Con el fin de conocer el desempeño de los estudiantes colombianos en materia de comprensión de lectura con respecto a otras naciones, nuestro país participó en 2001 en un estudio que midió los avances de la capacidad lectora, identificado por la sigla PIRLS (Progress in Internacional Reading Literacy Study) , en el que se aplicaron pruebas a estudiantes de cuarto grado. PIRLS evaluó tres aspectos: (a) procesos de comprensión, (b) propósitos de la lectura y (c) comportamiento y actitudes frente a la lectura, en dos tipos de textos: literarios e informativos o científicos. (*)

Partiendo de una escala de calificación de un promedio de 500 puntos, se clasificaron los países de acuerdo con el puntaje obtenido por sus estudiantes. En el gráfico que acompaña esta nota se presentan los resultados de los 35 países participantes.

Como podemos observar, Suecia alcanzó el promedio más alto (561 puntos); 23 países obtuvieron resultados superiores a 500 puntos y 10, puntajes por debajo de este parámetro. Colombia se ubicó en este último grupo con 422 puntos, 2 más que Argentina. Fueron las únicas naciones latinoamericanas participantes.

Tanto internacional como nacionalmente se reconoce la importancia y el papel del área de lenguaje para potenciar la adquisición y el dominio de aptitudes, conocimientos, capacidades, destrezas y habilidades para hablar, escuchar, leer, comprender y escribir. En definitiva, el desarrollo de competencias comunicativas que permitan a los estudiantes desenvolverse de forma adecuada y competente en diferentes situaciones y contextos comunicativos.

El poder compararnos con otros países ha abierto la posibilidad de rescatar estrategias y programas significativos para el fortalecimiento de las competencias comunicativas desde el aula, poder evaluarlas y diseñar planes de mejoramiento.

Enseñanzas de cuatro países
A continuación reseñamos algunas estrategias y programas implementados por algunos países que obtuvieron buenos resultados en PIRLS.

En Suecia, los docentes eligen los libros que sus estudiantes deben leer en un período académico. Muchos de los profesores utilizan los textos que han producido sus propios estudiantes. Asimismo, se les estimula a buscar información en internet para la realización de sus actividades y tareas. Con programas nacionales como El Movimiento de la Lectura y Espacios para el Lenguaje se intenta fortalecer destrezas en lectoescritura. Las bibliotecas escolares cumplen un papel esencial en el desarrollo de las mismas.

En Canadá, los programas de lectura de las instituciones escolares incluyen obras de ficción y no ficción, textos informativos (visuales y mediáticos), literarios (narrativa, poesía, teatro, periódicos, libros ilustrados, etc.) y otros como tiras cómicas, anuncios, carteles, cartas, etc.. Los profesores mantienen portafolios de sus estudiantes para conocer su progreso en cada una de las competencias; incluye muestras de lectura con sus respuestas, dibujos, preferencias, presentaciones de trabajo en grupo, autoevaluaciones, reflexiones, etc., material que es usado por el profesor para evaluar el desempeño de sus estudiantes.

En muchas escuelas de los Estados Unidos la enseñanza de la lectura está integrada con la de la escritura, lo que fortalece el desarrollo de la competencia lectora. A nivel nacional se cuenta con asociaciones que apoyan el trabajo de los docentes a través de sitios web. En estos, los profesores pueden encontrar guías de planificación de actividades y los padres folletos en los que se les dan estrategias para incentivar la lectura en los hogares, que también resultan útiles para el profesorado.

Finalmente, en Francia, país donde los estudiantes alcanzan buenos niveles de competencia comunicativa, se llevan a cabo programas para facilitar y promover el interés por la lectura y el acceso a ella a nivel local. Batalla de lectura, Primavera de los poetas y A mi ciudad le gusta leer son ejemplos en los que la lectura es el foco de atención y estímulo para que los niños descubran el mundo de los libros. Como prácticas de aula los profesores no manejan un solo libro base y son más bien facilitadores, en especial en el campo de los textos literarios más complejos.

Por otra parte, se valen de diversos apoyos -computadores, poemas, revistas, etc.-, para incrementar la motivación por la lectura.

(*) Este artículo se elaboró con la colaboración de Elsa Piedad Cabrera y Libardo Barrera, de la Dirección de Calidad de la Educación Preescolar, Básica y Media del Ministerio de Educación Nacional.

Contraste y comparación

En el sitio www.reading.org se encuentran disponibles actividades que potencian el desarrollo de la competencia lectora. La técnica de contraste y comparación es muy común como práctica pedagógica con estudiantes de grados tercero y quinto, para ayudarles a comprender textos no literarios en los que se buscan diferencias y similitudes entre dos ideas. En dicha técnica, se les enseña a hacer uso de los diagramas de Venn, como una herramienta que favorece la representación gráfica de similitudes y diferencias. Para mostrar que han entendido, los estudiantes aplican las técnicas que han aprendido en textos de otras áreas, con la posibilidad de presentar sus resultados a la clase.