la historia desde el Plan Nacional Decenal de Educación |